4 de noviembre 2023
El maquillista Mynor Dávila Castellano pasó del fracaso al éxito en 28 días. Eso tardó en aprender una valiosa lección: “No se puede improvisar” en una audición de Miss Universo. El joven es el primer nicaragüense que formará parte de los maquillistas oficiales del concurso de belleza Miss Universo 2023, cuya gala final se celebrará el 18 de noviembre en El Salvador.
Dávila Castellano, de 28 años, partió este viernes 3 de noviembre hacia San Salvador. Serán quince días intensivos en los cuales el nicaragüense, junto con otros 35 especialistas de maquillaje y peinado, prepararán a las 95 candidatas en sus actividades diarias y la gala final del concurso.
El nicaragüense audicionó dos veces para entrar al selecto grupo de maquillistas. La primera fue en Venezuela, en agosto de 2023, pero solamente pasó un primer filtro y no pudo superar los dos restantes. Un mes después viajó a República Dominicana para otro intentó y logró superar los tres filtros.
“Al no clasificar, me sentía súper mal. En Venezuela, no conocía a mi modelo, no sabía el vestido que le iba a poner, los accesorios, no sabía nada. El día de la audición fue que la conocí, ese es un grave error, porque no podés improvisar en una audición”, admite el maquillista.
“Unos 28 días después viaje a República Dominicana. Durante ese tiempo me contacté con gente de allá para que me consiguiera una modelo. Yo llevé mis vestidos y comencé a indagar todos los detalles. (Analicé) qué hice mal en Venezuela, para hacerlo bien en Dominicana, me prepare y resultó”, detalla.
Maquillistas de 12 países del mundo en Miss Universo
La línea oficial de Miss Universo Muba Cosmetics es la encargada de seleccionar a los maquillistas del llamado “Glam Team” (equipo glamoroso), que atienden a las candidatas. Este año participaron unos 1034 especialistas y fueron seleccionados sólo 36 de 12 países. Los otros cuatro profesionales son parte de la empresa de cosméticos.
De los 36 seleccionados: ocho son Estados Unidos; seis de Venezuela; seis de Ecuador; cuatro de Perú; dos de Colombia; dos de Panamá; dos de España, dos de Puerto Rico; uno de México, uno de República Dominicana; uno de Filipinas; y Maynor Dávila, de Nicaragua.
Las audiciones, realizadas en 18 países, consisten en recibir una master class del director de la marca, André Felipe, quien enseña la técnica “look universal”. Los participantes tienen una hora práctica para replicar el método y se eligen a los 20 mejores.
Luego viene el filtro de peinado, los finalistas deben peinar a sus modelos y se eligen a los diez mejores. Luego van a la etapa de entrevistas y según sus personalidades eligen a cuatro o cinco finalistas oficiales.
Para una ronda final quedaron unos 70 maquillistas, de los cuales seleccionaron a la mitad basados en el mejor rendimiento y alcance en sus redes sociales, y la calidad de trabajo publicado en las mismas.
“Estoy cumpliendo mi sueño más grande”
Dávila, originario de Granada, ha dedicado la mitad de su vida al maquillaje como su oficio. Es reconocido por su trabajo en la “producción” —como llaman al maquillaje y peinado— de las actuales reinas nicaragüenses de belleza.
“Cuando estaba iniciando mi carrera de maquillaje, veía imposible maquillar en Miss Universo. Muchas veces lo miramos imposible porque nos preguntamos cómo vamos a llegar, cómo tenemos ese contacto directo para estar en Miss Universo. A raíz de que esta marca comenzó a hacer audiciones, yo dije ‘esta es mi oportunidad’ y trabajé por ella”, recuerda Dávila.
“Me siento orgulloso y feliz de ser el primer nicaragüense en ir a maquillar a Miss Universo. Todo el esfuerzo valió la pena. Hay muchos jóvenes, mujeres y adolescentes que son maquillistas y me ven como ejemplo a seguir y no puedo defraudarlos”, comenta.
El granadino desde niño tuvo interés por el maquillaje y usaba los cosméticos de su mamá a escondidas. Sin embargo, en su secundaria se inclinó por los deportes, y dejó a un lado el maquillaje por un tiempo.
“En cuarto año de secundaria, empiezo a solidificar mi personalidad. Inicialmente, me incline por el deporte quizás porque decían ‘como que este chavalo tiene unos ciertos modos’; pero a mis 14 o 15 años comencé a maquillar a mis compañeras de clase en los certámenes de belleza del colegio, comencé a sentir esa vibra, otra vez, por el maquillaje”. detalla el Mynor Dávila.
Estudiar o trabajar, el dilema de Mynor Dávila
En la secundaria, Mynor Dávila conoció a amigos que lo “influenciaron en el arte del transformismo”. “Me encantó y me empecé a ‘transformar’, además aprendí a maquillarme porque no me dejaban como yo quería”, relata.
Su sueño de adolescencia era “ser diseñador de modas”. Por eso, tras bachillerarse, comenzó a estudiar Diseño de Modas en modalidad sabatina en la Universidad del Valle, en Managua.
Paralelo a sus estudios, amistades y conocidos comenzaron a contratarlo para que los maquillara. Sin embargo, la mayoría de trabajos eran los sábados y tuvo que decidir entre trabajar o estudiar: se inclinó por su carrera de maquillaje.
Desde ese momento, Dávila se metió de lleno al mundo “beauty”, conoció a maestros en el maquillaje, se capacitó en el ámbito nacional e internacionalmente, e instaló su propio estudio de maquillaje.
“Mi primer estudio de maquillaje era pequeño, quizás, unos ocho ladrillos de largo por diez ladrillos de ancho. Me rentaron un espacio en un coworking, por Carretera a Masaya”, recuerda el joven.
“Sólo tenía —prosigue— un espejito redondo, una silla plástica y unas tablitas de madera. Me sentía feliz porque ya tenía estudió maquillaje, así lo recuerdo”.
Mynor Dávila tiene, en la actualidad, dos amplias salas de maquillaje dentro de su estudio, donde trabaja junto a ocho colaboradores.
Capacitaciones a otros nicaragüenses
Además, el estudio funciona como centro de enseñanza en las ramas de maquillaje y peinado. Al menos 1000 estudiantes han sido capacitados por Dávila.
Los cursos en el estudio duran cinco días y tienen su clase teórica. “Maquillo a una modelo, dictó la clase paso a paso y ellos (participantes) deben replicar en su modelo”, señala el joven.
El granadino dicta también cursos departamentales que consisten en un día intensivo de clases. “Llevó la temática que van a aprender, y es con un grupo grande”, subraya.
También ofrece clases VIP, “es una clase personalizada con un solo estudiante, quien escoge el día y el lugar de las clases”, agrega.
Los precios de los maquillaje y peinados son variados: 80 dólares para las jóvenes que se van a graduar o cumplir años. Entre 200 y 380 dólares para las quinceañeras. Entre 350 y 400 dólares para las novias.
“En mis inicios, a las vecinas de mi barrio les cobraba entre 100 y 150 córdobas por maquillaje y peinado”, rememora.
Tres intentos y una corona de Miss Gay Nicaragua
Mynor Dávila siempre ha perseverado cuando los triunfos no se le dan al primer intento. Participó tres veces en el certamen de belleza Miss Gay Nicaragua, hasta conseguirlo en 2020.
Su primera participación fue en 2012 cuando tenía 16 años, pero solamente quedó entre el grupo de las 20 candidatas, luego volvió a participar en el 2015 y quedó de primera finalista. En 2020 volvió a participar, arrasó con los premios —que incluía un vehículo— y se coronó como Miss Gay Nicaragua 2020.
“En 2020, me invitaron y me dije: ‘no más, ya tenés tu estudio, eso (concursar) era cuando tenías 18 años, ya sos un jóven de 26 años. Vas creciendo, mejor buscá cómo comprar tu carro’. Pero tenía esa chispita, así que participé y gané”, recuerda el maquillista.