1 de octubre 2022
Las autoridades locales y policiales permitieron que en León se realizaran las celebraciones en honor a San Jerónimo “doctor” durante los días 29 y 30 de septiembre. Mientras, en Masaya, prohibieron las procesiones de su patrono, San Jerónimo y copatrono, San Miguel Arcángel, a la vez que asediaron los templos y bloquearon los accesos a las parroquias, desplegando a más de cincuenta antimotines en actitud intimidatoria.
En León la procesión inició a las 8:00 a.m., saliendo del templo San Juan Bautista de Sutiaba hasta la Catedral, en un recorrido de unas 10 cuadras aproximadamente. La imagen estuvo fuertemente custodiada por elementos de la Policía de ese departamento, que estaban a la expectativa de dispersar cualquier alteración durante la celebración religiosa, realizada en un contexto de escalada represiva del Gobierno contra la Iglesia Católica, que ha prohibido varias procesiones por "razones de seguridad pública".
En Masaya la eucaristía en honor a San Jerónimo inició a las 10: 00 a.m. Los feligreses empezaron a congregarse desde muy temprano, y pese al asedio policial, el templo se llenó por completo, como ocurrió el pasado 20 de septiembre, en la bajada de la imagen.
Monseñor Sándigo encabezó procesión de León
En León, su obispo, monseñor Sócrates Sándigo, encabezó la procesión. Fanny Cáceres, quien participó en la celebración leonesa, lamentó que esta haya sido empañada por la situación sociopolítica que vive Nicaragua, y que principalmente, haya afectado al pueblo católico de Masaya, que no le permitieron celebrar sus fiestas patronales.
El operativo que la Policía desplegó en Masaya fue otro intento de la dictadura por sembrar el miedo entre los ciudadanos para impedir que disfrutarán su festividad, y de paso acallar a la Iglesia católica, sometida a una feroz persecución desde 2018, recrudecida en los últimos meses.
Represión no toca a la Diócesis de Monseñor Sándigo
Sin embargo, esa represión no ha impactado la Diócesis de León. Monseñor Sándigo ha permanecido indiferente, ni ha pronunciado una palabra respecto a los ataques que padecen sus homólogos, principalmente monseñor Rolando Álvarez, encargado de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, quien permanece en "casa por cárcel" desde hace más de un mes.
En cambio, a monseñor Sándigo se le ha visto acompañando a operadores de la dictadura en actividades municipales, como la inauguración del jardín de la catedral, llevada a cabo el pasado 12 de agosto.
Masaya es considerada un bastión de la resistencia frente al poder a lo largo de su historia. Fue víctima directa de la represión de la dictadura en 2018 cuando policías y paramilitares atacaron a civiles, causando la muerte de más de 30 personas, según reportes independientes.
En la actualidad, las autoridades mantienen un puesto de mando en el valiente barrio indígena de Monimbó, desde donde controlan parte de la zona que se levantó contra Ortega. A pesar de esa estricta vigilancia, en algunas paredes la población se ha desahogado escribiendo pintas como “Ortega asesino”.
*Colaboración de Voces en Libertad