12 de junio 2016
“Aquí se acabó la observación”, sentenció el comandante Daniel Ortega en su discurso ante el Congreso Nacional Sandinista, que el 4 de junio lo ratificó para su séptima candidatura presidencial en 32 años. Con ese anuncio, el mandatario busca sepultar el derecho a la observación electoral, que a pesar de estar establecido en las leyes y ser una demanda de más del 80% de los nicaragüenses (incluyendo a simpatizantes del Frente Sandinista), su gobierno mantiene conculcado.
Al director ejecutivo de Ética y Transparencia (EyT), Roberto Courtney, no le extraña que Ortega se oponga a la observación. “Eso se debe a su confianza absoluta en el Consejo Supremo Electoral, pero por eso es que la Ley contempla la observación, para que los otros partidos que no tienen esa confianza, puedan tenerla. Está establecida en la Ley y debe ser una garantía”, sostiene. EyT ha observado los procesos electorales por más de dos décadas.
En su discurso, pronunciado desde la Plaza de Los No Alineados del antiguo Centro de Convenciones Olof Palme, Ortega retomó su tono antimperialista y calificó a los embajadores de “sinvergüenzas”, que según él se creen y actúan como “emperadores”, que llaman a magistrados y diputados nacionales “para pedirles cuentas” sobre el proceso electoral y sus actuaciones.
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Aunque Ortega no precisó nombres de los representantes del cuerpo diplomático en el país, durante su intervención sí indicó que con imperialistas se refería a Estados Unidos y la Unión Europea. Además, dirigió críticas específicas contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Courtney afirma que “la figura de injerencismo que ocupa Ortega es falsa” y agrega que “todos los otros países a los que Ortega señala son observadores por diversos convenios y también la aceptan y promueven dentro de sus propias jurisdicciones”.
“Prefieren dejar en casa los trapos sucios”
Según Courtney, permitir la observación es una forma de orgullo sobre la transparencia de cada sistema electoral. “Quizá aquí se quiere negar porque hay muy poco orgullo y se prefieren dejar en casa los trapos sucios”, valora.
En las elecciones generales de 2011, la observación fue reducida a “acompañamiento” y limitada por un reglamento publicado a menos de tres meses del día de la votación.
Al final del proceso, la Unión Europea concluyó en su informe que las elecciones de aquel año fueron “un retroceso en la calidad democrática” y advirtió “la escasa transparencia y neutralidad” del CSE. El Centro Carter, por su parte, consideró que las mismas imprimieron “un golpe negativo a la democracia nicaragüense”.
A la fecha, ninguna de las recomendaciones que incluyeron los informes se han tomado en cuenta. Por el contrario, la reciente integración de los Consejos Electorales Departamentales y Regionales (CED y CER), del 3 de junio, excluyó a los representantes del opositor Partido Liberal Independiente (PLI), liderado por el diputado Eduardo Montealegre, que cinco días perdió la representación legal y sellos del partido por una sentencia de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
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Según Courtney, los cuestionamientos reiterados al sistema electoral nacional son suficientes para que este sea objeto de observación, y “aún más si hay una posición de rechazo”.
El artículo 10 de la Ley Electoral establece entre las atribuciones del CSE: “Reglamentar la acreditación y participación correspondiente a los observadores del proceso electoral”. También el artículo 27 indica que en las Juntas Receptoras de Voto se debe permitir el acceso de los observadores debidamente acreditados.
Courtney asegura que además de estar establecida como un derecho, la observación electoral nacional, como la que realiza EyT, no necesita acreditación, porque cada nicaragüense es un observador cada día y que bajo esa premisa EyT se mantiene observando el proceso y trabaja en un su primer informe sobre el mismo.
Centro Carter lamenta “ataque”
El Centro Carter —que ha acompañado procesos electorales en Nicaragua desde 1990— lamentó este martes que Ortega cierre las puertas a la observación electoral, “a pesar del clamor por una mayoría de los nicaragüenses”.
“En un ataque a la comunidad internacional, el Presidente Ortega rechazó la oportunidad de confirmar la adhesión de Nicaragua a las normas democráticas para los procesos electorales que proporcionan garantías a los ciudadanos y fomentan la participación”, expresó el Centro Carter en un comunicado enviado a la redacción de Confidencial.
“Habíamos bienvenido la posibilidad de observar las elecciones nicaragüenses de este año y lamentamos la decisión de ignorar un componente clave del propio código electoral de Nicaragua”, añadió el organismo.
El mismo día, en su posición editorial semanal, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), reiteró en un documento su posición a favor de la observación e insistió en la necesidad de “restaurar la credibilidad democrática del país”.
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“No podemos ignorar que venimos de procesos electorales cuestionados de legitimidad”, afirmó el presidente del Cosep, José Adán Aguerri, quien explicó el que además de la petición pública, los empresarios impulsarán campañas cívicas que iniciarán el próximo mes y “por supuesto vamos a estar llevando estos temas a la mesa también con el Gobierno”, dijo.
El Cosep solicitó que el CSE reglamente la acreditación y participación de los observadores nacionales e internacionales, conforme sus atribuciones establecidas en el artículo 10, numeral 8 de la Ley Electoral.
UE y EmbUSA reaccionan
La Delegación de la Unión Europea en Nicaragua se limitó a expresar que “respeta” la decisión del Gobierno.
Mientras, la Embajada de los Estados Unidos (EmbUSA), a través de la Oficina de Prensa, indicó a Confidencial que el gobierno de ese país “ha apoyado constantemente los llamados de los ciudadanos nicaragüenses, la sociedad civil, empresarios y líderes religiosos para la observación nacional e internacional como parte de una elección justa y transparente” y que la observación “es siempre parte de las elecciones de los Estados Unidos”.
“Como hemos dicho antes, la observación nacional e internacional dan credibilidad a las elecciones y promueven la confianza de los inversionistas potenciales en Nicaragua”, reiteró la Embajada.
Desde su cuenta oficial en Twitter, la embajadora Laura Dogu compartió el comentario de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Asuntos Laborales (DRL), del Departamento de Estado, en el cual esta expresó sentirse “decepcionada” de que el gobierno de Nicaragua rechace la observación electoral “solicitada por la empresa privada nica, iglesia, sociedad civil y ciudadanía”.
“Seguimos instando a Nicaragua para que permita la observación electoral solicitada por los ciudadano”, añadió la Oficina.
Seguimos instando a #Nicaragua para q permita la observación electoral solicitada por los ciudadanos de Nicaragua.
— Human Rights @ State (@State_DRL) 7 de junio de 2016
Decepcionada q gob d #Nicaragua rechaza observación electoral solicitada por la empresa privada nica, iglesia, sociedad civil y ciudadanía.
— Human Rights @ State (@State_DRL) 7 de junio de 2016
Obispo Baéz y actores internacionales también se pronuncian
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, también manifestó a través de Twitter su “preocupación” ante el fallo judicial que dejó sin casilla a la oposición. “Transparencia y participación de todos (es) clave en #EleccionesNi2016”, comentó el uruguayo.
Preocupación ante situación x fallo CSJ #Nicaragua. Transparencia y participación d todos clave en #EleccionesNi2016 https://t.co/UcgCm8Ga60
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 9 de junio de 2016
La Conferencia Episcopal de Nicaragua también ha insistido en su llamado a permitir la observación electoral, tal como se planteó en la carta pública que entregó a Ortega en mayo de 2014.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, expresó durante una homilía en la Catedral de Matagalpa, que “eliminar al adversario y cerrar espacios a la democracia es matar a nivel social y político”, en clara alusión a la decisión de la Corte.
“Así como matamos a través del chisme, se mata de manera institucional, cuando al pueblo se le niegan los derechos", comentó monseñor Báez en Twitter.
«No matarás» (Mt 5,21). Eliminar al adversario y cerrar espacios a la democracia es matar a nivel social y político. #EvangelioDeHoy
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 10 de junio de 2016
“Así como matamos a través del chisme, se mata de manera institucional, cuando al pueblo se le niegan los derechos". pic.twitter.com/SlopLdjOD5
— DiócesisdeMatagalpa (@DiocesisdeMat) 9 de junio de 2016
El director regional de la organización de derechos humanos y democracia, Freedom House, Carlos Ponce, quien fue impedido de entrar al país en febrero de este año, expresó también desde su cuenta oficial en la misma red social que “la decisión de la ‘justicia’ de Daniel Ortega en Nicaragua, de eliminar el PLI y no aceptar observadores, elimina posibilidades de elección libre”.
Decisión de la "justicia" de Daniel Ortega en Nicaragua de eliminar el PLI y no aceptar observadores elimina posibilidades de elección libre
— Carlos Ponce (@ceponces) 10 de junio de 2016
El Premio Nobel de la Paz y expresidente de Costa Rica, Oscar Arias, solicitó también la autorización del ingreso de observadores internacionales para las elecciones presidenciales, tras adherirse con su firma a una petición formulada por el Movimiento por Nicaragua (MpN).
“En materia electoral en Nicaragua se ha retrocedido”, dijo. “Lo evidente —planteó— es que no hay transparencia en los procesos electorales. ¿Por qué no permiten que la observación internacional esté presente el día de las elecciones?”.