25 de octubre 2022
Un concierto que “tocará las fibras de los corazones” de los asistentes es lo que promete el cantautor nicaragüense Hernaldo Zúñiga, en su regreso a Costa Rica, el próximo 25 de noviembre en el teatro Eugene O Neill. Las entradas tendrán un costo único de 56 500 colones, equivalentes a unos 89 dólares.
El concierto será un recorrido en la máquina del tiempo de las baladas de Zúñiga, quien dará un repaso de sus éxitos mundiales como: “Procuro olvidarte”; “Insoportablemente Bella”; “Mentira”; “En el mismo tren”; “No tengo más patria que tu corazón”.
Además de las inolvidables “¿Cómo te va, mi amor?” —popularizada por el trío Pandora—; y “Siempre”, un gran éxito del cantante mexicano Manuel Mijares. Para sus seguidores más recientes, cantará una de las canciones más simbólicas de la rebelión cívica de 2018, en Nicaragua: “Se van”.
Zúñiga es uno de los artistas nicaragüenses más queridos y reconocidos en el mundo. Nació en Managua, pero se crió en Masaya. Su personalidad y cercanía con su pueblo es lo que mantiene viva la fidelidad de sus seguidores nicaragüenses.
Este concierto será lo más cercano que estará de su país natal, ya que no puede entrar a Nicaragua por orden del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes han vetado a artistas y escritores que piden libertad y respeto de los derechos humanos en el país.
Zúñiga se ha mostrado a “favor de la gente que legítimamente pide libertad” en Nicaragua, y su música se convirtió en una especie de banda sonora de las protestas cívicas de 2018.
En una entrevista con la revista Niú en 2019, Hernaldo dejó clara su posición como artista y nicaragüense: “Nicaragua es la anatomía de un fracaso. Es un fracaso social, es un fracaso político, donde el responsable único no es Daniel Ortega. Hay una corresponsabilidad histórica para que después de tantos años estemos así, con un país tan rico como el nuestro, con una situación geopolítica verdaderamente envidiable”.
“Me ha afectado muchísimo. Cada muerto me ha dolido como si fuera un hermano mío. Y cada herido y cada preso político. Es una mezcla de decepción, frustraciones. Me ha producido muchos problemas de orden emocional, creativos, en mi trabajo estoy muy afectado. Además de sentir que uno puede hacer poco”, reveló.
“Una vez más la vida me ha puesto como un testigo protagonista de esa tragedia, de esa crisis tan compleja, tan complicada. Me duele Nicaragua. Mucho. Nicaragua en el fondo es un dolor que siempre ha estado ahí”, subrayó el artista.