10 de enero 2019
“Dialoguemos” es el llamado que un grupo de ciudadanos nicaragüenses hacen al comandante Daniel Ortega, para encontrar una salida a la crisis sociopolítica del país, desatada por su masacre contra la protesta cívica, antes —dicen— “que sea demasiado tarde”.
El llamado se ha hecho la mañana de este diez de enero, en un video de 1:38 minutos, publicado en diferentes cuentas de redes sociales, incluyendo las de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la Cámara de Comercio Americana Nicaragüense (AmCham) y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
A 41 años del asesinato de Pedro Joaquín Chamorro, quien soñó con que “Nicaragua volverá a ser República” y 9 meses en los que Nicaragua ha sufrido uno de los episodios más dramáticos de su historia reciente, insistimos, el Diálogo es la única alternativa pacífica. #Dialoguemos https://t.co/i06i56FjQA
— COSEP Nicaragua (@COSEPNicaragua) 10 de enero de 2019
“A 41 años del asesinato del mártir de las libertades públicas, Pedro Joaquín Chamorro, quien soñó con que “Nicaragua volverá a ser República”, y luego de nueve meses en los que el pueblo nicaragüense ha sufrido uno de los episodios más dramáticos de su historia reciente, insistimos en que el Diálogo es la única alternativa pacífica para ponerle fin a esta crisis”, indica la publicación.
Los autores, que se han autoidentificado como un grupo de ciudadanos nicaragüenses sin preferencias partidarias, también exhortan a Ortega “a demostrar una verdadera voluntad política para lograr construir la Nicaragua que todos queremos y que todos merecemos. Todavía —advierten— estamos a tiempo”.
El contenido del video
El video muestra imágenes de diferentes ciudades y escenas de la vida cotidiana nicaragüense en blanco y negro, destacando como únicos colores el azul y blanco de la Bandera de Nicaragua.
El contenido del video inicia con el texto: “Hoy habla Nicaragua”, y a continuación un grupo de ciudadanos intercala el siguiente llamado:
“Vamos a hablar de lo que queremos. Queremos una Nicaragua con libertad, con justicia y democracia, para poder ver la felicidad cada mañana. Queremos que un amanecer despierte un futuro para todos, pero lo que soñamos no solo está en nuestras manos, también está en las suyas. Sí, le hablamos a usted que está en el poder”, dicen a Ortega.
“Queremos —continúan— diálogo, queremos igualdad, queremos un país con seguridad, que trabaje, que se desarrolle, que progrese. Un país con derechos humanos”.
“Hoy, damos la cara, porque en las manos de todos está el poder de levantar nuestra tierra, y su voluntad tiene que estar dispuesta a tomar decisiones ya, junto a los que hacemos progresar este país. Y así poder construir todo esto de lo que le estamos hablando”, demandan.
Finalmente los ciudadanos reiteran: “Dialoguemos ahora, pensemos en un solo país. Hagamos algo, porque si no lo hacemos ahora, mañana ya no habrá nada más que hacer”.
El video cierra con el texto: “Las palabras tienen el poder de construir un país. Dialoguemos”.
Diálogo suspendido
El Diálogo Nacional, aceptado por Ortega para hacer frente a la crisis sociopolítica que estalló el 18 de abril, está suspendido desde mediados de julio, tras la falta de voluntad del Gobierno para cesar la represión, ordenar la desarticulación de los grupos paramilitares y ante la campaña de desprestigio y agresiones contra los obispos y sacerdotes de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que actuaba como mediadora del proceso.
En el Diálogo participaban representantes del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, delegados por la pareja presidencial que solo asistió a la inauguración de la mesa, y con estudiantes, miembros de la sociedad civil, campesinos y representantes del sector privado, agrupados en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, de los cuales muchos ahora están en el exilio o viviendo en la clandestinidad. Además, al menos siete de sus miembros son presos políticos de la dictadura, entre ellos al líder campesino Medardo Mairena.
La represión orteguista vive ahora lo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha llamado la cuarta fase, cuyo objetivo es una escalada represiva contra la prensa independiente. A la fecha, la represión ha dejado 325 muertos confirmados, miles de heridos, decenas de desaparecidos, más de 600 presos políticos y decenas de miles en el exilio, huyendo de la persecución política.
El Gobierno de Ortega también ha expulsado del país a las misiones de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y el Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua, de la CIDH, que han calificado la masacre como crímenes de lesa humanidad, colocando a Ortega a las puestas de la aplicación de sanciones establecidas en la Carta Democrática Interamericana.