20 de abril 2024
El nicaragüense Carlos Alberto García Suárez, opositor al Gobierno de Daniel Ortega y preso por participar en las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018, fue hallado muerto y quemado en el basurero municipal de Jinotepe. El Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (Grex) de Nicaragua relata quién es el exreo político y su vida, en un texto que reproducimos parcialmente:
Carlos Alberto García tenía 49 años, era zapatero de oficio, de nivel académico bachiller, originario de Jinotepe, Carazo, donde vivió toda su vida. Durante los últimos años de vida presentó problemas de alcoholismo. Fue encontrado muerto en un basurero con más del 90% de su cuerpo calcinado.
Carlos en el 2018 fue encarcelado a finales del mes de noviembre del 2018 y excarcelado el 20 de mayo del 2019. Estuvo recluido en la Galería 16 de la cárcel la Modelo de Tipitapa, lugar donde fue asesinado el Preso político Eddy Montes Praslim, el 16 de mayo del 2019.
Fue acusado, junto a la también caraceña, Delmis María Portocarrero Quijano. Eran señalados por supuestos delitos de secuestro, tortura, asalto, lesiones y tenencia ilegal de armas de fuego, en “perjuicio del Estado y sociedad nicaragüense” Según la acusación presentada por el Ministerio Publico.
La Policía los acusó de ser cabecillas del Tranque de San José y que junto a otros ciudadanos habrían secuestrado a Camilo Rosales Porras y Reynaldo Rosales Porras, hermanos, miembros de la Juventud Sandinista, quienes fueron trasladados al tranque ubicado en Colegio San José, “donde fueron torturados y despojados de sus pertenencias”.
Las acusaciones eran totalmente infundadas. Ellos, aunque fueron colaboradores de las personas que permanecieron en los tranques, su rol jamás fue de jefes. Debemos dejar claro que los Rosales Porras, son reconocidos paramilitares de Jinotepe, fueron capturados cuando atacaban el tranque de San José el 12 de junio del 2018 y luego fueron intercambiados por presos políticos que se encontraban en el Chipote, la Asociación Nacional Pro Derechos Humanos (ANPDH) y los sacerdotes de la localidad, coordinaron el intercambio de esos presos el día 14 de junio. En Carazo fueron detenidos por los siete rebeldes paramilitares, incluidos los Rosales Porras.
Antes de llegar a la Galería 16 de La Modelo donde llegó con deterioro en su salud, Carlos fue llevado a las celdas de tortura del antiguo Chipote, ubicado en los alrededores de Tiscapa. Con el apoyo de sus compañeros de prisión, recupero su salud y sufría al no ser visitado por nadie.
Se conoce que el único nexo familiar que tenía era con el policía Julio Espinoza Gallegos, porque fue pareja de una hermana de la mamá de Espinoza, con quien tuvo dos hijos.
Su casa estaba ubicada a cinco cuadras y medias del tranque de San José. El 12 de junio del 2018 día del primer ataque fuerte de las fuerzas represivas contra las barricadas o tranques de Jinotepe, la casa de Carlos García fue ocupada como refugio por jóvenes que se encontraban en los tranques, a partir de esa fecha, Carlos les brindo las facilidades para que su casa fuese ocupada por ellos.
Cuando se dio la operación limpieza, el 8 de julio del 2018, su casa fue fuertemente atacada por las fuerzas paramilitares del régimen orteguista.
El 16 de abril del 2024, se conoció por fuentes ciudadanas de Carazo, que en el vertedero municipal de Jinotepe, fue encontrado un cadáver con más del 90% de quemaduras en su cuerpo. Luego por otras fuentes conocimos que fue identificado por la familia como Carlos Alberto García Suárez, excarcelado político.
Sin mano criminal
En un reporte de los medios oficialistas se especificaba que el cuerpo estaba en estado “esquelético”.
Posteriormente confirmamos, que con la revisión superficial del Forense de la localidad (Doctor Sergio Cano), la Policía dictamino que no había mano criminal en la muerte atroz de Carlos Alberto.
El cuerpo fue encontrado en horas de la mañana y la orden de enterrarlo de manera inmediata fue dada por el forense. No se practicó ninguna autopsia, ni ningún procedimiento riguroso.
Carlos García, aunque era aficionado al consumo de licor, salió de su casa el domingo 14 de abril, a eso de las ocho de la mañana, bien bañado y vestido. Fue encontrado muerto el lunes 15 un poco antes del mediodía. A él lo encuentran quemado, sobre bolsas plásticas, que no estaban calcinadas ni nada a su alrededor.
Esto evidencia que el cadáver fue trasladado a ese lugar ya quemado, por lo tanto, si hay mano criminal.
Ciudadanos de Jinotepe confirman que Carlos mantenía sus posiciones políticas claras y que, en muchas ocasiones, había lanzado condenas abiertas y publicas a las fuerzas policiales, lo que era molesto para esta institución parcializada, convertida en aparato de defensa del régimen que nos oprime y persigue.
Pobladores también confirmaron que fueron sus propios familiares los que identificaron el cuerpo que estaba totalmente quemado, pero no en estado esquelético, como afirman los reportes.