10 de julio 2016
Cristiano Ronaldo levantó como capitán de Portugal el trofeo Henry Delaunay, la copa que acredita a Portugal como ganadora de la decimoquinta edición de la Eurocopa.
Ronaldo, que abandonó entre lágrimas la final en el minuto 25, tras dos duras entradas de Dimitri Payet, volvió a llorar, pero esta vez de alegría cuando el árbitro inglés Mark Clattenburg señaló el final de la prórroga con triunfo de su selección gracias a un gol de Éder.
Luego, en la ceremonia de premiación, los portugueses hicieron el pasillo a los franceses cuando subieron a recoger sus medallas, entre la indiferencia general de un estadio que no salía de su asombro.
Y llegó el turno de Portugal. Y curiosamente, fue Ángel María Villar, presidente de la Federación Española y máximo dirigente en funciones de la UEFA, hasta que en septiembre se celebren elecciones, el que entregó la Copa a Ronaldo, que la alzó al cielo de París. Sin dolor por la lesión, ni tristeza, el madridista completa su palmarés y Portugal ya está entre los campeones.
Éder: "Cristiano me dijo que iba a marcar"
Éder, delantero luso-guineano de la selección de Portugal, confesó que Cristiano Ronaldo, le dijo que iba a marcar y decidir la final en favor de los lusos.
"Me dijo que sería yo el que iba a hacer el gol de la victoria. Me pasó esa fuerza, esa energía de él. Fue muy importante marcar, fue muy trabajado por nuestro equipo desde el inicio del Europeo, Fuimos espectaculares. El pueblo portugués merece", manifestó a la televisión estatal lusa RTP.
Éder, del Lille francés, entró en el 79 por Renato Sanches y anotó el tanto del triunfo en el 109 de un fuerte derechazo.
Éderzito António Macedo Lopes ha jugado 29 encuentros internacionales con Portugal y ha marcado cuatro goles
Cristiano abandona llorando el terreno de juego
Cristiano Ronaldo abandonó el terreno de juego en el minuto 25 de la final de la Eurocopa que disputaron Portugal y Francia en Saint Denis.
El capitán recibió dos duras entradas del francés Dimitri Payet, en los minutos 8 y 16, fue atendido en ambas ocasiones en la banda, pero regresó cojeando y poco después pidió el cambio, Tiró el brazalete al césped y abandonó en camilla y llorando el terreno de juego, sustituido por Ricardo Quresma.
Madre de Ronaldo: "En el fútbol no se trata de hacer daño al rival"
Dolores Aveiro, madre de Cristiano Ronaldo, lamentó la lesión de hijo, que tuvo que dejar la final de la Eurocopa por una dura entrada del francés Dimitri Payet, y denunció que el fútbol no se trata de hacer "daño al rival".
"No puedo ver a mi hijo así. El fútbol se trata de golpear el balón y no de hacer daño al rival", denunció Aveiro en la red social 'Twitter'.
Así jugó la selección francesa en la final de la Eurocopa 2016:
Lloris (6): Hasta el disparo desde fuera del área de Éder en el minuto 109 que dio el título a Portugal, el capitán francés cuajó una buena actuación en la final. Lloris se mostró seguro incluso despejando de cabeza fuera del área y rápido de reflejos en una doble ocasión portuguesa en el minuto 79. Pero nunca olvidará el gol desde 25 metros que valió una Eurocopa.
Sagna (4): No tuvo su mejor noche el lateral del Manchester City pues, aunque no cometió errores defensivos, no presentó ningún peligro por la banda derecha.
Koscielny (4): Flojo en los marcajes aéreos pero sin grandes errores durante el tiempo reglamentario. Atajó con precisión de cirujano un peligroso contraataque de Portugal al borde de la prórroga pero se dejó engañar en el regate que habilitó a Éder para marcar. Vio una tarjeta amarilla por una mano en el tiempo añadido.
Umtiti (5): El nuevo fichaje del Barcelona no buscó complicaciones, tocado en corto en paralelo o despejando en largo si la ocasión lo exigía. En negativo, le dio un pisotón a Nani al final de la primera parte y vio una amarilla en el tramo final del encuentro.
Evra (5): El poco peligro que presentó Portugal llegó por la banda izquierda que tapaba Evra. No cometió grandes fallos pero apenas se incorporó al ataque y no impuso su veteranía para ordenar el juego de los "bleus".
Matuidi (4): Con más coraje que técnica, el centrocampista del París Saint-Germain (PSG) estuvo casi desaparecido durante todo el encuentro y no muy afinado en los centros largos buscando a Griezmann, Giroud y Gignac. Vio una amarilla por juego peligroso en el minuto 97.
Pogba (3): Salvando una ligera ocasión en el minuto 21, estuvo invisible durante el resto del partido. No logró conectar el musculoso centro del campo francés con la delantera. Tampoco apareció en los balones aéreos ni lo intentó desde larga distancia. Vio una tarjeta amarilla y confirmó que esta no ha sido su Eurocopa.
Sissoko (7): El mejor de los franceses, hizo de sus disparos largos el mejor elemento de peligro de su selección. Lo intentó con criterio con disparos de media y larga distancia y obligó a esforzarse a Rui Costa. En negativo, protagonizó una fea entrada a Pepe al inicio de la segunda parte.
Griezmann (6): El máximo goleador del campeonato -6 tantos- disfrutó de una buena ocasión al inicio del partido y estuvo a punto de marcar al principio de la segunda parte.
Payet (1): Su actuación quedó empañada por sus malas artes contra Cristiano Ronaldo, al que lesionó con dos fuertes golpes en la rodilla, privando a los portugueses de su gran estrella en el minuto 25. Recibió una soberbia pitada al ser sustituido por Coman el en minuto 58.
Giroud (5): Activo pero inofensivo, tuvo en sus botas el gol de la victoria en el minuto 75, pero estrelló su disparo en el guardameta Rui Costa. Instantes después fue sustituido por Gignac.
Coman (6): Entró en sustitución de Payet en el minuto 58 y aportó frescura al centro del campo de Francia.
Gignac (6): Entró en el minuto 75 por Giroud y en el 92 tuvo la gran oportunidad de su vida cuando caracoleó en la esquina del área pequeña, sentó a Pepe y a Fonte y estrelló en el palo un balón que habría dado el título a los suyos.
Una fiesta del fútbol blindada
Con más policía que de costumbre y menos ambiente de lo que cabría esperar en el Estadio de Francia, las pletinas de David Guetta sirvieron hoy de aperitivo a los 81.000 espectadores congregados para seguir en vivo la final de la Eurocopa entre el Portugal y Francia a las afueras de París.
La gran fiesta del fútbol europeo, controlada al milímetro por la UEFA y las autoridades francesas ante la amenaza terrorista que pesa sobre el torneo, fue menos apoteósica de lo se ha visto en partidos de selecciones pequeñas, como Irlanda del Norte, Islandia o Irlanda, que dejaron el listón muy alto.
Prueba de ello es que franceses y lusos se apropiaron del grito gutural con palmadas con el que los islandeses animaban a los sus vikingos.
La timorata atmósfera se explica, en parte, porque el público local llegó como un goteo al estadio, en lugar de como una marea como ha ocurrido con hinchadas foráneas, que suelen concentrarse para acudir en masa al estadio.
Tres cuartas partes de lo mismo ocurrió con los aficionados lusos pues París -y sus alrededores- está considerada como la tercera ciudad con más población portuguesa, por detrás de Lisboa y Oporto.
Pero también limitó la explosión de júbilo los obligados controles de seguridad, reforzados en el último partido de la Eurocopa con 1.300 policías solo en el recinto y sus aledaños y 6.800 agentes desplegados en toda la ciudad.
Aunque no faltaron disfraces estrambóticos, banderas gigantes y pelucas estridentes en el estadio, la fiesta se trasladó a los pies de la Torre Eiffel, donde está instalada la zona de hinchas. Y tras el partido, la alegría inundará los Campos Elíseos en un día en que en Francia se respira fútbol.
Sirva de ejemplo que hasta los presentadores de la cadena gala de información 24 horas "BFM TV" trabajaron el día de la final enfundados en la elástica "bleu", incluido el hombre del tiempo.
Durante el calentamiento, mientras que las polillas que acompañan al verano parisino asediaban a Cristiano Ronaldo, visiblemente contrariado, los franceses demostraron ser una abrumadora mayoría.
El exinternacional español Xavi Hernández fue el encargado de colocar la ansiada copa junto, instantes antes de que el DJ francés David Guetta y la cantante sueca Zara Larsson, acompañados por 480 bailarines, 250 músicos y un mosaico gigante en las gradas del estadio, pusieran fin a los preliminares y dieran paso a los himnos. Los franceses, de nuevo, recordaron que juegan en casa al entonar a capela "La Marsellesa".
Mientras tanto, se fue poblando el palco de autoridades, donde se congregaron el presidente en funciones de la UEFA, Ángel María Villar, el máximo responsable de la UEFA, Gianni Infantino, el jefe del Estado francés, François Hollande, su homólogo portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, y los primeros ministros de ambos países, Manuel Valls y Antonio Costa, así como el príncipe Alberto II de Mónaco o el presidente sudafricano Jacob Zuma.
Todo ello aderezado en la distancia con un mensaje de uno de los grandes ausentes del partido, el delantero francés del Real Madrid Karim Benzema, apartado de la selección por sus problemas judiciales.
"Todos con los 'bleus' esta noche. ??¡Vamos chicos!!!", lanzó Benzema en Twitter poco antes del inicio del duelo