27 de febrero 2022
Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y la Unión Europea han impuesto una batería de sanciones contra el Gobierno y dirigentes rusos, incluidos el presidente Vladimir Putin, con la intención de hacer retroceder al líder soviético en su invasión a Ucrania. Sin embargo, el consultor en temas de seguridad nacional y crimen organizado, Douglas Farah, considera que las sanciones “muchas veces no llevan al futuro que uno espera”, tal y como se ha visto “en Nicaragua y Venezuela”.
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En entrevista con el programa Esta Semana, que se transmite este domingo, el investigador aclara que las sanciones internacionales contra Rusia, sí tendrán un “impacto real” en el sector financiero latinoamericano. “En los bancos rusos que están funcionando en Venezuela y Cuba hay mucha triangulación de productos para mejorar la producción petrolífera en Venezuela, a través de China”.
“Hay muchos grupos de fachada rusa, muy ligados al Estado ruso, que están basados —más que nada— en Santiago de Chile, pero operan con mucha fuerza en Nicaragua y Venezuela. Esos grupos, que son empresarios, supuestamente de la empresa privada, pero que son del Estado ruso, que pueden ser sancionados y pueden conllevar ciertas consecuencias”, detalla.
Para el presidente de la firma IBI Consultants, en Washington D.C., era “obvio” que Putin buscaba invadir Ucrania, y que la comunidad internacional no podía evitarlo. “(Invadir Ucrania) lo iba a hacer cómo fuera, con cualquier pretexto, y al final no tuvo el pretexto real y lo hizo de todas maneras”.
La invasión de Rusia contra Ucrania ha sido una guerra anunciada, y sin embargo, la comunidad internacional no la pudo evitar y frenar. ¿Era inevitable este desenlace?
No era inevitable. Hemos visto la repetición de estas secuencias de eventos, un poco hasta en Nicaragua, sabíamos cómo iba a salir (Daniel) Ortega como dictador y sus pasos hacia la violación masiva de los derechos humanos; hemos visto en Venezuela, hemos visto en otras partes. Creo que la comunidad internacional, especialmente en el caso de Rusia, donde hay intereses económicos muy grandes, tenían la ilusión que no se iba a atrever, y al final, calcularon mal; pero hubiera sido, no fácil obviamente, pero hubiera sido posible evitar esto.
Algunos analistas han argumentado que esta crisis se pudo evitar, o al menos desarmado el pretexto de Putin, de invadir, si Ucrania se hubiera proclamado un Estado neutral, descartando una eventual participación en la OTAN. ¿Cuál es tu opinión?
Es posible, aunque no creo que sería prudente. Un país que comienza a renunciar a sus derechos soberanos para evitar una invasión, tarde o temprano termina siendo invadido de todas maneras, como lo hemos visto con Hitler en Gran Bretaña, en la Segunda Guerra (Mundial). Entonces, creo que eso es posible que postergara un poco la cosa, pero me parece obvio que Putin estaba buscando invadir. Lo iba a hacer cómo fuera, con cualquier pretexto, y al final no tuvo el pretexto real y lo hizo de todas maneras.
El pueblo y el Gobierno de Ucrania están resistiendo, no sabemos cómo va a evolucionar esta crisis ¿cuál es el futuro de Ucrania bajo los planes de Putin?, ¿hacia dónde apunta el objetivo final de esta invasión?
Putin quiere instalar un régimen muy favorable a él y a Rusia. Está buscando acceso al mar, a los puertos que no están congelados durante el invierno, una serie de cosas estratégicas, que tal vez en un mundo del siglo XIX sería razonable o se consideraría normal. En este caso, en este mundo, es una agresión destapada, donde él quiere terminar con eso. Me da la impresión que el pueblo de Ucrania está muy dispuesto a resistir, y creo que el precio que ha pagado Putin con la invasión ha sido mucho más alto de lo que él mismo creyó cuando comenzó. Es alta la posibilidad de que haya una resistencia armada durante mucho tiempo, que vaya desangrando a Rusia. No va a ser: entrar, imponer un régimen favorable y salir; eso ya no será posible.
¿Y qué impacto podrían tener en Rusia las sanciones económicas que han anunciado Estados Unidos y la Unión Europea?, ¿hacia dónde apuntan?
Son sanciones muy fuertes, pero como hemos visto en Nicaragua y Venezuela, las sanciones muchas veces no llevan al futuro que uno espera. Rusia tiene cómo explotar los huecos en el sistema internacional, igual que Daniel Ortega; y tiene la ventaja posible de que China le ayude a Rusia a evadir las sanciones, que sería un hueco enorme.
Pero cortando el acceso al dólar y congelando los bienes de la gente cercana a Putin, que tienen muchas propiedades, especialmente en Gran Bretaña, y esas cosas sí van a tener un impacto. La idea es colapsar la economía rusa, pero también crear divisiones dentro de la oligarquía cercana a Putin, de la gente que está sufriendo las consecuencias en carne propia. Como hemos visto, digamos, en El Salvador, con las consecuencias de quitarles las visas a mucha gente cercana a (Nayib) Bukele, les ha traído muchos problemas internos porque quieren ir a visitar a sus hijos, o sus hijos han tenido que salir de las universidades en Estados Unidos.
Hay maneras de crear descontento interno del círculo íntimo, que es —a corto plazo— su objetivo. A largo plazo, la economía rusa, aún con China, no va a poder sobrevivir mucho. No va a poder crecer y hacer cosas. Puede sobrevivir, ya lo hemos visto en Siria, que (Bashar el) Ásad ha sobrevivido; hemos visto en Nicaragua, Ortega ha sobrevivido; (Nicolás) Maduro ha sobrevivido, pero no tienen países que valgan la pena en términos económicos.
Papel de China
¿Qué rol tiene China en esta crisis?, ¿es un aliado estratégico?, ¿Corre algún riesgo en la alianza que está manteniendo con Putin?
Es una convergencia de intereses, donde ambos países tienen intereses específicos, especialmente en lugares como América Latina, donde ambos quieren desplazar la influencia de Estados Unidos. Pero en términos reales también hay mucha competencia entre ellos.
China se abstuvo de votar, en el Consejo de Seguridad (de la ONU), en contra de Rusia. (China) está pensando cómo podría ser una oportunidad para entrar con aún más fuerza en África, en América Latina, en otras partes, sin tener a los rusos de competencia, pueden estar evaluando eso.
La economía rusa, en términos reales, y lo que compra de China es muy chiquito. O sea, no tienen grandes riesgos en términos económicos si apoyaran a Putin. Putin tiene muchos riesgos serios si ellos no le apoyan a él, pero del otro lado no es así.
(Los chinos) están debatiendo todo eso: ¿qué implica?, si quieren una relación más sólida con Estados Unidos, tal vez sea un riesgo mayor que no tratar con Putin. Están en una encrucijada muy interesante, y no sabemos hasta el momento, porque han hablado de no apoyar la invasión, tampoco votaron a favor de Rusia, pero tampoco en contra. Yo creo que están en un baile ahorita, tratando de definir donde caen.
El consejero de Seguridad Nacional para América Latina, Juan González, ha dicho que las sanciones contra Putin van a tener una repercusión en países como Nicaragua, Cuba y Venezuela, cuyos Gobiernos están aliados con Rusia. ¿Cuál es el impacto que podrían tener?
El impacto real en América Latina ha sido en el sector financiero. En los bancos rusos que están funcionando en Venezuela y Cuba hay mucha triangulación de productos para mejorar la producción petrolífera en Venezuela, a través de China. Hay muchos grupos de fachada rusa, muy ligados al Estado ruso, que están basados —más que nada— en Santiago de Chile, pero operan con mucha fuerza en Nicaragua y Venezuela. Esos grupos, que son empresarios, supuestamente de la empresa privada, pero que son del Estado ruso, que pueden ser sancionados y pueden conllevar ciertas consecuencias.
La verdad es que Rusia, en Nicaragua, no tiene inversiones económicas enormes. No van a congelar una cosa que haga caer el Gobierno de Daniel Ortega, pero sí tienen centros de escucha, centros electrónicos de inteligencia y todo eso. La idea es ir cortando esas empresas a niveles muy reducidos en la región.
¿Cómo se interpreta el activismo ruso en estas últimas semanas en Nicaragua, Cuba y Venezuela? Vino el viceprimer ministro, luego el presidente de la Duma. Hablan siempre de ampliar la cooperación estratégica en asuntos tecnológicos y también militares.
Obviamente, Rusia está buscando dar la apariencia de no estar aislado, decir “tenemos amigos, aquí estamos”, igual que hace Daniel Ortega cuando necesita un apoyo internacional, hasta reconoce a los países que no existen. Lo que busca Rusia es más en términos de tener acceso a los puertos de aguas profundas, cables interoceánicos, centros de inteligencia de espionaje electrónico, que pueden tener mucho más alcance hacia Estados Unidos, desde Nicaragua que desde Rusia.
Rusia no tiene la opción de ofrecer mucho dinero ni proyectos grandes, no son como los chinos que entran a crear puertos y miles de cosas. Rusia ha prometido mucho y en realidad no ha entregado nada. Lo que ellos pueden ofrecer, de gran valor para Daniel Ortega, Nicolás Maduro y los cubanos, es la tecnología para presionar a la población civil, para reprimir, para mantener Estados de dictadura, en eso son muy buenos, de proveer el entrenamiento, el equipo y la maquinaria para mantener los regímenes en el poder, eso sí es importante para ellos, y me imagino que para Daniel y ese grupo también.
Beneficio para Maduro
Volviendo al impacto de la guerra en Ucrania. ¿Cuáles serían las consecuencias a nivel de la economía internacional?
Va a tener un impacto fuerte en términos del sector energía, especialmente en Europa y Estados Unidos. Otros aliados están tratando de proveer gas natural a Europa para reemplazar lo que traían de Rusia, para que no haya consecuencias muy graves. Inevitablemente el precio del petróleo se va a disparar, eso va a afectar a países como Nicaragua que importan todo su petróleo, pero a la vez va a favorecer mucho a Venezuela. Es la primera vez, en muchos años, que el barril de petróleo estará por encima de cien dólares el barril; cuando estaba a veinte dólares, Maduro estaba frito, en cien puede sobrevivir un poco más. No hay un impacto universal, ciertos sectores van a aprovechar.
¿Hay algún espacio para una salida diplomática en la crisis de Ucrania en este momento?
Depende del impacto de las sanciones y de la invasión en Ucrania misma, o sea, si el costo es muy elevado. Me sorprendió que miles (de ciudadanos) salieron para protestar dentro de Rusia, con las consecuencias de ser arrestados. Eso indica un malestar dentro del pueblo muy fuerte, es igual que en Nicaragua, tomar la decisión de ir a la calle en esas circunstancias, no es poca cosa.
Me da la impresión que Putin ha tomado la decisión él solo, y lo va a mantener hasta que él mismo tenga que sentarse a negociar, o ver que el problema ha salido tan costoso, que no merece, y buscar una salida elegante. Eso está en veremos todavía. La resistencia ha sido mucho más de lo que ellos pensaron, el costo ha sido mucho más elevado; el hecho de que gente de Chechenia (está lista) para combatir me indica que las tropas rusas no son tan fuertes ni tan bien preparadas como ellos mismos habían pensado. Entonces, eso puede llevar a un costo interno muy alto, combinado con las sanciones, puede llevar a Putin a repensar lo que hizo.
*Vea la versión completa de esta entrevista en el programa Esta Semana, que se transmitirá esta noche en el canal de CONFIDENCIAL en YouTube.