26 de marzo 2022
Si las finanzas ya de por sí son un tema complicado para las parejas, lo es aún más cuando el ingreso se ve reducido porque uno de los dos deja de recibir salario, por un despido o por una renuncia.
Este último escenario le sucedió a una pareja que tiene 13 años de casada, a ella la llamaremos “Glenda” por cuestiones de privacidad. Su esposo trabajaba en una empresa donde el clima laboral estaba siendo demasiado tenso, pues la compañía no estaba alineada con sus valores, por tanto entre ambos decidieron que él renunciara.
Ya llevan alrededor de 8 meses con solo un salario, y ella resume la situación en una frase; “lo que te pasa, me pasa”.
De entrada “Glenda” deja claro que no solo es él o ella la afectada, sino ambos. “Esto para evitar reproches y ser más empáticos, porque a cualquiera le puede pasar”, comenta.
Para solventar todo lo que se debe pagar ahora con un solo salario, él busca trabajos propios temporales o con familiares, para lograr conseguir una parte que los ayude a completar sus gastos mensuales.
El fondo de emergencia también jugó un papel clave al momento en que se quedaron con un solo salario, pues todos los ahorros que tenían le permitieron mantenerse a flote, sobre todo en esos primeros meses cuando el cambio o la transición pueden ser más dura.
Para Jeanine Bonilla, doctora en psicología, en una situación como esta ambas personas lo afrontan desde distintas realidades, pero a las dos les afecta. Quien no tiene trabajo puede sentirse con ansiedad, preocupación o tener falta de aceptación “por qué a mí”. Por otro lado, quien todavía mantiene el empleo puede experimentar enojo o estrés contra su pareja. “Las dos personas se ponen nerviosas, ante esta situación quien todavía mantiene el empleo sería ideal que ayude al otro a mantener la calma, se pueden agarrar de la fe y la empatía de todos los miembros de la familia”, indica la psicóloga.
Lo positivo dentro de todo es que la pareja puede salir fortalecida. “Esta situación nos ha reforzado aún más que somos un equipo, que la pareja no los une solamente el amor que se tienen, también juegan un papel importante las metas, valores y el compromiso”, indica “Glenda”.
¿Qué hacer si estás atravesando esta situación?
Hay varias opciones financieras y personales que tenés para afrontar esta situación, como casi siempre todo depende de la pareja, de seleccionar con qué se sienten más cómodos y qué resuelve mejor sus dificultades. A continuación, te compartimos algunos tips:
No volver al pasado:
Lo primero y más importante para luego pasar a los siguientes pasos, es que aceptés lo que sucedió y dejes en paz el pasado. Es decir eliminar la idea de: “si hubiera hecho esto o si no hubiera hecho aquello”, pues de todas formas no lo podrás cambiar y lo único que queda es aprender.
En esta línea “Glenda” añade que se debe “cambiar esa idea de ¿por qué a mí? por el ¿para qué? ¿qué quieres que yo aprenda?, para no estancarse en el pasado, más bien que sirva de aprendizaje para el presente y futuro”, comenta.
Buscar opciones de ahorro:
Ahorrar no significa bajar los estándares de calidad en cosas realmente importantes, sino en investigar formas en que esos productos puedan quedarte más baratos.
Por ejemplo; una de las cosas que puso en marcha “Glenda” es que en vez de comprar carne en el supermercado –mismo lugar donde hacía sus compras–, pues entonces ahora va a la carnicería. Esto aplica también para las verduras o frutas, que son más baratas en mercados o ferias. Significa evidentemente más tiempo, movilización y menos comodidad a la hora de comprar, pero podés ahorrarte algunos centavos.
También se puede poner en práctica el uso de tarjetas de fidelización, es decir usar una tarjeta de gasolina para el vehículo y así obtenés un porcentaje de descuento, o las tarjetas de supermercados, entre otras.
Pueden existir varios detalles del día a día que a largo plazo hacen la diferencia, como ahorrar apagando las luces, cocinar en casa, consumir frutas de temporada, reutilizar etc.
“A veces uno se llena la cabeza de ideas, se carga de preocupaciones porque sentís que se te viene encima todo, pero es sentarse como pareja a evaluar qué se puede hacer con los recursos que se tienen”, afirma “Glenda”.
Priorizar metas:
Uno de los puntos más importantes y delicados en las parejas, incluso con dos salarios, es establecer las metas a cumplir, pues cada uno tiene sus propios objetivos y al contar solamente con un salario, generalmente no se pueden cumplir dos metas al mismo tiempo.
Glenda nos explica que en su caso, lo que hacen es primero diferenciar las metas familiares y las personales, y lo segundo es turnarse, primero uno y después el otro.
“Dentro de las metas familiares está en conjunto cubrir las necesidades de manera integral a nuestros hijos, eso incluye colegio, alimentación, vestimenta y recreación porque sabemos que es un derecho”, comenta “Glenda”.
Añade que con las metas personales de cada uno, el primer paso es que ambos conozcan los objetivos del otro. “Nos turnarnos porque para cumplir metas se demanda tiempo y dinero, un día vos un día yo, así es el matrimonio. Por ejemplo no podemos ponernos a estudiar al mismo tiempo porque ¿quién comparte tiempo con nuestros hijos? Lo importante es que toda la familia entienda, apoye y no carezca de atención en el proceso”, explica “Glenda”.
Hablar con las y los niños:
La psicóloga Jeanine Bonilla es clara y tajante cuando dice que a los niños siempre se les dice la verdad. “No con drama ni con gritos, solo comentando: “papá o mamá se quedó sin trabajo, y vamos a priorizar lo más necesario”.
Jeanine agrega que los niños también son parte de la familia, y tienen que practicar la empatía.
En este sentido Glenda comenta que en su caso, a sus hijos no les afectó esta situación. “Nosotros pensamos que nuestros hijos sentirían el golpe, pero gracias a Dios no ha sido así”, indica “Glenda”, quien acepta que hablar de temas financieros con los niños puede ser un tema complicado, pero que si se explica con transparencia y se les informa la razón de las cosas, “ellos entienden y valoran más”, comenta esta mamá.
Acudí a tu red de apoyo:
Otro de los consejos es que en esos momentos duros, es cuando tu red de apoyo es importante, no solo en cuestiones meramente de dinero, también en apoyo emocional y logístico. Que tus familiares o amigos cercanos te ayuden con una conexión gratuita a internet, con un ride a la oficina, o con cuidar de tu hijo o hija en algunos momentos etc.
“Es importante además que la persona le diga a sus más cercanos que no tiene un trabajo, porque así le va quitando dureza al asunto, y además las otras personas pueden ayudarlo a encontrar opciones de trabajo”, indica Jeanine.
Por último, “Glenda” aconseja a las parejas que aunque no estén pasando por una situación similar, es necesario que ya en este momento, puedan hablar de finanzas con sus parejas. “Para las parejas es difícil hablar del tema financiero porque no queremos decir cuánto ganamos y en qué gastamos, a veces porque ni nosotros sabemos en qué gastamos y nos da miedo que nos juzguen por haber gastado en “tonteras”, comenta “Glenda”.
Pero para superar las situaciones juntos, “es importante sincerarse y ser transparente”, concluye.
Recordá que la pareja es como un barco que va navegando a veces en aguas calmadas, otras en turbulencia, si ambos giran las velas y el timón hacia distintos puntos muy difícilmente avanzarán, pero si lo hacen hacia un mismo lado, probablemente saldrán de ese lugar no solo hacia aguas más tranquilas, sino también más limpias, profundas y con mejor clima.
*Este artículo fue publicado originalmente en el blog: Plata con Plática.