29 de octubre 2021
Un sondeo de opinión elaborado por CONFIDENCIAL, entre más de 5,000 lectores suscritos a las Alertas Informativas a través de WhatsApp, revela una baja tendencia de interés a participar en las votaciones del 7 de noviembre, cuestionadas por la eliminación de los partidos opositores y el encarcelamiento de siete aspirantes presidenciales por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que buscan su reelección en Nicaragua.
En la consulta realizada a través del canal de WhatsApp de CONFIDENCIAL, que respondieron 1702 personas: 5.99% contestó que sí tiene intención de votar, mientras 5.46% respondió que aún no sabe si ejercerá su derecho al sufragio, y el 86.43% de los consultados no tiene intención de votar el próximo 7 de noviembre, en tanto 2.12% dijo que quisiera ir a votar, pero argumentó que actualmente está fuera de Nicaragua
El sondeo de opinión con una sola pregunta: "¿Va a salir a votar el 7 de noviembre? fue enviado a más de cinco mil personas suscritas a las Alertas Informativas de CONFIDENCIAL, a través del número 8577-1820, y se recibieron más de 1,700 respuestas durante siete días entre el 18 y el 24 de octubre.
Ver esta publicación en Instagram
Las respuestas anónimas, no representan una muestra con representatividad estadística y únicamente revelan una corriente de opinión, predominante entre un grupo de lectores de esta publicación que se identificaron por género, rango de edad y lugar de residencia actual. El sondeo solamente admitió una única respuesta por dispositivo.
El 60.58% de quienes respondieron a la consulta son hombres, 38.54% mujeres, 0.47% se identificaron como no binarios y 0.41% prefirió no especificar su género.
Un 26.56% de las personas que contestaron están entre los 56 y 65 años, seguido de un 22.21% que afirmaron tener entre 36 y 45 años. Otro 19.80% tienen entre 46 y 55 años. Un 14.51% dijo tener más de 65 años y 12.81% detalló estar entre los 25 y 35 años. Finalmente, un 3.94%mencionó estar entre los 16 y 24 años.
Más del 94% de quienes respondieron al sondeo son residentes en Nicaragua. La mitad de ellos (50.47%) se identificó como ciudadano del departamento de Managua. Un 5.52% afirmó estar viviendo fuera de Nicaragua.
Además de Managua, los otros seis departamentos con mayor participación en el sondeo fueron: Carazo (7.46%), León (6.46%), Masaya (5.41%), Chinandega (3.47%), Granada (3.17%) y Matagalpa (3.11%).
“Elecciones son una farsa”
CONFIDENCIAL también conversó con ciudadanos, entre ellos servidores públicos, para conocer las razones por las que no votarían el 7 de noviembre.
El joven escritor, Jorge Campos, es tajante en afirmar que no piensa votar “porque no hay condiciones”, aunque reflexiona y dice “nunca las hubo”.
“No podría votar con tantos presos políticos y fingir que nada está sucediendo. Ningún proceso electoral transparente es posible sin opciones, sin libertades. Al único que beneficia salir a votar es a Daniel Ortega y Rosario Murillo”, expresa.
Para Campos la dictadura “necesita demostrar que su victoria sucede con una alta participación ciudadana”, aunque admite “lo que suceda en las urnas es secreto, nadie sabe si realmente votaron o anularon el voto”.
Trabajadores del Estado denunciaron presiones para ir a votar y que les obligan a cumplir cuotas de votación llevando a toda su familia. El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha convocado a trabajadores del Estado y simpatizantes a organizarse como “movilizadores” para “garantizar el voto sandinista” y promover la idea de una “votación masiva” que justifique el triunfo de Ortega y Murillo, pese a que la última encuesta de CID Gallup, revela que la simpatía del FSLN está en su punto más bajo de los últimos 30 años, con un 8%, y que menos del 20% votaría por Ortega.
Para “Marcela”, una estudiante universitaria de 23 años, es “una locura” pensar en acudir a las urnas “porque sería seguirle el juego a esta dictadura que está eligiendo y contando votos sola”.
“No les bastó con eliminar partidos, sino que mantienen en prisión a todos los posibles candidatos para que no hicieran ruido y denunciaran todas las violaciones. Estas elecciones son una farsa completa”, valora.
- Cid Gallup: 76% de los nicaragüenses considera que el país va por el “rumbo equivocado”
- Luis Haug: “FSLN está en su punto más bajo en los últimos 30 años”
Mientras, el joven abogado “VJ” considera que los procesos electorales son un “proceso importante en el avance y desarrollo de un país”, aunque “estos pueden ser una bendición o un castigo”.
“Lamentablemente para Nicaragua ha sido un castigo en los últimos tres ejercicios cívicos dado que hemos dejado que se establezca en el poder al mayor violador de derechos de la historia de este país”, dice.
Considera que lo que sucederá en estas elecciones “será la mayor farsa jamás registrada”. Sin embargo, cree que abstenerse no es la respuesta.
“Ejerceré mi voto, aunque sea nulo, pero con un mensaje gigante para el partido de Gobierno. Este 7 de noviembre yo no me quedo en casa, el miedo paraliza y en Nicaragua no podemos, ni debemos darnos ese lujo”, argumenta.
El usuario de Twitter @nicaclic coincide en que cree en los procesos electorales, pero con estándares y mecanismos de transparencia, observación y cobertura total de medios de comunicación independientes.
“Todo esto no lo habrá en las elecciones de Ortega, el pueblo autoconvocado no podrá elegir, sea cual sea su candidato favorito, porque están presos, además que aún no cuaja la verdadera unidad. Se necesitan verdaderos líderes sin distinción de colores o ideologías”, asegura.
Porque yo no boto mi voto, éste #7N yo decido, yo me quedo en casa. #YoNoBotoMiVoto
No a las elecciones fraudulentas de la dictadura Sandinista.#SOSNicaragua @GerallChavez @Bacanalnica @29Cheva_Patria @MNAutoconvocado @LuciaPinedaU @MLillyDelgado @CIDH @Csanchezberzain pic.twitter.com/SKKIr45KRS
— Nicaragua Clic ®🇳🇮🇻🇪🇨🇺 (@nicaclic) October 26, 2021
El nicaragüense, que pide ser identificado únicamente por su cuenta de Twitter, participa activamente en una campaña en redes sociales que llama a “no botar el voto” en solidaridad con los más de 150 presos políticos “que están injustamente detenidos y secuestrados por la dictadura sandinista de Ortega y Murillo y por los más de 100 000 nicaragüenses que se fueron por acoso, amenazas y hostigamiento del mismo aparato estatal”.
“Y lo más importante, hay más de 300 víctimas de la represión de 2018 que aún no han tenido acceso a la justicia, por todas estas razones yo no participaré de la farsa electoral”, apunta.
La encuesta de CID GALLUP
En la última encuesta de CID Gallup, realizada en septiembre entre 1200 personas en Nicaragua, reveló que 51% consideraba “muy probable” que participe en la elección, mientras un 31% dijo que “poco o nada probable”, 17% que “algo probable” y un 1% no supo responder o se negó.
“Los ciudadanos nicaragüenses se han caracterizado por su afluencia a las urnas electorales. Sin embargo, para las próximas elecciones de noviembre solo la mitad de los ciudadanos manifestó estar seguro de que iría a los centros de votación (51% muy probable) y que haría uso de su derecho de voto el próximo noviembre. El resto, en especial los seguidores de partidos de oposición o que no tienen simpatía con una u otra agrupación, señalan dudas sobre si asistir a emitir el voto”, destaca el estudio de CID Gallup.
En la antesala de las votaciones del 7 de noviembre, el régimen de Ortega y Rosario Murillo, su esposa, vocera y vicepresidenta, ha eliminado la competencia política. Desde el pasado mes de mayo han sido encarcelados 39 dirigentes opositores, empresarios, defensores de derechos humanos y periodistas; entre ellos los aspirantes presidenciales Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora, Medardo Mairena y Noel Vidaurre.
Otros dos políticos de la oposición que anunciaron sus intenciones de aspirar a la jefatura del Estado, María Asunción Moreno y el exlíder de la “Contra” Luis Fley, abandonaron Nicaragua para evitar ser arrestados.
Marchas el 7N, una canción y campañas en redes sociales
Diversas organizaciones de la “Oposición Democrática Nicaragüense” coinciden en un llamado a “quedarse en casa” y no participar en las votaciones, que se realizarán bajo estado policial, con los candidatos opositores presos y sus partidos políticos proscritos, explicó a inicios de octubre, Jesús Téfel, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), una de las organizaciones suscriptoras de la declaración opositora.
También, desde el exilio, miles de nicaragüenses en Costa Rica, Estados Unidos, España y residentes en otros países de América Latina y Europa anunciaron marchas el próximo 7 de noviembre para denunciar el fraude electoral bajo el lema “Paro Electoral Ciudadano”.
Jimmy Guevara de la Unión de Exiliados Nicaragüenses (UEN) explicó que la marcha, convocada en varias ciudades, espera “evidenciar que Nicaragua no legitima a la dictadura Ortega-Murillo porque no habrá elecciones creíbles”.
“No habrá elecciones sino la decisión de una dictadura volviéndose a reelegir, eso es como un congreso más que elecciones donde un partido político cede lugares, cede puestos a partidos zancudos que se están prestando a un fraude electoral y donde ellos se acomodan para poder seguir atornillados el poder”, dijo Guevara a 100% Noticias.
El Movimiento Autoconvocado de Carazo y otras organizaciones han promovido en redes sociales el hashtag #YoNoBotoMiVoto para invitar a denunciar las elecciones fraudulentas y evidenciar la abstención en los comicios.
Súmate por la libertad de Nic.#NicaraguaNoVota #SOSNicaragua
Éste 7N #YoNoBotoMiVoto pic.twitter.com/pAPIezXPpI
— Mov. AutoConvocado Carazo (@MNACarazo) October 28, 2021
En redes sociales también circula un video musical, grabado en Costa Rica, en el que niños, jóvenes y adultos llaman a decidir quedarse en casa el día de las elecciones.
En el video de 1:36 minutos se muestran personas usando cubrebocas, y muchas con máscaras por temor a represalias a sus familiares que permanecen en Nicaragua bailando la pegajosa canción. “Este 7 de noviembre quedémonos en la casa. Nicaragua sí puede elegir” es el título del videoclip que muestra a los ciudadanos cargando la bandera azul y blanco de Nicaragua y con trajes típicos, recordando las masivas marchas realizadas durante la Rebelión de Abril de 2018, en las que se exigió la renuncia de Ortega y Murillo y se demandó justicia, libertad y democracia, pero fueron prohibidas por la fuerza y las balas de la dictadura.