Mi nombre es Audel Manuel Chavarría Cruz, tengo 29 años y soy originario de Estelí. No tengo ninguna afiliación política, pero soy un ciudadano que quisiera expresar mi punto de vista desde el extranjero.
Actualmente vivo en Alemania desde el 2016, hago un Ausbildung als Heilerzihungspfleger que traducido al español sería algo así como una preparación técnica en el área de asistencia para personas con discapacidad.
El motivo por el cual escribo es para hacer llegar la información de que en diferentes ciudades de Alemania, la noticia de la situación que atraviesa Nicaragua ha motivado mucho a jóvenes a tratar de brindar un poco de apoyo a través de manifestaciones, como en Berlín el pasado fin de semana, protesta en la cual participaron jóvenes nicaragüenses que viven en Alemania y jóvenes alemanes en apoyo a la libertad de expresión, y el repudio contra la represión y las reformas que se habían tomado con respecto al INSS.
En la ciudad que vivo, Bielefeld, algunos jóvenes participaremos en una conferencia sobre la situación política actual en Nicaragua, que se llevará a cabo en Welthaus, o Casa del Mundo. Al igual que en Colonia, también se harán marchas y conferencias sobre el tema político y social que atraviesa Nicaragua. A pesar de la distancia, yo como joven y alguna vez estudiante, sé que lo que se está cometiendo en nuestro país, es una violación hacía los derechos de los ciudadanos.
Personalmente me preocupo mucho por todo lo que está pasando y que puede llegar a pasar, tengo a toda mi familia y amigos que están allá. Estos últimos días no he parado de leer y seguir el tema como si estuviera en la casa de mi mamá. La incertidumbre me invade y las dudas se despiertan en mí. Pienso que lo que sucede en Nicaragua no es actual, sino que es un cúmulo de inconformidades que la mayoría de la población ha sentido durante estos últimos años y que ha llegado a su cúspide.
Desde mi perspectiva, y creo que quizás también de muchos otros jóvenes, el problema no es de ahora, sino desde las últimas elecciones presidenciales. Siempre son los mismos rostros, eso habla de que la democracia en nuestro país ha muerto hace mucho. Por ejemplo en mi caso, durante las últimas elecciones me abstuve de votar porque no confío en los políticos actuales.
Por esto, las protestas que se han llevado a cabo durante los últimos días, es reflejo de que la población nicaragüense está cansada y que necesita un cambio. Sin embargo, mi duda y temor es que sabemos que para poder limpiar todo, necesitamos que aparezcan líderes, con experiencia y que en conjunto con los jóvenes podríamos cambiar el rumbo de nuestro país, y empezar a creer como dijo don Sergio Ramírez hace poco en que Nicaragua vuelva a ser República
Muchas veces pienso como podría ayudar, ser alguien que sume y no reste. He llegado a la conclusión que si puedo ayudar, sería empezando con ser un buen ciudadano, la tolerancia y el respeto a toda persona independientemente que ideología política tenga. El cambio está, falta simplemente el despertar. Por eso le pido a usted, como una voz de los que no podemos transmitir, con principios, que no calle, que divulgue siempre lo que pasa en Nicaragua, el pueblo se lo agradecerá, cada vez se despierta más y necesita personas que tengan la buena intención de dirigir el camino, y que se puede lograr cambios a través de elecciones democráticas, transparentes y sin represiones.
Con cariño, un joven que sueña con una Nicaragua como la soñó Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, Carlos Fonseca Amador y Sandino.