18 de mayo 2020
A 30 años de la fundación del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), la comunidad nicaragüense en España recuerda que los derechos humanos son una condición fundamental para la democracia.
Después de que un grupo de nicaragüenses, liderados por la abogada Vilma Núñez, comenzara hace 30 años su lucha por la defensa de los derechos humanos en Nicaragua, el Cenidh ha forjado una trayectoria sólida dentro y fuera del país. Ha acompañado todas las causas sin importarle el Gobierno de turno o el color partidario de los demandantes.
Desde sus inicios, abrió una nueva época en la promoción y defensa de los derechos humanos. Incentivó su popularización con una visión integral y promovió la participación del más amplio tejido comunitario, organizando una red nacional de promotores. Se pasó de una visión pasiva de la defensoría y la denuncia, a una empoderada, frente a las violaciones de la dignidad humana.
El Cenidh ha dado voz a las víctimas de violaciones de derechos humanos durante tres décadas, convirtiéndose en la organización de referencia y la última esperanza de quienes no confían en el Gobierno para hacer valer sus
derechos. De forma específica, ha defendido y visibilizado los derechos de las mujeres y los de la niñez en toda su trayectoria. Por eso, la dictadura orteguista ha cancelado la personalidad jurídica y confiscado sus bienes en un intento de borrar sus abusos y crímenes sistemáticos, particularmente los cometidos desde abril de 2018.
La comunidad nicaragüense en España reconoce el rol del Cenidh como defensora de los derechos humanos y pilar fundamental de una futura democracia en Nicaragua. Más aún en estos momentos en que el país se encuentra prisionero del orteguismo, quien ha asesinado más de 350 personas, encarcelado a miles y provocado el exilio forzado de más de 80 mil nicaragüenses.
Los derechos humanos en Nicaragua están bajo asedio constante y por ello la existencia de organizaciones como el Cenidh es más importante que nunca. Exigimos que le sea restituida su personalidad jurídica y devueltos sus bienes
para seguir defendiendo a quienes siguen sufriendo violaciones de sus derechos humanos.
Los derechos humanos pertenecen a los pueblos, y en el seno del pueblo nicaragüense está el Cenidh, con quien aprendimos que “derecho que no se defiende es derecho que se pierde”.
La comunidad nicaragüense en España solicita al Gobierno español que ejerza todas las acciones y medidas posibles para que el Cenidh pueda seguir con su misión, contribuyendo a la reconstrucción de la justicia y la defensa de los
derechos humanos, condición indispensable para la ayuda al desarrollo y la cooperación con el país.
Descarguen el pronunciamiento aquí.