11 de noviembre 2017
La portabilidad numérica está llamada a ser el siguiente salto de la telefonía celular en Nicaragua, del mismo modo que ya lo fue en otros mercados “maduros”.
Un empresario del sector de las telecomunicaciones detalló a Confidencial que después de pasar por todos los esquemas comerciales tendientes a “ensanchar la base de clientes” y “ampliar la ‘maduración’ del mercado”, la portabilidad numérica es el siguiente paso para extender la cobertura, aumentar el número de usuarios, y mejorar los precios al consumidor.
El tema le interesa especialmente a los usuarios, pero las empresas de telefonía celular se rehusan a comentar la propuesta en público.
Confidencial llamó a las gerencias de relaciones públicas de Telefónica y Enitel. La respuesta extraoficial fue que preferían que fuera el ente regulador el que abordara el tema, y que, en todo caso, al público le beneficiaría más una reducción del impuesto de 30% que se aplica a los celulares inteligentes, para que más personas pudieran comprarse uno.
Hjalmar Ayestas, presidente de la Cámara Nicaragüense de Telecomunicaciones (Canitel), y asesor de Telefónica, apunta en la misma dirección al detallar que “la portabilidad numérica brinda la facilidad de que un usuario de telefonía celular pueda cambiar de compañía conservando el mismo número”.
“Si bien puede sonar atractivo, debe tenerse presente quién administrará la numeración de los clientes; quién pagará por los costos de desarrollar el hardware y software para tener dicho servicio a disposición, y cuántos clientes beneficia”, inquirió.
Ayestas asegura que “los procesos de implementación de la portabilidad numérica desarrollados en la región, generalmente han sido financiados por los mismos gobiernos, pues la administración de la plataforma de la portabilidad numérica recae en un agente neutral con respecto al mercado, y no necesariamente en los mismos operadores de telecomunicaciones”.
El experto llamó a “valorar las inversiones que se derivan de estos procesos, pues sobre la base de información que tienen las empresas operadoras del sector en América y Europa, un número aproximado al 3 % de los clientes de cada operador es el que migra a la otra empresa y los costos de tener esa facilidad son de millones de dólares. Las estadísticas indican que los beneficios obtenidos podrían no justificar dichas inversiones”, aseguró.
Pagar a un ‘neutral’
“En ningún país el Estado ha asumido los costos. Lo han asumido los operadores y lo terminan transfiriendo al usuario final”, dijo una fuente del sector, que sí concuerda con Ayestas en lo referente a la necesidad de que haya un “agente neutral”.
“Por temas de competencia y suspicacias entre operadores, hay que designar un organismo independiente que administre y gestione esta infraestructura. A este organismo hay que pagarle sus costos de operaciones y su crecimiento, cuando lo exige la dinámica del mercado”, explicó.
Otro empresario con amplia experiencia en el sector de telecomunicaciones, dijo que cambiar de empresa conservando el número celular “se hace a través de un integrador, que tiene la plataforma, y se la vende al ente regulador”, y que el proceso no es extremadamente caro, pues “la empresa invierte unos USD 8 millones en tecnología”.
Organizar este esquema es necesario porque aunque un usuario renuncie a seguir trabajando con un operador, y se pase a trabajar con el otro, el primer operador sigue teniendo y manejando los datos del cliente que se le fue, y ese operador es el que recibe la señal de la llamada y se la pasa al otro operador, que es quien termina cobrando.
“Al final, gana la empresa que recibe a los inconformes, porque es la que está haciendo negocio con ese nuevo cliente, pero también gana la otra empresa, la ‘abandonada’, porque le cobra un peaje a la otra”, explicó.
En similares términos se expresa René Romero, estudioso del tema, al señalar que “la portabilidad numérica no sólo beneficia a los operadores al permitirles contar con una nueva facilidad para atraer clientes: también beneficia a los usuarios, al permitirles decidir por la opción más conveniente sin necesidad de cambiar su número de teléfono móvil”.
La resistencia, pasiva o activa, de las operadores de telecomunicaciones, sugiere que tienen mucho que perder si se implementa la portabilidad numérica, pero Gabriela Lago, consultora de Tahoe Consulting LLC, asegura que nadie sale perjudicado.
“La implementación de este derecho del usuario redunda en beneficios para todos. Aunque a corto plazo pareciera que hay que realizar muchos cambios e invertir demasiado dinero, a largo plazo no he escuchado de ningún mercado que se haya arrepentido de implementar la portabilidad numérica”, aseguró.
“Es verdad que los operadores deberán invertir en actualizar sus redes, pero las redes de la mayoría de los operadores móviles son relativamente nuevas y la inversión no es tan alta”, reflexionó.
Balance contable
Establecer la portabilidad numérica tiene más costos de lo que parece a simple vista, pero siempre se incurre en ellos, tal como lo muestra esta lista preparada por un experto en el tema.
- Hay que establecer bases de datos, que casi siempre requieren servidores específicos con todas las normas y dispositivos de seguridad.
- Hay que darle mantenimiento permanente a estas bases de datos cuando el mercado es dinámico. En mercados de millones de usuarios esta gestión puede llegar a ser importante desde el punto de vista informático, ya que tiene que estar al día.
- Se requiere doble uso de numeración E-164 de la UIT (y pagar a Telcor por acceder a esa numeración), así como el enrutamiento entre las centrales de los operadores, lo que implica negociar nuevos anexos en los contratos de interconexión, que son aspectos muy elaborados desde el punto de vista de ingeniería y legal.
- Hay que pagar los costos de operación -y el crecimiento- del organismo neutral que administrará y gestionará la infraestructura a instalar para que funcione el sistema.
- Los costos dependen de las economías de escala que pueda alcanzar el mercado. Sin embargo en los países que han asumido la portabilidad esto no ha sido un obstáculo. Los costos también dependen de la configuración o método tecnológico que se emplee.
El desarrollo de la tecnología, y el tamaño del mercado, entre otros, condicionan y dictan la evolución de los sistemas de telecomunicaciones, desde la primera llamada hecha por la presidenta de la República, Violeta Barrios de Chamorro, a mediados de la década de los 90, hasta el presente.
En ese momento se aplicaba el esquema “los dos pagan”, para recuperar la inversión, pero también para proteger el negocio de llamadas internacionales, que representaba una gran fuente de ingresos para el operador dominante de ese momento.
El siguiente esquema fue “el que paga llama”, con lo que se pudo ampliar la cantidad de clientes del sistema, de donde se pasó al subsidio de equipos y al establecimiento de las llamadas prepago, lo que bajó aún más las barreras de entrada para muchos ciudadanos que no podían pagarse un plan pospago.
Luego se establecieron promociones en los planes prepago, que permitió masificar el servicio, aunque la brecha digital sigue siendo amplia. La portabilidad numérica sería el siguiente elemento, aunque el Estado también podría ayudar, disminuyendo los impuestos que pagan los celulares ‘inteligentes’, y ampliando la red de fibra óptica para llegar a más ciudadanos.
Confidencial consultó a la población en las redes sociales y las opiniones apuntaban fundamentalmente en una sola dirección: