22 de febrero 2022
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo respaldó este lunes 21 de febrero a su aliado Vladimir Putin después que Rusia reconoció a las regiones separatistas, Donetsk y Lugansk, y ordenó el despliegue de tropas en una serie de decisiones que la comunidad internacional denunció como una agresión a la soberanía de Ucrania.
Ortega dedicó su discurso en el aniversario 88 del asesinato del general Augusto C. Sandino, un héroe nacional y símbolo de antintervencionismo de América Latina, para justificar la agresión rusa días después que anticipó su apoyo en Managua al vice primer ministro Yuri Borísov, un emisario de Putin que le prometió un incremento de la cooperación militar y comercial.
“El paso que dio hoy el presidente Putin de reconocer esas provincias, que son provincias que están pobladas por ciudadanos rusos; estoy seguro que sí ahí lo someten a una elección o a un referéndum como el que hicieron en Crimea, estoy seguro que ahí la gente va a votar por incluso anexarse a Rusia, que fue lo que hizo Crimea: Regresó a la situación en la que se encontraba antes de la caída de la Unión Soviética”, justificó Ortega.
Ucrania es un Estado independiente desde 1991, tiene una población de 44 millones de habitantes, y vivió un levantamiento en 2014, que provocó la salida del presidente de entonces —Víktor Yanukovich—, aliado de Rusia, quien fue reemplazado por un líder orientado hacia occidente, según un reporte del diario estadounidense New York Times.
“Lo que ha hecho (Putin) es reconocer a unas repúblicas que, desde el golpe de 2014, cuando se produce el golpe de Estado en 2014, estas repúblicas que son fronterizas con Rusia no reconocieron a los Gobiernos golpistas y ellos crearon ahí su Gobierno, establecieron su Gobierno, han hecho la lucha, han dado la batalla”, acusó Daniel Ortega.
Según él, las tropas ucranianas están buscando cómo dominar a los separatistas, cómo atacarlos y al reconocerlos Rusia “lógicamente esto trae el respaldo militar para que esos Gobiernos tengan seguridad”, sin embargo, en las últimas semanas la comunidad internacional ha denunciado que Putin ordenó el traslado de miles de soldados a la frontera, una amenaza de invasión que Ortega describió recientemente como una “batalla por la paz”.
El gobernante sandinista acusó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de ser un instrumento de Estados Unidos en una supuesta conspiración contra el gobierno prorruso depuesto en 2014. De acuerdo con él, recurrieron al terrorismo y difamaciones hasta que se produjo el “golpe”.
“Entonces el Gobierno las fuerzas políticas subordinadas al imperialismo norteamericano y al imperialismo europeo, quienes han pensado que es hora de que Europa y los Estados Unidos liquiden a Rusia, sin tomar en cuenta que hay grandes cambios en el mundo, que hay otras potencias en el mundo, que está la República Popular China”, sostuvo.
En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Estados Unidos denunció el ataque de Rusia a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, pero en Managua Ortega insistía en atacar al imperialismo y al capitalismo también.
“El capitalismo no tiene alma, no tiene sentimientos, no tiene nada más que avaricia, avaricia y más avaricia para acumular capital a costa del hambre y el sufrimiento de millones de seres humanos en nuestro planeta, a costa de intervenciones, de destruir Estados”, afirmó Ortega.
Daniel Ortega calla sobre muerte de Hugo Torres
En su intervención pública, el caudillo sandinista habló una gran parte de su discurso sobre Rusia, pero guardó un notable silencio sobre los temas internos que mantienen en crisis a Nicaragua.
Entre los más destacables está la grave situación de derechos humanos causada por la represión impuesta por su régimen, agravada con el fallecimiento del general en retiro Hugo Torres el pasado 11 de febrero, preso político de la dictadura, lo que causó un rechazo mundial y avivó la demanda de la liberación de 177 reos de conciencia.
El caudillo mantuvo el silencio sobre las denuncias ampliamente documentadas sobre el enriquecimiento de su familia a costa del Estado, tras la publicación el fin de semana pasado de una investigación de CONFIDENCIAL sobre la red de 22 empresas, controladas a través de testaferros que creció exponencialmente a costa del Estado y la cooperación venezolana.
Hasta ahora, el régimen ha respondido con intimidación a la consulta del reportero Octavio Enríquez, actualmente en el exilio. Tampoco el gobernante mencionó nada sobre el nepotismo de su familia, cuyos salarios mensuales fueron revelados tras la revisión de una base de datos del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.
Durante su discurso, Daniel Ortega volvió a referirse a las protestas opositoras en Nicaragua en 2018 e insistió que fueron víctimas del “terrorismo que practicaban los imperialistas de la tierra y los vendepatrias”, nuevamente atacó a los “Judas” y “Caínes”, en referencia a los críticos de su gobierno, pero no mencionó por su nombre a nadie en específico.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, contrario a la versión de Ortega, 355 personas fueron asesinadas en el contexto de esas manifestaciones, 2 000 resultaron heridas y 100 000 se fueron al exilio. La violencia de Estado ha sido denunciada por países miembros de la comunidad internacional como Colombia, Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.
El tema del narcotráfico se convirtió nuevamente en un renovado eje de ataque de Ortega contra EE. UU. y Colombia, al primero lo llamó el gran consumidor y al otro el gran productor de droga del mundo, mientras a las autoridades canadienses las acusó de ser represivas tras vivir recientes protestas. Nunca dijo nada sobre los señalamientos en su contra.
El régimen de Daniel Ortega vive su peor crisis de legitimidad tras las votaciones de noviembre pasado, en las cuales se aseguró un cuarto mandato consecutivo después de encarcelar a más de 40 personas entre líderes políticos, cívicos y empresariales, entre ellos siete precandidatos de la oposición con los cuales eliminó la competencia electoral.
El discurso de amor de Rosario Murillo
La vicepresidenta Murillo tomó la palabra después que finalizó la intervención de su esposo y lamentó que el “mundo está lleno de egoísmo” e instó al pueblo a deponer egoísmos, vanidades, para caminar en un sentido común de fraternidad.
Murillo, señalada de ser la alta funcionaria que dio la orden de “vamos con todo” contra los opositores en 2018, este lunes hablaba de dignidad, amor, fe y cristianismo, y de que los héroes nacionales “nos fortalecen desde el otro plano de vida”.
“Nos hacen llegar esa fuerza espiritual infinita que nos permite trascender... Reconocer los terrenos y trascender. Reconocer el terreno del odio, por ejemplo, y trascender con amor. Reconocer el terreno de la maldad, de la perversión, de la perversidad, y avanzar con amor y dejar atrás esos momentos tóxicos, esos sentimientos tóxicos que pueden desmoralizar, abatir”, agregó.