4 de abril 2024
La organización Monitoreo Azul y Blanco denunció 23 incidentes que violan los derechos humanos y de libertad de religión durante las vacaciones de la Semana Santa en Nicaragua, entre los cuales se incluye la detención de al menos siete jóvenes de forma arbitraria, de los que tres han sido liberados.
"Se han registrado detenciones arbitrarias de cuatro jóvenes en el departamento de León y tres en Managua, quienes participaban en actividades religiosas", indicó esa organización, que se define como independiente, en una declaración.
"Hasta el momento se confirmó la posterior liberación de las tres personas de Managua", agregó la organización.
Asimismo, el Monitoreo Azul y Blanco observó que en la pasada Semana Santa "se registró presencia policial en eventos religiosos, con medidas de vigilancia, intimidación y control territorial a nivel nacional".
La mayoría de los incidentes están relacionados con hostigamientos a templos y feligreses católicos durante las procesiones y actividades tradicionales, afirmó.
En el país se reportaron obstaculizaciones y hostigamientos en templos, especialmente en los departamentos de Managua, León, Estelí y Madriz, de acuerdo con el reporte de esa organización.
En los departamentos de Masaya y Granada se informó sobre la presencia policial en los alrededores de templos, mientras que en Carazo, además de la Policía, se reportó la presencia de paramilitares vigilando y acosando a feligreses, según la denuncia.
También se canceló un evento religioso organizado por iglesias de denominación evangélica en Managua, añadió.
En comparación con la Semana Santa de 2023, donde se registraron más de 70 incidentes, en este año se reflejan las consecuencias de la autocensura y la persecución religiosa impuesta por el régimen que preside Daniel Ortega, lo que ha llevado al encarcelamiento y destierro de sacerdotes, trabajadores de iglesias y fieles, valoró esa organización.
"Las prohibiciones de facto de las procesiones en Semana Santa han impactado en la movilización de la población y por ende en la libertad de religión de la sociedad", concluyó.
El Gobierno de Nicaragua, a través de la Policía Nacional, prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde 2023, cuando no autorizó celebrar las procesiones del Viacrucis durante la Cuaresma y de la Semana Santa, y la orden se mantiene.
La orden policial fue adoptada después de que Ortega, tildara de “mafia” a sacerdotes, obispos, cardenales y al papa Francisco.
Las autoridades policiales solo autorizaron a realizar los Viacrucis en el interior o en el atrio de las parroquias, pero no en las calles, de acuerdo con los obispos.