12 de julio 2016
Hace cuatro semanas, la cúpula empresarial solicitó una reunión al presidente Daniel Ortega para hablar de política: les urgía conocer las razones del mandatario sobre sus últimas medidas que amenazan con entorpecer el clima de negocios del país, y exponerle la visión del sector privado.
Les preocupa especialmente, la prohibición de la observación electoral y el cierre de la vía electoral a la oposición aglutinada alrededor del Partido Liberal Independiente (PLI), representado por Eduardo Montealegre, así como la expulsión de tres funcionarios estadounidenses y varios ciudadanos mexicanos.
Sin embargo, un mes después, los empresarios siguen esperando poder hacer uso del privilegio de dialogar con el poder, que solo goza el gran capital, nacional y extranjero, considerado por el gobierno como un ¨aliado¨.
El 17 de junio pasado, José Adán Aguerri, Presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, (Cosep), aseguró durante una entrevista en el programa de televisión ‘Esta Semana’, que ya habían pedido cita al mandatario, y que estaban esperando la confirmación.
Se esperaba que Aguerri asistiría a ese encuentro acompañado de algunos de los consejeros del Cosep, entre ellos Carlos Pellas, del Grupo Pellas y Ramiro Ortiz, del Grupo Promerica, y otros representantes del gran capital. Pero la esperada reunión aún no se ha llevado a cabo y existen diferentes conjeturas para intentar explicar la ausencia del diálogo político.
El presidente del Cosep explicó que todavía no han podido reunirse con Ortega, porque las personas que le acompañarán a la cita –cuyos nombres prefirió obviar- están fuera del país, y solo estarán disponibles después del 22 de julio, o sea, más de cinco semanas después que pidieran la reunión.
No obstante, el presidente de una de las cámaras del Cosep atribuyó al gobierno la no concertación del encuentro. Indicó que les mandaron a decir “que no podían recibirnos hasta después del 19 de julio, pero no sé si será porque están muy ocupados organizando el 37 aniversario [del triunfo de la Revolución de 1979], o simplemente, para que se enfríen los temas ‘calientes’.
Confidencial consultó con un alto directivo de la Cámara Americana de Comercio de Nicaragua (AmCham), quien confirmó que ellos no han pedido reunirse con Ortega desde finales del mes de enero, cuando renovaron su junta directiva.
De todos modos, el hecho que Ortega no reciba “a don Carlos [Pellas] y a don Ramiro [Ortiz]”, que también forman parte de AmCham, les afecta porque los hace sentirse relegados del lugar que se habían forjado en el seno de Ortega.
Ortega no quiere explicar nada
Alfredo Vélez, directivo de la Asociación Nacional de Avicultores y Productores de Alimentos, (Anapa), admitió que esa reunión todavía está pendiente, pero recordó que otros representantes del sector privado siguen reuniéndose con técnicos del gobierno para resolver los problemas del día a día.
“La vía de comunicación se mantiene, no solo para resolver los pequeños temas, sino para todo lo que se necesite”, excepto aquellos temas que son de la órbita política, explicó.
Uno de sus colegas en el consejo directivo del Cosep, opina que “Ortega está enfocado en garantizar la concentración total del poder en torno a su persona, y por eso está expulsando a todo aquel que le parezca peligroso para cumplir ese designio si él interpreta que esa persona puede significarle algún riesgo. Es por eso que no va a recibirnos hasta que haya consolidado todo su aparato de poder”, aseguró.
Otro líder gremial cree que la razón es simplemente “problemas de agenda” de Ortega. “Después de todo, él es el presidente”, razonó, en la suposición que el mandatario en realidad tiene mucho qué hacer, y que él es quien despacha con los ministros, y resuelve los problemas que surgen en el día a día.
El asesor de otro directivo presente en la cita semanal de la cúpula del Cosep, cree que en efecto, Ortega le está dando largas a la petición de los empresarios “para no tener que dar explicaciones por lo que está haciendo; porque no quiere que lo cuestionen por las expulsiones y decisiones arbitrarias que tomó la Corte Suprema de Justicia”, pero también “por razones de agenda”.
Otro asesor dijo que varios de sus colegas en la directiva del Cosep “no saben nada sobre ese tema. Solo rumores. La verdad es que todavía no nos dan una cita, pero solo José Adán (Aguerri, titular del Cosep), sabe cómo está eso, porque él maneja ese tema en persona”.
César Zamora, presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua, prefirió ver el lado positivo de la situación. A su juicio, el que hayan pasado varias semanas sin haber podido reunirse con Ortega, demuestra que “no somos aliados políticos del gobierno. Somos cámaras empresariales”, cuyo interés es netamente económico, “y no tenemos una alianza política con ellos”, aseguró