17 de marzo 2016
Los socios de la Cámara Nicaragüense de Internet y Telecomunicaciones (Canitel), conocida también como Asociación de Internet de Nicaragua (AIN), recibieron con beneplácito la noticia de que la Asamblea Nacional aprobó el préstamo de US$50 millones para ampliar la cobertura y la calidad de la banda ancha en el país, y solo esperan que, en vez de competir, esos recursos se complementen con los US$1,500 millones que ya se han invertido en los últimos años.
El ingeniero Hjalmar Ayestas, nuevo presidente de Canitel, aboga por que exista un plan nacional de banda ancha en el que se incorporen los intereses (y los esfuerzos) del sector público como del privado, convencido que el resultado (para empresarios, gobernantes y ciudadanos) será siempre del tipo ganar-ganar.
Aunque las relaciones con el ente regulador se vieron muy afectadas por el intento del Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), de aprobar una ley que les cercenaba derechos y creaba una empresa pública que compitiera con ellos, Ayestas cree que las empresas del sector privado pueden seguir aportando al desarrollo del sector.
¿Cómo recibió Canitel la noticia de que la Asamblea Nacional había aprobado el préstamo de US$50 millones del BID para ampliar la red de banda ancha?
En Canitel estamos convencidos de la importancia de cualquier iniciativa orientada a fortalecer la penetración del Internet de alta velocidad en el país, conocida popularmente como banda ancha; principalmente en las zonas rurales, que es donde existen los mayores retos en vista de la distribución de la población y sus condiciones sociales y económicas.
Por eso, vemos positivo que se aprobara ese préstamo, pues podría contribuir a mejorar la cobertura de las redes de telecomunicaciones y el acceso a Internet, y ayudar a mejorar los indicadores de conectividad, lo que constituiría un factor de acompañamiento para el desarrollo y crecimiento de otros sectores productivos de la economía nacional, así como mayores oportunidades de mejora e inclusión para educación, capacitación, salud y otros servicios públicos.
Nos interesa tratar de definir con el gobierno, la complementariedad que pueda conllevar una optimización de recursos a través de un mecanismo de coordinación y colaboración público-privada, para lo cual pedimos generar los espacios necesarios para la participación proactiva de la Cámara en la definición de los alcances y componentes que formarían parte del desarrollo de la banda ancha.
Creemos que es importante que estos recursos se ejecuten de forma complementaria a las inversiones que ha realizado el sector privado, de tal forma que no se introduzcan figuras que creen distorsiones competitivas e ineficiencias productivas en el sector.
¿Qué tipo de distorsiones?
Según documentos relacionados con el préstamo otorgado por el BID, el proyecto apunta a la consolidación de una empresa estatal de telecomunicaciones que compita con el sector privado. En esto hay que ser cuidadosos pues crearía una competencia que no es sana, lo que podría afectar las inversiones existentes, que suman más de US$1,500 millones en los últimos años.
Según cifras del Banco Central, la Inversión Extranjera Directa (IED) en el sector representa en promedio el 18% de la IED total que percibe el país. El rubro de telecomunicaciones es muy importante para la economía nacional. De hecho, somos uno de los tres principales que aportan el 65% de la inversión que recibe el país.
Por eso es de vital importancia que este proyecto se ejecute de tal forma que no afecte los flujos de inversión ya realizados para el despliegue y modernización de la infraestructura de telecomunicaciones en el país. Como Cámara, estamos en la disposición de sentarnos con el gobierno para conocer más sobre el alcance de este proyecto, y aportar nuestras perspectivas a fin de optimizar los beneficios que se puedan obtener de estos recursos.
¿US$1,500 millones? Las cifras del gobierno indican que existen 1,400 kilómetros de fibra óptica en el país. ¿No es muy poco para tamaña inversión?
Hay algunos supuestos expresados en el proyecto que tienen que ser revisados pues no están acordes con la realidad. Por ejemplo, como producto de las inversiones realizadas por las empresas privadas del sector se ha experimentado una evolución tecnológica acelerada, que ha permitido disponer de una infraestructura de telecomunicaciones de última generación, y ofrecer una amplia variedad de servicios: telefonía fija, móvil, transmisión de datos e Internet, así como entretenimiento mediante diferentes alternativas de avanzada.
En comparación, en el 2004, la red tenía unos 500 kilómetros de fibra óptica, siendo uno de los principales obstáculos para la modernización de los servicios de telecomunicaciones.
Este escenario ha venido cambiando por la fuerte inversión desarrollada por las empresas del sector, al punto que la red actual tiene más de 12,000 kilómetros de fibra óptica completamente basada en tecnología digital, que permite al país disponer de la transmisión de señales a altas velocidades.
Destacan también las inversiones para conectar el Pacífico con el Atlántico de Nicaragua a través de fibra óptica, así como las conexiones a los cables submarinos y al resto de Centroamérica, también con fibra óptica.
Educación (digital), salud y gobierno (digital)
El proyecto contempla la implementación de un Plan Nacional de Banda Ancha. ¿Qué elementos debe incluir un plan de esa naturaleza?
Los planes de banda ancha deben incorporar las perspectivas de todos los interesados, y atender las condiciones y necesidades particulares del sector. Debe contemplar un acuerdo público-privado para adicionar el número de municipios ya conectados para un año específico, y también para conectar a los hogares y pymes. Es de alta prioridad que un plan de banda ancha se centre en impulsar el acceso vía Internet, a todos los centros educativos y productivos del país.
Nicaragua tiene el reto de promover el uso de la banda ancha en escuelas, empoderar a los profesores, docentes y niños en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), para que desarrollen habilidades básicas que los hagan más competentes en el mercado laboral.
La banda ancha permite agilizar y simplificar los trámites y gestiones privadas y de gobierno, aumentando la eficiencia y reduciendo tiempo y costos. Favorece que la población pueda hacer citas médicas en línea, si algo impide al paciente asistir a la consulta. En el sector productivo, se ha demostrado que los agricultores que tienen acceso a Internet tienen mayor información de los precios de los productos que venden en el mercado extranjero, lo cual ayuda a largo plazo, a reducir la pobreza.
También es importante desarrollar un plan de ‘alfabetización digital’, para sacarle el mejor provecho a esta infraestructura con contenido útil que se enfoque en la educación y en mejorar la eficiencia y productividad del país. El concepto alude a la preparación de las personas en el uso de la tecnología para encontrar la información correcta y saber cómo usarla y cómo sacarle el mejor potencial para mejorar su preparación.
¿Y en términos fiscales?
Para poder mejorar la oferta se requiere romper ciertas brechas: deben revisarse los aranceles a la importación de terminales, componentes y dispositivos de acceso a redes (computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes); así como otros equipos asociados a la construcción de redes de transporte y acceso.
¿Para qué?, si son pocas las personas que usan Internet para aprender algo. La mayoría la usa para ‘estar conectados’…
Es cierto. Hoy en día, las personas usan el Internet en un 93 % en redes sociales y aplicaciones como Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp, Snapchat, Spotify y YouTube. Sin embargo, hay 7 % que buscan contenido educativo, lo que muestra que hay una oportunidad para usar esta súper carretera para mejorar la educación y la productividad del país.
Quiero enfatizar en la gran oportunidad que tenemos para transformar la educación, simplificar gestiones, acelerar trámites, mejorar eficiencia en migración, aduana, alcaldías, etc. Las empresas privadas de todos los sectores (turismo, comercio, agroindustria, etc.), también deben modernizarse.
Si tuviera que elegir un solo elemento a transformar, sería la educación, tanto del sector público como privado. Este es el eje central del desarrollo de los países. El sistema educativo debe aprovechar la banda ancha para transformarse, comenzando por la manera en que autoridades, docentes y profesores hacen las cosas, para formar buenos técnicos y profesionales. La educación de calidad hará la diferencia. Entre más pronto asumamos ese reto, más pronto mejoraremos nuestras capacidades, nuestra calidad productiva, y el ingreso.
¿Educación? ¿En qué campo?
La educación que requiere el Siglo 21 es integral: tecnológica, técnica, profesional, de valores, alimenticia, física, financiera, en idiomas. Si hacemos de la educación de calidad el eje central del país bajo una alianza público privada con el apoyo de la banda ancha, lograremos salir adelante.