20 de abril 2022
La traducción audiovisual didáctica consiste en la utilización de las diversas modalidades de traducción audiovisual (subtitulación, doblaje, audiodescripción, voces superpuestas, etc.) como recurso didáctico en el aprendizaje de una lengua extranjera.
Hoy en día, gran parte de la comunicación es audiovisual (y la mayoría de los contenidos producidos y recibidos diariamente son en formato audiovisual y en entornos en línea). Por eso, el uso activo del vídeo, que incluya la mediación como elemento clave de la tarea, proporciona un alto grado de autenticidad al entorno de aprendizaje de una lengua extranjera.
Usando la traducción audiovisual, los alumnos añaden subtítulos, graban sus voces y desarrollan una conciencia necesaria sobre accesibilidad. Además, pueden compartir los productos finales con compañeros, amigos o familiares, mostrándoles el resultado de su trabajo.
Es una actividad que promueve el principio de autonomía del alumnado y el desarrollo de la competencia de que aprendan a aprender. También fomenta el uso de la lengua extranjera como herramienta comunicativa, lo que facilita la adquisición de conocimientos, competencias y habilidades.
La traducción audiovisual didáctica ayuda a aumentar el interés del alumnado por el idioma. Les da una razón clara para comunicarse al incluir temas de interés social (que pueden, además, estar relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible). Crea una atmósfera fácilmente reconocible (tecnología y medios audiovisuales), innovadora, plenamente activa y motivadora, que proporciona una mayor autosuficiencia al estudiante en su proceso de aprendizaje.
De apoyo a herramienta activa
Los inicios de la traducción audiovisual didáctica se remontan a la década de 1980, cuando una serie de educadores e investigadores comenzaron a analizar el uso de los subtítulos como apoyo en laboratorios lingüísticos para mejorar diversas destrezas. Más adelante, a comienzos del S. XXI, la subtitulación comenzó a aplicarse además como herramienta activa, aunque siguió utilizándose también como recurso de apoyo.
La mayoría de las modalidades de traducción audiovisual se pueden aplicar en el entorno educativo; se han probado y analizado tanto en las aulas como en entornos en línea. Entre ellas, la subtitulación didáctica ha sido una de las modalidades más utilizadas e investigadas.
De hecho, se ha demostrado que existen múltiples beneficios procedentes de varias combinaciones de subtítulos: interlingüísticos (es decir, de la lengua extrajera a la nativa o viceversa); intralingüísticos (subtitular en la propia lengua extranjera) y en formato creativo, es decir, reinventando el original aplicando el humor en cualquiera de las direcciones (de la extranjera a la nativa o viceversa, o en propia lengua extranjera).
Eficacia probada
En cualquiera de sus formas, la subtitulación didáctica facilita la enseñanza y aprendizaje del idioma y fomenta el desarrollo de la competencia comunicativa de modo integrado, tal y como han probado diversos estudios e investigadores en las últimas dos décadas.
Aunque algo menos estudiadas y aplicadas, el resto de modalidades de traducción audiovisual didáctica (doblaje, audiodescripción, voces superpuestas, comentario libre y subtítulos para sordos) han dado buena cuenta de sus beneficios pedagógicos, relativos no solo a la mejora de diversas destrezas y competencias, sino también al desarrollo de:
- La competencia intercultural.
- Las destrezas transversales (tecnológicas, audiovisuales).
- Las destrezas de concienciación sobre valores sociales y cívicos. Pueden tratarse temas como la accesibilidad y otros asuntos de relevancia social incluidos en los vídeos seleccionados para las actividades, como pueden ser el racismo, el género o la diversidad funcional.
Asimismo, se ha probado su aplicación en entornos de educación bilingüe en educación primaria y secundaria, con resultados muy prometedores.
Investigaciones en curso
Diversos proyectos a nivel europeo y nacional (como LeViS, ClipFlair, Babelium y PluriTAV) han explorado la traducción audiovisual didáctica en la última década. Lo han hecho desde distintos puntos de vista, desde la creación de una plataforma ad hoc (ClipFlair), hasta su combinación con el aprendizaje plurilingüe (PluriTAV).
En junio de 2020 arrancó un nuevo proyecto: TRADILEX (de Traducción audiovisual como recurso didáctico en el aprendizaje de lenguas extranjeras). En él, se combinan actividades colaborativas y multimodales: un aprendizaje multisensorial que busca beneficiar a alumnos con diferentes modos de aprendizaje (lingüístico, espacial, interpersonal, etc.) y multiplicar el impacto pedagógico de la traducción audiovisual didáctica.
La metodología que TRADILEX ha desarrollado, y está evaluando e implementando en una plataforma en línea, puede ayudar cubrir las demandas del actual escenario de educación plurilingüe en entornos en línea, híbridos o presenciales.
La traducción audiovisual didáctica no espera ser la solución definitiva al aprendizaje de idiomas, pero sí un recurso de apoyo para la mejora de competencias y para el desarrollo de destrezas transversales y de transmisión de valores. Todo esto la convierte en una actividad pedagógica de gran utilidad y en constante actualización (dada su naturaleza multimodal, multilingüe, audiovisual y tecnológica).
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La motivación intrínseca de la realización de actividades de traducción audiovisual didáctica, en las que además se puede ver un resultado tangible al instante (un breve vídeo subtitulado, doblado, etc.), que puede ser incluso compartido fuera del entorno educativo, atrae ya desde hace años el interés de un buen número de docentes de idiomas, alumnos e investigadores.
*Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.Noa Talaván Zanón, Profesora titular Filología. Especialista en Traducción Audiovisual Didáctica, UNED - Universidad Nacional de Educación a Distancia