21 de septiembre 2022
El cronista deportivo y preso político, Miguel Mendoza, inició una huelga de hambre para que el régimen orteguista permita la visita de su hija de nueve años, a quien no ve desde la noche del 21 de junio de 2021, previo a su detención en la cárcel de El Chipote, donde lo mantienen desde entonces.
En un comunicado, familiares de Mendoza advirtieron que “Miguel es un paciente crónico y ha perdido más de 30 libras. Por lo que esta medida pone en riesgo su salud y vida”.
Aclararon que “Miguel es consciente de los riesgos”, pero “considera que es la única salida que le han dejado en sus intentos por volver a ver a su hija, después de estos 475 días que equivalen más de 10 900 horas sin abrazar a su pequeña”.
Margin Pozo, esposa de Mendoza, relató en febrero pasado CONFIDENCIAL, que ella y Miguel habían decidido que, si él era encarcelado, no le contarían a la menor. Sin embargo, tres meses después del encierro del cronista deportivo, tuvo que decirle qué ocurría y ahora van juntas a dejarle agua a El Chipote, aunque esto en varias ocasiones le ha causado crisis por no poder ingresar a visitarlo.
“Me dice que lo extraña, que quiere ver su carita, que lo quiere abrazar, que le quiere decir que lo ama, lo extraña, que quiere volver a jugar con él”, indicó.
CONFIDENCIAL confirmó, con reportes de defensores de derechos humanos y familiares de los reos de conciencia, que al menos 18 menores de edad siguen sin ver o tener algún tipo de comunicación con sus padres, injustamente encarcelados en 2021.