1 de diciembre 2016
Afónica y agotada, Francisca Ramírez se mantenía la tarde de este miércoles al frente del grupo de campesinos anticanal, varados cerca de la comunidad La Lechera, en Nueva Guinea, uno de los puntos donde oficiales y antimotines de la Policía Nacional reprimieron con más violencia a los campesinos, que desde el martes intentaban salir en caravana hacia Managua.
Su objetivo era expresar una vez más su rechazo a la concesión del proyecto del canal interocéanico y el repudio a las recientes votaciones, en las que el tribunal electoral dio al comandante Daniel Ortega su tercer mandato presidencial consecutivo. Aunque no lograron salir, y al menos siete de ellos fueron heridos y hay unos veinte desaparecidos, "doña Chica", asegura han tenido otra expresión exitosa. "Quedó demostrado que no se respetan nuestros derechos, que es falso lo que el gobierno dice: que aquí hay libertad de expresión. Vimos que el gobierno está dispuesto a matarnos, pero no nos vamos a detener", afirma en una entrevista vía telefónica con Confidencial.
Ramírez se preparaba ayer para salir hacia Managua con una delegación de catorce campesinos que se reunirán hoy con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a quien afirma que expondrán las violaciones que han sufrido en contra de sus derechos y su rechazo a las votaciones del pasado seis de noviembre que califica de "chanchada electoral".
"Doña Chica", como le llaman en su comunidad de La Fonseca, argumenta que el movimiento desistió de su caravana hacia Managua para evitar nuevos enfrentamientos, pero asegura que los campesinos volverán.
Tenemos entendido que hace unos minutos, esta tarde (miércoles), ustedes dieron por cancelada la caravana que pensaban realizar a Managua. ¿Por qué tomaron esta decisión?
Porque nosotros estamos demostrando que no somos violentos, somos gente de paz y que amamos y queremos la paz. No queremos más derramamiento de sangre en este país. Ayer nos dimos cuenta que la actitud del gobierno es matarnos, seguir con el derramamiento de sangre, porque tenemos cuatro personas tiradas y no con balas de goma, sino tiradas con AK.
¿Qué medidas van a tomar después de esto?
Seguiremos luchando hasta que la Ley 840 sea derogada, que es lo que hemos pedido: el respeto a nuestros derechos. Hasta ahorita nosotros tenemos cinco heridos aquí en la Guinea, en El Tule hay cinco heridos y veinte personas desaparecidas.
Estás veinte personas desaparecidas, ¿ustedes qué creen que pudo ocurrir con ellas? ¿Pueden estar escondidas? ¿Las tendrá la Policía? ¿Qué creen que ha ocurrido?
Pensamos que la Policía se las llevó, se las llevó, pero la Policía no nos quiere dar ninguna respuesta a nosotros. No permite que nosotros preguntemos de nada. Me tienen un camión secuestrado, me lo desbarataron. Los mismos antimotines no nos han querido entregar el camión y eso nos tiene muy preocupados a nosotros, que no escuchen al pueblo, que no escuchen la voz del pueblo, que en lugar de escucharlo le violen sus derechos: represionándolos, intimidándolos y baleándolos, como fue ayer la actitud.
¿Ustedes donde se están concentrando hoy? ¿Van de regreso a sus casas? ¿Van a concentrarse en algún punto?
Nosotros quisimos actuar con mucha responsabilidad. Sabemos que el pueblo está indignado. Desde el seis de noviembre el pueblo siente una gran indignación, porque no los dejaron ejercer su derecho como nicaragüenses. Sabemos que la gente tiene mucha indignación y sabemos que la gente está dispuesta desde ya a luchar (de forma) pacífica y cívica, porque el gobierno está cerrando los espacios
Se había planteado la posibilidad de que el hecho que estuviese una misión de la OEA en el país, y que se realice la visita del secretario general Luis Almagro mañana, iba a dar un poco de seguridad para esta movilización. ¿Por qué cree que a pesar de que está la misión aquí y de que mañana viene Almagro no se les respetó el derecho a movilizarse?
Entendemos que lo que el gobierno quiere es negociar. Cree que él puede seguir negociando con los organismos internacionales, que le pueden seguir creyendo las mentiras, como dijo hoy el jefe de la Policía, que nosotros éramos una banda, unos vandálicos, que por eso había actuado en contra de nosotros como hicieron en El Tule. Esas son solo mentiras y mentiras para querer engañar a los (actores) internacionales diciendo que todo está bien, pero hoy con la actitud demostró definitivamente que él es una persona violenta, que no respeta los derechos, pero yo creo que es oportuno para que la OEA y los internacionales se enteren de lo que verdaderamente está pasando en Nicaragua.
A sus comunidades, ¿ustedes van a llegar a reunirse? ¿Van a llegar a proponer, a ver qué medidas o qué estrategias van a seguir o van a desistir de la protesta?
No. Nosotros vamos a insistir. Mañana (jueves) nos citaron que vamos a estar con Almagro en Managua en una reunión como movimiento campesino. Mañana nosotros vamos a exponerle nuestros problemas, todas las violaciones a nuestros derechos que se han venido dando en este país.
No han podido salir, ¿cómo van a llegar a Managua?
No tenemos ni idea. De la manera en cómo aquí están tomando no tenemos ni idea de cómo lo vamos a hacer, pero realmente vamos a intentar hacerlo.
¿Esta reunión con Almagro ya la tienen confirmada?
Sí. Ahora (miércoles) nos confirmó la OEA que vamos a estar con Almagro también como movimiento social para exponer todos nuestros problemas que estamos viviendo en el país.
¿Usted cómo se siente después de lo ocurrido? ¿Cómo describiría usted el sentimiento que tiene en este momento?
Como movimiento sentimos que tuvimos algo exitoso, porque una vez más el gobierno de Nicaragua demostró que no respeta los derechos, que es falso lo que él dice que aquí hay libertad de expresión. Lo confirmó una vez más. Para nosotros como movimiento fue exitoso demostrar que sí intentamos y él bloquearnos de la manera que lo hizo. Pensamos que él ya no puede seguir mintiendo. Estamos claros que la OEA no va a venir a resolvernos, que somos los mismos nicaragüenses los que tenemos que hacerlo, pero queremos que él también sepa la realidad del país y que él también pueda demostrarlo internacionalmente y exigir la Carta Democrática, que es lo que nosotros estamos pidiendo, que se respeten nuestros derechos.