Una vez más los pueblos indígenas del Abya Yala enfrentan un proceso genocida que amenaza su existencia y derechos sobre sus territorios. Las comunidades tradicionales y pueblos indígenas de Nicaragua han permanecido en constantes invasiones a sus comunidades, víctimas de asesinatos y destrucción de extensas áreas de bosques. El rio se calla, pues su agua no corre más debido a la muerte sembrada por un segundo proceso de colonización que viene de lo interno, pues la violencia es perpetrada por grupos de colonos armados procedentes del Pacífico de Nicaragua, así como megaproyectos y empresas extractivistas que destruyen los bosques, lugares sagrados donde habitan física y espiritualmente los pueblos originarios de América.
En el mes de Enero de 2020, un grupo de 80 hombres armados invadieron la comunidad de Alal, perteneciente al pueblo indígena Mayagna. Esta comunidad se localiza en la Reserva de la Biosfera de Bosawas, declarada Patrimonio de la UNESCO en 1997. Durante la invasión fueron asesinadas seis personas y 10 fueron desaparecidas. Marconi Jarquin, sobreviviente a este ataque a su pueblo quedó parapléjico como consecuencia de la violencia a la que son sometidos y sometidas hombres y mujeres originarios en Nicaragua. En el mes de Marzo del año en curso fueron asesinados Dunis Rodolfo Morales, de 28 años, Mencho Bendlis, de 29 años y Nildo Dolores Gómez, de 30 años de la comunidad Mayagna de Wasakin. El 10 de Julio el pueblo Mayagna recibe otro ataque de colonos asesinando a Semeon Silva, de 26 años, e hiriendo de gravedad a Santos Gómez Pérez, de 50 años de edad en el territorio Mayagna Sauni Bu.
Las mujeres también son víctimas de la violencia machista que se expresa en los sistemas de dominación patriarcal y colonial, pues como Maria Mies señala, el cuerpo de las mujeres es objeto de una tercera colonización, junto con los Estados colonizados y el sometimiento a la naturaleza. En este sentido denunciamos la violencia que dejó marcas en el cuerpo de Diajaira Lacayo Wislow, mujer joven del pueblo Miskitu herida de bala en el rostro mientras se bañaba en un rio con otras personas de su pueblo. El ataque se dio durante el mes de Febrero de 2020. El 14 de Julio fue secuestrada, también por colonos, la joven de 16 años de edad Maria del Carmen Taylor Ingram, de la comunidad Sangni Laya, territorio Twi Yahbra en el Caribe Norte de Nicaragua.
Desde el colectivo de mujeres de Revista Amazonas y colectivos de mujeres de toda América nos pronunciamos contra los asesinatos a nuestros pueblos originarios que luchan y resisten hace más de 500 años. Los ataques a estos pueblos expresan la reproducción profunda del racismo, patriarcado y el colonialismo interno que cobra vidas en Nicaragua, donde estas muertes han sido silenciadas por décadas. Hacemos un llamado a la comunidad internacional, movimientos de mujeres y colectivos a posicionarnos contra estas muertes y violaciones de derechos que suceden en Nicaragua y en el resto de América. Exigimos al gobierno de Nicaragua adoptar acciones que protejan la vida de los pueblos tradicionales y detener el silenciamiento de estos asesinatos. Exigimos respeto a los territorios indígenas y comunidades tradicionales.