30 de agosto 2017
La economía vive una “desaceleración económica por el lado del consumo”, confirmó este martes el economista Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), durante la presentación del segundo Informe de Coyuntura Económica (ICE) 2017.
Cuatro veces al año, ese centro de pensamiento presenta sus informes de coyuntura de la economía nacional, en los que incluyen dos encuestas (la de Confianza del Consumidor, y la de Confianza de los Empresarios), así como un estudio particular, que en esta ocasión giró en torno a una propuesta de transformación productiva del país.
Al explicar que en una economía como la nuestra el consumo representa cerca del 80% del Producto Interno Bruto (PIB), Chamorro detalló que el ritmo de crecimiento del consumo, que fue de 6.1% en el segundo trimestre de 2016, bajó a 5% en el primer trimestre de 2017, y cayó hasta 4.5%, donde se mantendrá inalterable a lo largo de seis trimestres más.
El economista hizo notar que ese descenso no es totalmente negativo, si se tiene en cuenta que se mantendrá estable durante todo ese período; que de todos modos era difícil que siguiera elevado, siendo que venía de altos niveles en 2015 y 2016, cuando se registró un aumento en las ventas de bienes durables; y finalmente, que tendrá un nivel similar al observado en el resto de la región centroamericana.
Dos de los elementos que explican esta desaceleración en el consumo son el comercio (que en general, muestra niveles de menor crecimiento muy similares a los de la totalidad del consumo) y la producción de las zonas francas, que está colocando menos arneses y textiles (sus dos rubros principales) en Estados Unidos.
Ello corresponde con las menores importaciones de zona franca (-2.8%), observadas al comparar el primer semestre del presente año, con idéntico periodo del año anterior, lo que si bien alivia un poco la balanza comercial, al final se traducirá en menores exportaciones de zona franca, al tratarse de insumos para la transformación productiva.
Déficit INSS creció 78.8 %
El proceso de desaceleración que el país ha experimentado a lo largo de los dos últimos años, también tiene su expresión en la evolución del PIB, cuyo crecimiento Funides prevé en 4.6 % para el presente año, lo que es “una décima por debajo del año pasado”.
También “se empieza a notar una desaceleración en la recaudación de impuestos al valor agregado, como resultado del menor crecimiento del comercio, aunque el gasto público permanece en línea, observando un superávit fiscal global”, aseguró Chamorro.
Dos economistas consultados por Confidencial, no descartan que la acostumbrada reforma al presupuesto general de la república 2017 que se efectúa en el mes de septiembre, esta vez no sea para incorporar millones de córdobas producto de un alza en los tributos, sino que termine mostrando menores tasas de crecimiento en el nivel del ingreso.
En el apartado de las encuestas, la tabulación de los datos del ejercicio efectuado en mayo con los empresarios, muestra que los encuestados perciben un “deterioro en la coyuntura económica del país con respecto al año anterior, lo cual tuvo un impacto negativo en la percepción del clima de inversión”.
La corrupción, el precio de la energía eléctrica y el entorno político, conforman la triada de problemas que más preocupan a los empresarios.
En contraste, la Encuesta de Confianza de los Consumidores, realizada en junio, reflejó que los ciudadanos estaban “optimistas en relación con su capacidad de compra actual, mostrando por primera vez desde 2012 una percepción neta positiva”. Los encuestados consideran que su capacidad de compra y de empleo mejorará en los próximos meses.
Funides explica que “este optimismo se basa en el hecho que la preocupación sobre el incremento de los precios de los alimentos ha disminuido”, como resultado de las bajas tasas de inflación reportadas en el último año y medio.
En referencia a la situación financiera del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), el segundo ICE 2017 muestra un déficit de C$ 594 millones entre enero y mayo de 2017, lo que es 78.8 % mayor que el déficit observado durante el mismo período de 2016. La razón es un aumento de 15.0 % en los gastos, incremento que no se pudo compensar con el crecimiento de 12.6 % de los ingresos.
A la par, el análisis de los datos que sí publica el Instituto, muestra que sus inversiones son cada vez menos líquidas, lo que se explica por la compra de clínicas y hospitales, o por la aprobación de préstamos para financiar la construcción de edificios, lo que “está bien, pero disminuye su capacidad para enfrentar un aumento en la demanda de servicios o pensiones”.
“El INSS necesita resolver este problema de cartera de inversión”, sentenció Chamorro.
[destacado titulo="Diálogo con empresarios, no es excusa"]
*El diálogo no puede ser usado para legitimar, suplantar o esconder la falta de institucionalidad por la que atraviesa el país”.
Gerardo Baltodano, presidente de la Junta Directiva de esa misma entidad, dijo en referencia al diálogo permanente que mantiene el sector privado con el gobierno de Daniel Ortega, que “el diálogo no es ni debe ser promovido como corresponsabilidad del sector privado en la gestión gubernamental; y mucho
Funides está de acuerdo en que haya diálogo entre el sector público y el privado, en especial, al considerar que “nuestro país estaría en una situación económica más desfavorable si éste diálogo no se hubiera generado”, por lo que instan “a ambas partes a continuar dialogando”, sin que eso sirva para tratar de excusar la “falta de institucionalidad” que aqueja al país.
Gerardo Baltodano, presidente de Funides, usó como ejemplo las inversiones del INSS, parte de las cuales se usaron para otorgar préstamos a allegados al régimen, que construyeron edificios de apartamentos que muestran tasas mínimas de alquiler.
“En adición al creciente déficit operacional de esa institución… está también el tema coyuntural de las inversiones que ha venido a relucir recientemente en los medios de comunicación”, dijo Baltodano.
“Funides considera muy importante que el INSS no solo invierta de acuerdo a lo que las leyes y las normas le permiten, sino que consideramos imperativo que vaya mejorando dichas normativas para asegurar inversiones que en promedio tengan un adecuado rendimiento ajustado a riesgo, y que sean lo suficientemente liquidas para sus fines”, añadió.
El presidente de Funides considera “más relevante aún” que de cara al público y a los asegurados, se establezcan registros transparentes de las inversiones; reglas claras para resolver posibles conflictos de intereses de quienes tienen poder de decisión; y las responsabilidades civiles, administrativas y penales que corresponda a los miembros de la junta directiva y funcionarios del INSS, igual que ya ocurre en otras instituciones financieras reguladas.
Finalmente, Baltodano llamó a no conformarse con crecer al 5 % anual, siendo que “se necesitan tasas de crecimiento superiores, cercanas al 8 %, y para lograrlo requerimos de mejoras institucionales y de cambios estructurales en la matriz de producción”.[/destacado]