10 de octubre 2020
Compañerxs Eurodiputadxs:
He sabido de su reciente voto negativo a la Resolución del Parlamento Europeo del 8 de octubre sobre Nicaragua condenando la llamada Ley de Agentes Extranjeros, otra vuelta de tuerca en la represión política de un régimen totalitario, criminal y corrupto.
Como persona de izquierdas, solidaria e internacionalista, con estrechos vínculos en concreto con Nicaragua donde viví varios años y conservo muchas amistades, me resulta difícil de entender la postura oficial de Izquierda Unida de condescendencia con el régimen Ortega-Murillo.
Una izquierda que renuncia a poner los derechos humanos en el puesto de mando de su política internacional, en favor de viejas lealtades entre burócratas y oligarcas dizque revolucionarios, carece de autoridad moral alguna, siendo este el único activo que nunca deberíamos dejarnos arrebatar, ni siquiera en la peor de las derrotas.
La ceguera de su partido ante los crímenes del régimen orteguista es tan inexplicable como inaceptable desde una izquierda que se pretende defensora de valores humanitarios y democráticos. Lo contrario es volver a los peores años de una (supuesta) izquierda dogmática que, bajo diversas variantes de la degeneración estalinista, ha sido despreciada y barrida definitivamente por la historia.
Por si su votación se debiera más a mera ignorancia que a la complicidad consciente con los criminales, a través de este correo pueden contactarme para refrescar su información sobre lo que realmente sucede en aquel país. Aquí también (en el Estado español) somos muchxs quienes trabajamos por la libertad y justicia en Nicaragua.
Ustedes decidan: dogma vs libertad; complicidad vs democracia; oligarcas y mercenarios vs campesinos y estudiantes desarmados... según su elección más pronto que tarde la historia les pondrá también en su sitio.
Luis Suárez-Carreño
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