26 de octubre 2021
El sacerdote Uriel Vallejos, párroco de la Parroquia Divina Misericordia de Sébaco, Matagalpa, afirmó en una homilía que no participará de los comicios en los que el régimen Ortega-Murillo busca reelegirse, pues, alerta, no existen las condiciones para que el proceso sea libre, justo, transparente, competitivo y observado.
“Este siete de noviembre mi huella estará limpia, como mi conciencia, porque se perdió la oportunidad de elegir en igualdad de oportunidades, donde la competencia se eliminó y se pusieron algunos de los mismos para hacer de oposición”, dijo el religioso durante una de sus homilías.
Afirmó que no será parte del proceso de votación para “no ser parte de algo que va en contra de los anhelos de miles y miles de nicaragüenses, por los encarcelados, por los exiliados, por los asesinados, por la pobreza extrema que vive muchas familias, porque no les alcanza para el sustento diario, por los emigrantes que a diario salen en caravanas en busca de una vida y de un futuro que esta patria bendita no le tiene”.
Desde mayo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo empezó a eliminar la competencia electoral encarcelando a opositores, periodistas y empresarios, entre ellos siete aspirantes a la presidencia, que pretendían competir en los comicios. Los precandidatos encarcelados son: Cristiana Chamorro, Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga, Medardo Mairena, Miguel Mora, Arturo Cruz y Noel Vidaurre.
Actualmente todos los poderes del Estado en Nicaragua se encuentran controlados por Ortega, incluyendo el Consejo Supremo Electoral (CSE) que ha cancelado la personería jurídica a tres partidos políticos que participarían en las elecciones: el Partido de Restauración Democrática (PRD), el Partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) y el Partido Conservador (PC).
La historia se repite
El párroco asegura que “la historia de Nicaragua se está repitiendo”, recordando los comicios de 1974, en los que el dictador Anastasio Somoza Debayle lanzó su reelección y ganó con casi el 92% de los votos.
“Las próximas votaciones son parecidas a las de 1974, donde el dictador de turno las organizó y la población las rechazó cerrando sus puertas para demostrar su descontento, pero fue tanta la desfachatez que el órgano electoral que lo dio como ganador, con el 92% que ellos mismos se recetaron. La historia, queridos hermanos, se repite hoy en esta patria”, advirtió el religioso.
Además exhortó a las instituciones del Estado de Nicaragua, entre estas: el CSE, la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Ejército de Nicaragua, Policía Nacional, indicándoles que “bienaventurados serían si hubiesen propiciado los espacios y condiciones necesarias para que todos hubiésemos participados en unas elecciones libres, justas, transparentes, competitivas y con observación internacional”.
Vallejos resalta que esa falta de condiciones para los comicios de noviembre que el régimen orteguista ha decidido mantener, pese a los llamados de organizaciones internacionales de derechos humanos, demuestran “el temor, el pavor al fracaso que tienen de que este pueblo, que ha amado la paz, les diga basta ya de farsa, basta ya de circo electoral, tuvieron miedo y su miedo no los deja ser libres y, ese mismo, los llevará a la ruina, al caos y la desaparición”.
El religioso culminó destacando, como hombre de fe y de esperanza, que “debemos continuar animando a nuestra nación y, como dijo monseñor Silvio Báez, afirmando que Nicaragua crucificada resucitará, resurgirá y se levantará como el ave fénix porque son muchos, miles de nicaragüenses, que amamos esta bendita patria y la queremos libre para trabajar en libertad, para amarnos como hermanos”.
CEN llama a “decidir con conciencia”
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) instó, el pasado 21 de octubre, a los nicaragüenses a que “desde el interior e inviolable dignidad de su conciencia” decidan si votan o no en las elecciones generales en las que el presidente Ortega busca su tercera reelección consecutiva con sus principales rivales detenidos.
En un comunicado recuerdan que para tener elecciones “libres, justas y transparentes” en Nicaragua, se necesita respetar los derechos humanos y priorizar la búsqueda del bien común,
La CEN también señala que “ante la situación que vivimos” cada nicaragüense debe decidir “para hacer lo que considere más justo y conveniente en este momento para Nicaragua”.
“Como lo hemos expresado en diversas ocasiones una auténtica democracia es el fruto de la aceptación convencida de los valores: la dignidad de toda persona, el respeto a los derechos humanos, la búsqueda del bien común como fin y criterio regulador de la vida política. Si no existe un consenso general sobre estos valores se pierde el significado de la democracia y se compromete su estabilidad”, indican en parte de la misiva.