Mi esposo es inocente, está siendo acusado injustamente y sin fundamento legal alguno, por el simple hecho de ejercer periodismo en nuestro país Nicaragua, por hacer uso de su derecho a informar, no obstante la Constitución de la República de Nicaragua garantiza tanto libertad de expresión como libertad de prensa.
Miguel Mora es un hombre honorable, quienes lo conocen saben que es una persona de principios, un profesional esforzado, goza de la credibilidad de la mayoría de los Nicaragüenses, con valores éticos y sobre todo valores cristianos, servimos a un Dios vivo: Jesucristo es nuestro Señor.
A dos meses de esta injusticia demando su pronta liberación.
Como es del conocimiento de todos, mientras Miguel estuvo secuestrado 40 días en Auxilio Judicial, cárcel conocida como “El chipote”, únicamente obtuve una oportunidad de visitarlo, solicité una orden judicial que me brindara ese derecho. Durante todo ese tiempo mantuvieron a Miguel en una celda deplorable, aislado, en ropa interior, sin luz, atentando contra su salud a consecuencia de las condiciones insalubres.
Luego de la audiencia inicial el pasado 31 de enero, lo trasladan al Sistema Penitenciario “la Modelo” internado en una celda de máxima seguridad, en el área llamada “la 300”, donde las condiciones no son nada distintas a las que tenía en el “chipote”. ¿Porqué ahí?, esa es la pregunta. No debieron detenerlo jamás porque no ha cometido ningún delito, mucho menos debieron ingresarlo a esas celdas, mi esposo no es un criminal, esas celdas son destinadas a reos de alta peligrosidad, son celdas para criminales como narcotraficantes, asesinos y violadores.
A dos meses de estar injustamente encarcelado junto con Lucia Pineda Ubau, periodista y jefa de prensa de 100% Noticias, ambos se mantienen firmes y con una fe inquebrantable que solo Dios puede dar.
Exijo por este medio su inmediata liberación junto con Lucia Pineda y todos los reos detenidos injustamente, acusados por delitos inexistentes en donde se violan de manera flagrante sus derechos garantizados en nuestra constitución política.
En el nombre de Jesús así sea.
Verónica Chávez de Mora