7 de julio 2024
La surfista nicaragüense Candelaria Resano, de 18 años, arranca su rutina de entrenamiento a las 5:00 a. m. en las playas de Teahupo'o, en Tahití. La joven atleta pasa, al menos, ocho horas diarias dentro de las consideradas —por surfistas— como “olas más peligrosas del mundo”. Es parte de su preparación para representar a Nicaragua en los Juegos Olímpicos de París, que arrancan el 26 de julio de 2024.
Resano es la primera surfista nicaragüense que competirá en unos Juegos Olímpicos. El surf fue incluido como deporte acuático en las olimpiadas de Tokio 2020.
“Para mí es un honor representar a Nicaragua, he trabajado muy duro para llevar en alto a mi país, mi preparación no empezó hace un mes, sino hace cuatro años, cuando decidí que quería ser parte de estas olimpiadas. Y me esforcé mucho hasta clasificar”, relata Candelaria Resano.
A inicios de junio, la joven nicaragüense viajó a la isla de Tahití, en la Polinesia Francesa, donde se realizará la competencia olímpica de surf.
Estas playas son consideradas como unas de las más peligrosas del mundo para el surf, porque sus olas rompen sobre un fondo de coral poco profundo, donde cualquier surfista que caiga mal puede resultar herido, lesionado gravemente o muerto, según medios internacionales.
En julio de 2023, Candelaria Resano resultó con la nariz rota en esas playas, porque un surfista aficionado soltó su tabla y la golpeó, cuando participaba en un campamento que organizó la Asociación Internacional de Surf, para los posibles candidatos a clasificar para los Juegos Olímpicos.
En los JJ. OO., la nicaragüense competirá contra 23 atletas de todo el mundo. Es la única centroamericana en esta edición y su meta es “hacer historia, y traer la primera medalla olímpica (de surf) para Nicaragua”.
Clasificación de Candelaria Resano
Candelaria Resano clasificó para los JJ. OO. al obtener una de las dos “cuotas de universalidad” que otorga el Comité Olímpico Internacional (COI). La nicaragüense y el salvadoreño Bryan Pérez obtuvieron estos puestos, entre competidores de más de 50 países. El principal requisito era estar dentro de los surfistas más capacitados para merecerlo, y representar a un país que haya tenido poca representación en los juegos anteriores.
“Para entrar, tenía que haber quedado, como mínimo, en el top 30 en los últimos dos mundiales. Ellos ven quién sos y saber que tenés el nivel para estar en esas olimpiadas”, comenta la surfista.
“De todas las chicas —continúa—, vieron quién tenía los mejores resultados y el nivel más alto y ellos decidieron que yo los tenía. Me da mucho orgullo poder mostrarle al mundo lo que tiene Nicaragua”.
“El surf es mi pasión y escape de todo”
Candelaria Resano ha pasado la mayor parte de su vida en el agua buscando las mejores olas. A los seis años participó en su primera competencia en una playa en León, en el occidente de Nicaragua. Desde entonces su disciplina, su personalidad competitiva y su osadía a lanzarse a las olas más grandes la han consolidado como una de las atletas más completas del surf nicaragüense.
Su entrega al surf, ha traído consigo una serie de sacrificios, desde no asistir presencialmente al colegio y tomar clases en línea, hasta invertir sus ahorros para participar en los torneos.
La joven estudia a distancia en dos colegios extranjeros, que le permiten horarios flexibles y le imparten las clases en francés e inglés. Próximamente comenzará a estudiar Finanzas en la universidad “Point Loma Nazarene”.
“La vida de un atleta es muy exigente. En mi caso, estudio mucho y estoy a punto de entrar a la universidad; entonces, mi vida la balanceo entre los estudios y el deporte”, relata la joven.
“Si querés tomarte los estudios en serio, tenés que enfocarte; y si querés ser un atleta de alto rendimiento también tenés que meter todo”, subraya.
“Perdés un poco de vida social, pero lo importante es divertirse en los entrenamientos. A mí me divierte entrenar y saco mi diversión del surf”, añade.
Para dedicarse a este deporte, tanto Candelaria como su familia han dedicado sus esfuerzos y recursos para costear su participación en los campeonatos. En esta olimpiadas han contado con el apoyo del Comité Olímpico Nicaragüense.
Desde los tres años “montada en una tabla”
Desde que era una niña de tres años, la nicaragüense ya podía pararse en una tabla de surf. Ella comenzó a montar junto a su papá Manuel Resano, un argentino y entrenador de barcos de Vela, que llegó a Nicaragua en 2003 para desarrollar un proyecto de ese deporte en Granada. En el país, se enamoró de la española Beatriz del Caso, y se asentaron en la playa Popoyo, en Rivas.
La joven es parte de una familia con mujeres destacadas en el surfismo. Sus hermanas Valentina, de 20 años, y Máxima, de 15 años, se llevaron los primeros lugares en mundiales y campeonatos internacionales de surf. Sin embargo, de las tres, Candelaria es la que más lejos ha llegado.
Candelaria Resano cree que sus habilidades en la tabla se las “debe” a su playa local Popoyo. “Nicaragua y sus playas son mi hogar, es quien soy”, menciona.
A finales de 2023, la atleta logró posicionarse dentro de los primeros diez lugares de varios torneos internacionales:
- Medalla de bronce en el mundial de surf sub-18 en Brasil, en noviembre
- Quinto lugar en la categoría sénior en el Mundial Abierto de Surf, en El Salvador, en diciembre
- Séptimo lugar en los Juegos Panamericanos de Chile, en octubre.
Candelaria Resano aspira a una medalla de oro
En los Juegos Olímpicos París 2024, la nicaragüense competirá en la categoría “short board open damas” y aspira a llevarse “una medalla de oro”. Las competencias de surf van del 27 de julio al 4 de agosto. Está previsto que se desarrolle en cuatro días, pero se agregan otros cuatro días por si no hay buenas condiciones climáticas o buenas olas.
“Dos surfistas se meten 20 o 30 minutos al agua, agarran todas las olas que quieren y de ahí las dos mejores olas se puntúan del uno al diez, cada una. Luego se hace una sumatoria y la surfista con más puntos avanza a la siguiente ronda, al final la que tenga más puntos se queda en el campeonato. Son al menos unas cinco rondas”, detalla.
“Van a estar valorando las olas más grandes. Cuanto más grande es la ola y más tiempo estés dentro del tubo de agua, se gana más puntos”, destaca Candelaria Resano.
“Me siento privilegiada de saber que me he esforzado tanto y llegar a este punto. Hay tantos surfistas tan buenos en Nicaragua y no tienen representación porque todo es tan caro”, comenta.
“Se necesita —prosigue— de alguien que salga adelante y les muestre a las otras generaciones que sí se puede”.