21 de noviembre 2023
Darling Saraí Cruz Jirón, de 41 años, tiene una venta de frutas y caramelos desde hace casi dos décadas en una de las calles de la fresca Jinotega, al norte de Nicaragua. Los últimos días han sido particularmente notables para esta pequeña comerciante, cuyas ventas han incrementado considerablemente. “¡Me ha ido superbién!”, exclama con alegría. Detrás de este éxito está la nicaragüense Sheynnis Palacios Cornejo, recién coronada Miss Universo 2023.
Los compradores se acercan diciéndole a Cruz Jirón que es famosa, porque ha circulado en redes sociales una foto con la que –hace cinco años– Sheynnis pidió a sus seguidores que compraran frutas, discos y frituras a la comerciante que lamentaba las bajas ventas.
La noche en la que Palacios se convirtió en la primera nicaragüense y centroamericana en ganar la corona de Miss Universo, el 18 de noviembre, Cruz Jirón y su hija Allison, de 16 años, estaban frente al televisor viendo el certamen. Cada avance de la representante de Nicaragua generaba emociones intensas. “Tenía el corazón de fuera, emocionadísima… No sabía si llorar, si gritar o reír”, comparte en una entrevista a través de videollamada.
De la emoción por Miss Universo, no recordaba la foto
Alegre por el triunfo de la nicaragüense, Cruz Jirón no recordaba aquella foto ni se imaginaba el impacto que ahora tendría. En la mañana del lunes 20 habilitó los datos de internet en su celular y vio múltiples mensajes de amistades contándole de la publicación.
Cruz Jirón creyó que era una broma típica de los memes que inundan las redes, pero pronto confirmó que Sheynnis Palacios era la misma joven que, el 14 de noviembre de 2018, quiso ayudarle a impulsar las ventas.
“Ni me acordaba de esa foto. Tantos años de estar aquí y tanta gente que veo pasar por aquí, gente que viene y se va. No me imaginaba que ella guardaba esa foto, pues yo orgullosa y a la misma vez agradecida con ella”, expresa emocionada la pequeña comerciante.
Dos madres y una historia en común
Cruz Jirón recuerda a Sheynnis como una persona “humilde”, y aunque la conexión entre ambas fue casual, es una historia que destaca el gesto de apoyo de la ahora Miss Universo.
Pero Cruz Jirón se identifica más con la madre de Sheynnis, Raquel Cornejo, de quien estos días también se ha destacado su historia personal, vendiendo buñuelos y nacatamales para mantenerse a ella y su hija, ahora dueña de la corona del certamen de belleza más importante del mundo.
“Sin conocerla, porque sé qué difícil es ser madre y ver la necesidad de nuestros hijos… la felicito por ser una excelente madre”, afirma Cruz Jirón.
Desde su negocio en la misma esquina donde Sheynnis la conoció, la comerciante le aconseja que “cada meta que tenga en su cabeza, se la ponga primero a Dios… que siga adelante, que no se detenga, que sea siempre muy amistosa, respetuosa y amable, así como yo la conocí”.
La pequeña comerciante sonríe y agradece a Dios porque lunes y martes “me ha ido superbién y creo que vamos a seguir así, como Miss Universo, con esa vibra, con entusiasmo. Tengo que vender”.
*Este artículo se publicó originalmente en Mosaico CSI.