Unos diez agentes —entre antimotines y de calle— de la Policía Nacional se apostaron por más de 45 minutos en las afueras de Radio Mi Voz, en León, para obstruir la salida del periodista y director de estación, Álvaro Montalván, quien acababa de grabar el programa radial de la una p.m.
El periodista y la radio han sido sujeto de amenazas y constante asedio policial y de fanáticos del régimen, desde finales de octubre de 2018, cuando el comunicador fue apresado y torturado por 30 horas.
Montalván comentó que “no se siente seguro” porque la radio se ubica a unos 150 metros de la estación policial de León, por lo que consideró que está en una “zona de riesgo” y no “puede moverse con libertad”.
“Nos hace tan vulnerables, que en 2018 nos quemaron un carro y hasta destruyeron las instalaciones de la radio”, comentó.
Persecución constante
Entre junio y julio de este año, cinco colaboradores de la radio han sido detenidos y sus equipos robados por la Policía de León. Asimismo, tres clientes que pautaban publicidad en la radio dejaron de hacerlo por amenazas de las autoridades y temor de ser tachados de “golpistas”.
En octubre de 2018, Montalván fue amenazado por el comisionado general Fidel Domínguez, jefe de la Policía de León, quien le advirtió que “si volvés abrir las tapas (boca), quien te envía al Chipote (cárcel) soy yo”.
En su denuncia pública, el periodista leonés añadió que teme que la Policía arremeta nuevamente contra la radio, su equipo o contra él mismo, ya el sábado pasado se apostaron frente a la radio.