20 de agosto 2022
Su comportamiento en el trabajo puede afectar en gran medida su productividad, organización, éxito y relaciones con los demás. Los buenos hábitos de trabajo pueden ayudarle a desarrollar su carácter, obtener una buena experiencia laboral y ayudar a que sus líderes le visualicen para un ascenso a futuro…mientras que los malos hábitos pueden hacer lo contrario.
Es importante desarrollar una reputación que aporte y sea consecuente con lo que quiere lograr en su vida, los hábitos también influyen en la forma que se interactúa ya que tienen un impacto en las personas con las que se trabaja.
¿Qué son los malos hábitos de trabajo?
Los malos hábitos en el lugar de trabajo son comportamientos negativos que se han convertido en un patrón. Los malos hábitos afectan negativamente la imagen de una persona en el lugar de trabajo y la calidad de sus relaciones interpersonales.
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Basado en mi experiencia en diferentes ambientes de trabajo, comparto con ustedes una recopilación de 10 malos hábitos comunes, los cuales sugiero evitar si se quiere crecer profesionalmente:
1. Ser negativo/a:
Ser la nube negra en la oficina hace que se enluten otras cualidades. Según la OIT –Organización Internacional del Trabajo–, una de las competencias que buscan las organizaciones en la actualidad es la capacidad de motivar a otros. Esto proyecta profesionales resilientes, maduros que son parte de las soluciones.
¿Cómo mejorar?
Primero, adopte la gratitud como una forma de vida, le ayudará a aumentar su motivación. En segundo lugar, evite los pensamientos que lleven a la creación de negatividad, así como evite a las personas que den discursos negativos. Cuando suceda, cambie de tema y aporte un significado más útil a este tipo de conversaciones.
2. Criticar a jefes y colegas:
Hablar a espaldas de los demás no contribuye a una reputación profesional asertiva. Difundir críticas crea un mal ambiente de trabajo, ser el precursor/(a) de esos malos hábitos solo hace que los demás busquen cuidarse las espaldas de alguien que un día puede ser su verdugo. Es improbable que los líderes de una organización proyecten como líder a alguien que critique y juzgue a los demás de manera destructiva.
¿Cómo mejorar?
Si algo le incomoda busque los canales internos para abordar sus molestias, o bien busque a la persona directamente con quien tiene el malentendido, hágalo de una forma respetuosa, sin que las emociones le gobiernen. Escriba previamente los puntos que desea abordar para dar claridad a su mensaje. Esta acción no solo va a erradicar un mal hábito, si no también va a ayudar a fortalecer sus habilidades de comunicación y asertividad.
3. Ser individualista:
No compartir es sinónimo de egoísmo, alguien que no puede pertenecer o formar parte de un equipo difícilmente puede ser considerado/(a) para desafíos más grandes.
¿Cómo mejorar?
Practique el compartir ideas con otros. Recopile las ideas y hágalas parte de su proceso. Realice preguntas abiertas como: ¿qué piensas de esto? Integre opiniones e ideas y comparta de la misma forma para aportar en el desarrollo de otros.
4. Mala ortografía:
La comunicación escrita está en el día a día, hacerlo de una forma incorrecta afecta nuestra imagen y deja entre dicho el compromiso que se pueda tener con la excelencia y la atención a los detalles.
¿Cómo mejorar?
Leer es una forma efectiva de mejorar la ortografía. Adicionalmente, leer sus escritos detenidamente antes de enviarlos, ya sean por correos electrónicos, presentaciones en el trabajo o su comunicación incluso en WhatsApp u otros canales de comunicación. Todo lo que salga escrito de su persona debe ser revisado con detalle.
5. Optar por mentir en vez de disculparse:
Nadie es perfecto. Vamos a cometer errores, como bien decía Dale Carnegie: si se equivoca, discúlpese enfáticamente, pero caer en apuntar a otros, dar excusas o mentir, solo perjudica.
¿Cómo mejorar?
Si algo no sucedió como se esperaba o no cumplió con una fecha límite, discúlpese enfáticamente y corrija de inmediato.
6. Ser chismoso/(a):
El chisme puede entretener y muchos anhelar, pero quien lo esparce es catalogado de una sola forma, de chismoso/(a).
¿Cómo mejorar?
Antes de hablar, pregúntese: ¿Lo que pienso decir construirá o destruirá? ¿Lo que diré creará confianza o desconfianza en los demás? ¿Qué diría yo si se dijera esto de mí? Su retroalimentación interna guiará sus acciones.
7. No cumplir con su palabra:
Si se quiere ser tomado/(a) en serio, nuestro actuar en todo momento debe ser confiable.
¿Cómo mejorar?
No diga que sí a las solicitudes de forma impulsiva. Tómese el tiempo de revisar la fecha y hora para no dar una mala impresión, si aún haciendo lo anterior no puede cumplir por las variables externas, comuníquese de inmediato y reprograme. Si la solicitud es de su supervisor y requiere una fecha específica, organice las prioridades que deben cumplirse y si descubrió que el plazo de la solicitud puede ser desafiante, comunique su inquietud desde el principio.
8. Ser impuntual:
Si quiere crecer y evitar situaciones incómodas, la disciplina y la puntualidad son buenos hábitos por fortalecer.
¿Cómo mejorar?
Como primera acción, busque un método que le funcione a estar a tiempo en sus citas, realizar tareas y cumplir sus actividades. Es importante configurar algunos recordatorios en su teléfono, realizar listas e ir marcando lo que ya está hecho. ay aplicaciones para ayudar a organizar como Trello o One Note.
9. Descuido del cuidado personal:
La atención al detalle y el cumplimiento del código de vestimenta para cada situación, así como el comportamiento adecuado en cualquier entorno, fortalecerán en gran medida su marca personal.
¿Cómo mejorar?
Pídale a alguien que admire por su cuidado personal retroalimentación sobre lo que considera que usted debe de mejorar. Al recibir comentarios, podrá crear un plan de acción que le ayude a cumplir con el código de vestimenta acorde a cada situación. Mi madre siempre decía…, «cómo te ven te tratan». Es importante cuidar la imagen personal, por profesionalismo y también para sentirse bien consigo mismo.
10. Tener malas relaciones interpersonales:
Es posible que un ascenso en el trabajo venga con nuevos retos como tener personal a cargo. Una persona que no tiene buenas relaciones en el trabajo es alguien que carece de habilidades sociales como la empatía, la inteligencia emocional, la asertividad, la escucha activa y la comunicación, por lo que es difícil atribuir a las personas que tienen malos hábitos y generan mal ambiente una posición en la que se trata de liderar a otros.
¿Cómo mejorar?
En el trabajo es fácil abonar a las relaciones con las personas que uno siente afinidad. El mayor reto es buscar fortalecer las relaciones con uno que no es tan afín. A la larga, un líder debe guiar a diferentes personas con diferentes personalidades y temperamentos, por lo que ser abierto y objetivo es clave para construir relaciones significativas.
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Comience por almorzar con diferentes personas, elogie sinceramente a todos por su buen trabajo, intente incorporar las opiniones de otras personas en el trabajo para proyectos o tareas específicas, practique la escucha activa en las reuniones y hágase cercano de las personas con las que tiene poca relación.
Recuerde: «Nunca cambiarás tu vida hasta que cambies algo que haces a diario. El secreto de su éxito se encuentra en tu rutina diaria». John C. Maxwell.
*Este artículo fue publicado originalmente en: Plata con Plática