12 de agosto 2023
John Oliver, presentador y cómico británico nacionalizado estadounidense, formuló una observación aguda y reveladora sobre las criptomonedas, al caracterizarlas como “todo lo que no entiendes del dinero, combinado con todo lo que no entiendes sobre informática”. Esta declaración, lejos de ser una mera ocurrencia humorística, encapsula con gran elocuencia la complejidad multifacética y la naturaleza enigmática de las criptomonedas.
La comparación de John Oliver refleja también la convergencia de disciplinas como la economía y la informática, y destaca la inaccesibilidad inherente de estos conceptos para el público en general. Esta falta de comprensión no se limita a una mera confusión: ha tenido repercusiones palpables en los mercados financieros, manifestándose en diversas burbujas financieras relacionadas con las criptomonedas.
El precio de un bitcóin (una criptomoneda) ascendió a casi 20 000 dólares en diciembre del 2017, antes de desplomarse a menos de un quinto de su valor al año siguiente. El precio era de 19 395 dólares a 18 de diciembre del 2017 y 3 220 dólares a 16 de diciembre del 2018.
Esta fue una de las últimas series de microburbujas por las que ha pasado el precio del bitcóin desde que la criptomoneda irrumpió en el año 2009.
WorldCoin es un ambicioso experimento que incluye inteligencia artificial
A finales de julio del 2023 se lanzó WorldCoin, un ecosistema cripto obra de Sam Altman y Alex Blania.
Altman, director ejecutivo de OpenAI, es un emprendedor clave en el avance de la inteligencia artificial (IA), incluyendo desarrollos como ChatGPT.
En cuanto a Blania, es cofundador de Tools For Humanity, una empresa tecnológica que propone desarrollar herramientas para un sistema económico más justo.
WorldCoin representa un ambicioso experimento en la intersección de criptomonedas, tecnología e IA, cuya viabilidad e impacto están aún por determinarse.
Cautela ante el futuro de WorldCoin
Siguiendo modelos teóricos sobre la formación de burbujas especulativas, WorldCoin podría transitar las clásicas etapas de entusiasmo inicial en un grupo reducido, expansión a un público más amplio, euforia mediática y, finalmente, contracción.
Aunque sólo el tiempo dirá si esto efectivamente ocurre o si WorldCoin logra consolidar un proyecto sostenible, un análisis prudente sugiere cautela ante el potencial especulativo y monitorizar de cerca métricas sobre la adopción real de la tecnología, flujos de capital y opiniones de expertos. Un sano escepticismo permite equilibrar el potencial innovador de iniciativas como ésta con los riesgos inherentes en los albores de toda tecnología disruptiva.
No quiero apostar, pero podría decir que con WorldCoin estamos asistiendo a la fase donde la idea se expande y se hace popular, los medios de comunicación se hacen eco y el público se une.
Qué es WorldCoin y cómo funciona
WorldCoin es una ambiciosa iniciativa cripto que aspira a crear un sistema financiero global inclusivo, no sólo otra criptomoneda. Su enfoque es construir todo un ecosistema que permita el acceso igualitario a servicios financieros avanzados. Porque WorldCoin aspira nada menos que a democratizar las criptomonedas facilitando su adopción masiva.
Su objetivo es eliminar las barreras típicas como la complejidad tecnológica y la necesidad de conocimientos financieros avanzados. De esta forma, buscan que cualquier persona, sin importar su ubicación o educación, pueda acceder y participar en la economía digital global.
Una visión ambiciosa, pero necesaria para materializar el potencial inclusivo de las criptomonedas.
Un sistema global de identificación personal
WorldCoin es una criptomoneda que utiliza la tecnología blockchain. La blockchain es una base de datos compartida y descentralizada que registra todas las transacciones de la moneda. Esto hace que WorldCoin sea transparente, segura y confiable.
Lo que distingue a WorldCoin de otras criptomonedas es su énfasis en la identidad digital y la verificación. WorldCoin utiliza un proceso de verificación único para garantizar que cada participante es una persona real: escanear el iris de los usuarios. Así consigue una confirmación biométrica de estar tratando con seres humanos.
Esto hace que WorldCoin presente una dualidad interesante: por un lado es una criptomoneda pero, por otro, puede verse como un sistema global de identificación digital. Esta doble naturaleza es clave para entender el amplio alcance de su propuesta más allá del mundo de las finanzas.
WorldCoin no se limita a ser una moneda para comprar y vender bienes. La visión es que funcione como una plataforma para una variedad de aplicaciones financieras y sociales. Desde la dimensión social y, en concreto, en relación a la identidad digital, esta representa un concepto crucial y complementario en la conversación sobre criptomonedas y la complejidad tecnológica que las rodea.
Después de todo, en la medida en que la tecnología financiera y la informática avanzan hacia un paradigma más complejo junto con la IA, la necesidad de una identidad segura y verificable es cada vez más necesaria.
Cuando hablamos de identidad digital nos referimos a la representación en línea de una persona, organización o dispositivo. Incluye una serie de atributos y credenciales verificables, como el nombre, la dirección de correo electrónico, la fecha de nacimiento y la dirección IP.
Una renta básica universal no puede vulnerar derechos individuales
Antes de avanzar, WorldCoin debe abordar las implicaciones éticas y abusos potenciales de este experimento global. La utopía de una renta básica universal no puede lograrse a costa de vulnerar derechos individuales y colectivos, especialmente en naciones históricamente oprimidas. Un enfoque descolonizador exige cuestionar quién se beneficia realmente de esta iniciativa y bajo qué condiciones se despliega sobre el terreno.
Por otra parte, uno no sabe qué pensar ante este tipo de iniciativas. Puede ser una iniciativa visionaria que resuelva un problema serio como es el de la identidad digital en línea, implementar exitosamente una renta básica universal y convertirse en la plataforma descentralizada que permita múltiples funciones y usos. Pero también podría tratarse de una iniciativa de empresarios sin escrúpulos. Quizá lo correcto sea pensar que ambos extremos son exagerados y que la realidad está en un punto intermedio.
Sea como fuere, WorldCoin es una apuesta ambiciosa para democratizar las criptomonedas, con una visión inclusiva que podría transformar el sistema financiero global. Pero su prometedora premisa enfrenta desafíos en materia de seguridad, regulación y ética que aún no tienen solución clara.
Es importante ser conscientes de los riesgos encubiertos, pero también es importante recordar el potencial transformador de esta tecnología. Como con todo, solo la decisión informada de sus usuarios servirá como tribunal de WorldCoin.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original titulado: ¿Es WorldCoin una criptoburbuja en ciernes o una tecnología transformadora? Aníbal M. Astobiza, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea