9 de febrero 2024
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes en 2017, considera que en la literatura los grandes temas son el amor, la locura, la muerte y el poder, y a él le interesan todos, pero el poder es su “gran fascinación”.
“En la literatura, los temas fundamentales son pocos, pero esenciales: el amor, la locura y la muerte, y falta uno muy importante en Latinoamérica, que es el poder”, afirmó este viernes Ramírez, que participó en la ciudad de Málaga (sur de España) en el tercer festival literario de América y Europa ‘Escribidores’.
“Me interesan todos los temas, pero el poder es mi gran fascinación, cómo funciona frente a los que lo tienen y a los que no lo tienen, y las víctimas inocentes del poder desmesurado y arbitrario”, añadió.
Además, “la gente sufre separaciones, la cárcel o la muerte, sus vidas cambian, y ese sometimiento de las vidas al poder es apasionante”, según Ramírez, que vive exiliado desde 2021 debido a la persecución política por parte del Gobierno nicaragüense de Daniel Ortega y tiene nacionalidad española.
Durante su vida ha alternado la actividad literaria con la política y llegó a ser vicepresidente de su país de 1985 a 1990, con Daniel Ortega, pero aseguró que, incluso en esa etapa, “uno no deja nunca de ser escritor”.
Precisó que, si alguien le hubiera ofrecido un cargo de vicepresidente, diputado, ministro o candidato presidencial, “nunca” le habría “interesado dejar la escritura y entrar en la política ordinaria”.
La vida política de Sergio Ramírez
“Entré por la puerta de una revolución que proponía un cambio radical en el país, barrer una dictadura sanguinaria de medio siglo y hacer algo completamente nuevo”, subraya en referencia a la revolución sandinista, que derrocó a la dictadura de Anastasio Somoza en 1978.
Para Ramírez, la política “es un oficio completamente contradictorio” con la literatura y “la primera contradicción es que un político es un agente de relaciones públicas del régimen al que pertenece y la novela es lo contrario, el espacio crítico de libertad más absoluto”.
“Si estás ejerciendo el poder estás inhabilitado como novelista”, resaltó Ramírez, que sin embargo aseguró que en esos años nunca dejó “de ver el mundo como escritor”, aunque temía que, si seguía sin escribir, dejaría de serlo, y eso era su “terror”.
Por eso volvió a escribir en 1985, al tener la “certeza” de que “tenía que volver a la escritura, al terreno donde debería haber estado siempre”.
“El desafío a la democracia viene del crimen organizado”
Sobre la situación actual de la política en Latinoamérica, consideró que hay “elementos que no eran previsibles”, porque siempre hubo “partidos tradicionales, fuerzas emergentes, fraudes electorales y golpes de Estado militares”, pero “en el siglo XXI hay un nuevo elemento, que es el poder político del crimen organizado y eso no estaba previsto”.
“El desafío a la democracia viene del crimen organizado, que es una empresa político-militar-económica con gente muy preparada que lava dinero en entidades financieras y que está graduada en Yale o en Harvard”, conluyó.
Sergio Ramírez ha sufrido el destierro de su país y también le quitaron su nacionalidad, algo que consideró “muy grave”.
“La escritura es un refugio, un campo de seguridad que tienes. Sería más desgraciado viviendo fuera de Nicaragua si no fuera escritor”, aseguró.