18 de marzo 2019
El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expresó a la Cancillería de la dictadura Ortega-Murillo que condicionaba la participación de la organización como “testigo y acompañante internacional” en las negociaciones del INCAE a la liberación de todos los presos políticos.
“Como es de su conocimiento, para esta Secretaría General resulta prioritoria la liberación de los presos políticos”, escribió Almagro, en una carta fechada el 15 de marzo. “Es por ende fundamental para asegurar la presencia de la Secretaría General en el diálogo, la liberación de todas las personas que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha identificado como presos políticos”.
Con esta comunicación oficial, dirigida al canciller Denis Moncada, queda claro la postura de la OEA frente la liberación de los presos políticos. Aunque el mismo Almagro ya había expresado hace unas semanas verbalmente en Washington esta condición, hasta ahora se conoce un documento oficial al respecto.
La carta fue enviada a la cancillería el viernes, un día antes de la violenta represión desatada por la policía en contra de la ciudadanía. Sin embargo, se filtró hasta este lunes en medio de múltiples críticas de la comunidad internacional al régimen Ortega-Murillo por la decisión de quebrar la manifestación popular.
Eliseo Núñez, exdiputado liberal y analista político, estimó que con la represión policial del sábado la dictadura perdió la poca capacidad de maniobrar que le quedaba ante al comunidad internacional.
“Antes del sábado intentaba mostrar una cara amable; que estaba en disposición de dialogar, que estaba liberando poco a poco presos ante la incomprensión de la oposición. Eso es lo que estaba vendiendo, por eso la Alianza tuvo que volver a la mesa”, argumentó Núñez. “Sin embargo, después de la represión el espacio se le cerró. El régimen no tiene ya capacidad de movimiento ante la comunidad internacional.
Fuentes conocedoras de la negociación aseguraron a Confidencial que tras la publicación de la carta de Almagro la “OEA va a apretar fuerte las tuercas” si el gobierno “no demuestra voluntad real y no se compromete con el diálogo y su avance”, que depende de la liberación de los 760 presos políticos.
De acuerdo a Núñez, la OEA intenta acelerar la aprobación del calendario de liberación escalonado de los reos de conciencia. “Daniel Ortega tiene que definir su juego en estos días. Será clave. Tiene que dejar claro si al final cede con las demandas para crear un ambiente favorable para el diálogo, y si cumplirá con las demandas de la ciudadanía”, aseguró el exdiputado.
En caso de seguir cerrado a todas estas opciones, Núñez cree que la ciudadanía podría volcarse de nueva cuenta a las calles, debido a que la sociedad está “llegando a un nivel hartazgo de la situación política, económica y de persecución”.
“Si revisas en fortalezas y debilidades de Ortega, la única fortaleza sólida que posee es tener a la gente en sus casas. La economía está cayendo, él está aislado, y el control del estado, de la planilla estatal y el policial está diseñado para el control de las calles”, dijo Núñez. “Si permite que la gente vuelve a las calles, Ortega pierde su principal palanca de negociación: que el país está bajo control según él. Es la última carta real que tiene desde el punto de gobernabilidad”, agregó.
Almagro informó en la carta que designó a Luis Ángel Rosadilla como “testigo y acompañante internacional” en la mesa de negociaciones entre la dictadura y la Alianza Cívica. Rosadilla ha estado activo en las reuniones formales e informales entre las partes. El pasado viernes, cuando el diálogo entró en un nuevo “impase” debido a la negativa del gobierno de liberar más reos de conciencia, Rosadilla se “molestó” debido a la falta de voluntad del régimen, de acuerdo a fuentes cercanas a la negociación.
La OEA propone un plan de liberación escalonada de los presos políticos a ser discutido en la mesa del INCAE. Sin embargo, hasta ahora no se ha avanzado en ese particular. Las fuentes cercanas a la negociación afirmaron que la propuesta de la Alianza Cívica es liberar a todos los presos políticos que no han sido condenados por la justicia orteguista, y que los condenados sean puestos en libertad a través de este calendario de liberación escalonado.
Hasta ahora, la dictadura Ortega-Murillo solo ha excarcelado a 160 personas, quienes jurídicamente siguen privados de libertad, ya que solo les cambiaron el régimen carcelario a casa por cárcel o convivencia familiar.
Los familiares de los presos políticos, así como la Alianza Cívica, demandan la libertad total de los 760 presos políticos. Sin embargo, el gobierno alegó el pasado viernes que haber excarcelados a 50 personas era un “gesto” que dice bastante de su voluntad.
Desde su llegada al país el 11 de marzo, Rosadilla se ha reunido con el gobierno, la oposición y diferentes partidos políticos para también buscar salida al adelanto de elecciones.
Rosadilla dijo a los periodistas que esta vez su ocasión en Nicaragua será bastante larga, y que en ocasiones anteriores ha viajado de forma relámpago y en secreto a reunirse con el gobierno.
“Vengo a observar, a evaluar, si hay algún espacio, si es posible que la OEA participe de esta iniciativa que es de los nicaragüenses”, dijo Rosadilla en referencia a las negociaciones.
“Diálogo debe producir resultados”
La Alianza Cívica emitió un comunicado este lunes condenando la represión del sábado, y demandando al régimen que el diálogo “debe producir resultados”.
“El diálogo y la negociación es el compromiso ineludible de la Alianza Cívica con el pueblo nicaragüense para solucionar de manera pacífica la grave crisis por la que atraviesa nuestro país. Lamentablemente, hasta el día de hoy el diálogo nacional no ha producido los resultados que legítimamente espera la gran mayoría de nuestros conciudadanos. Su frustración es la nuestra. La entendemos y la compartimos plenamente”, plantearon los opositores.
Sin embargo, insistieron “que el único diálogo efectivo es el que produce resultados. El que abraza la población porque ve que responde a sus anhelos y aflicciones”.