6 de julio 2023
El pasado 14 de junio, el cantante nicaragüense de ópera, Mario Rocha, y la nicaragüense radicada en Estados Unidos desde hace 35 años, Carla Mendoza, estrenaron el tema musical “Prohibido Olvidar”, una canción cuya letra nació originalmente como un poema que exigía justicia para las víctimas de la represión gubernamental en el contexto de las protestas cívicas de 2018 en Nicaragua.
“Es una canción que invita a no olvidar Abril 2018”
“Los hermanos de mi tierra”, se titula el poema que Carla escribió días después de enterarse del incendio — provocado por policías y paramilitares orteguistas — en el barrio Carlos Marx, el 16 de junio de 2018, en el que murieron seis miembros de la familia Velázquez Pavón.
“Sentí mucha impotencia cuando leí la noticia en Facebook. Me quebré y no podía creer que eso estaba sucediendo en mi país”, expresa Mendoza.
Prohibido olvidar aquel 19 de Abril,
en el que muchas Madres Nicaragüenses
más nunca volverán a sonreír,
por culpa de una bala asesina,
que a sus hijos dejó sin vida;
Gobierno tirano que tanta sangre derramó
y a su juventud sacrificó,
manchando nuestra hermosa bandera,
el Blanco de lágrimas ensangrentadas
y el Azul de sueños
que ya no se cumplirán.
Mendoza, Carla (2018). Fragmento. Los hermanos de mi tierra.
El poema siempre estuvo esperando convertirse en canción, de ahí que en una de sus estrofas originales se lea “Compatriota luchador, hoy te dedico esta canción”, explica el Maestro Mario Rocha, compositor musical e intérprete de “Prohibido olvidar”.
Para Mendoza y Rocha, esta canción busca inspirar a los nicaragüenses a seguir denunciando y continuar construyendo la memoria, para la no repetición de las injusticias cometidas por el Estado de Nicaragua desde 2018.
“El arte se ha convertido en una manera de contribuir a la lucha por la libertad de Nicaragua. El arte está obligado a decir la verdad”, asegura Rocha.
La solidaridad de la diáspora nicaragüense
La canción “Prohibido olvidar” también representa una muestra de la solidaridad y el apoyo que existe entre los nicaragüenses dentro y fuera del país.
“Muchos nicaragüenses al igual que yo, están radicados fuera de Nicaragua, pero no podemos ser indiferentes al dolor, también lo sentimos, y hemos intentado ayudar de muchas formas”, explica Mendoza, quien se exilió en EE. UU. junto a su familia en la década de los 80.
La producción musical de la canción se realizó en el estudio Tortuga
Music Récords en San José, Costa Rica, y fue posible gracias a la colaboración económica de los propios autores y otros nicaragüenses.
A raíz de esta colaboración, Carla Mendoza y el Maestro Mario Rocha, esperan continuar dando su aporte a la libertad de Nicaragua, por medio del arte.