4 de agosto 2016
El obrero Samuel Gutiérrez pasa por días malos. Lo despidieron de un hospital público donde brindaba servicios de mantenimiento general. Este martes que vio a la primera dama Rosario Murillo asumir la candidatura como vicepresidenta por el Frente Sandinista, algo no “le cuadró”. “Esto es una dictadura, porque solo la familia se está eligiendo y enriqueciendo”, dijo este hombre la noche de este miércoles frente a la sede del Consejo Supremo Electoral, en la protesta realizada contra “la instauración de la dinastía familiar” y “la farsa electoral”.
La candidata a vicepresidente del FSLN Rosario Murillo cuenta con el apoyo de la Juventud Sandinista y uno de sus coordinadores más visibles, el secretario de la comuna capitalina Fidel Moreno. Las estructuras de gobierno y las alcaldías también están alineadas en torno a la fórmula presidencial y las bases femeninas del partido reconocen en Murillo méritos para administrar las decisiones gubernamentales de diario.
Las encuestas también le atribuyen a Murillo popularidad. Un sondeo de opinión M&R Consultores ubica a la vocera del gobierno con 71.9% de popularidad, solo por debajo del comandante Ortega.
Sin embargo, opositores del Frente Sandinista y defensores de derechos humanos cuestionan la presunta unanimidad en el FSLN detrás de la nominación de Murillo y lo atribuyen al ¨dedazo¨ del comandante Ortega.
“La candidatura de Rosario Murillo es la instauración formal de la dinastía de Daniel Ortega y su familia”, dijo Azahálea Solís, abogada constitucionalista y directiva del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Según esta jurista, 37 años después, después de miles de muertos y miles de exiliados, Nicaragua vuelve al punto de partida, cuando en 1979 fue derrocada la dinastía somocista por la Revolución Sandinista.
“Y es un punto de partida mucho más grave, porque es sobre la violación sexual a una niña (Zoilamérica Ortega Murillo). Recordemos que el poder de Rosario Murillo volvió a tener relevancia en 1998 a partir de la denuncia de su hija. Es decir, la desvergüenza, el total y absoluto descaro. Sobre eso está montado el pueblo de Nicaragua, y es peligroso, grave y vergonzoso”, fustigó la constitucionalista.
En la sede del Poder Electoral, en Metrocentro, todavía quedaban las vallas policiales acordonando el edificio donde este martes Murillo fue oficializada por el jefe de bancada sandinista, el diputado Edwin Castro. El mismo sitio donde el comandante Ortega justificó a su fórmula presidencial con el argumento de que su gobierno le “da más espacio a las mujeres”.
La directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), la doctora Vilma Núñez, opinó que la candidatura de Murillo no responde a lo expuesto por Ortega y tampoco fue una decisión del partido Frente Sandinista como tal.
“No podemos decir que existen candidaturas del Frente Sandinista, son las candidaturas de Daniel Ortega. Él mismo decidió quién iba a ser el vicepresidente y los diputados”, dijo Núñez.
La defensora de derechos humanos dijo que el reto ante las actuaciones del comandante Ortega lo tiene “el Frente Sandinista si es que existe como partido”.
La presidenta del MRS, Ana Margarita Vijil, opina que el nombramiento de Murillo como candidata demuestra que el orteguismo “tiene serios problemas” a lo interno del partido, porque “todo lo tuvo que hacer de dedo”.
El Congreso Sandinista celebrado a inicios de junio autorizó al comandante Ortega elegir todas las candidaturas del partido. El día final de las inscripciones ante el CSE, la diputada sandinista Alyeris Arias expresó que los candidatos “son los que eligió Dios”.
“No fue el Frente Sandinista quien propuso a Murillo, igual a los diputados. Igual de la noche a la mañana apartó a los diputados opositores, que supuestamente no le molestaban, porque tiene mayoría en la Asamblea Nacional”, apuntó Vijil.
“La imposición de Rosario”, de acuerdo a la presidenta del MRS, responde básicamente al tema de la sucesión del poder. La primera dama se coloca en la primera línea de la sucesión constitucional como vicepresidenta de la República. Antes, Murillo no contaba con un cargo que le permitiese tomar el poder en caso de ausencia de su esposo.
“Obviamente Daniel Ortega no está bien… No se habla de sucesión cuando estás sano. Esa es una discusión que ha estado teniendo el Frente Sandinista desde hace un año. Eso demuestra la imposición de Rosario y no esperar más tiempo para generar más consenso, y tener alguien de la familia en vicepresidencia”, analizó Vijil.
La nueva consigna estrenada en la protesta de este miércoles ante al CSE fue “democracia sí, dinastía no”. Al final de la manifestación, el obrero Samuel Gutiérrez puso ante los pies de la valla policial una candela que mantuvo encendida como señal de protesta. Buscó la ruta en la parada de Metrocentro para retornar a su casa.