11 de enero 2022
Daniel Ortega fue juramentado para su cuarto mandato presidencial consecutivo, el segundo junto con su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta y el quinto de toda su carrera política, en un acto en que estuvo más solo que nunca. Sin el respaldo de la comunidad internacional y en medio de una crisis sociopolítica, el mandatario nicaragüense prometió alcanzar el nivel de crecimiento económico que el país tenía antes de 2018.
Nicaragua “es un país que está avanzando en su crecimiento económico, que hay que seguir luchando, lógicamente, y nuestra meta es darle continuidad a la buena marcha que traíamos hasta abril del 2018. Borrón y cuenta nueva. Vamos adelante queridos hermanos nicaragüenses construyendo paz para combatir la pobreza”, expresó Ortega al final de su discurso en la Plaza de la Revolución, en Managua.
En esa misma línea, Rosario Murillo se refirió a las protestas de 2018 como “un episodio terrible” promovido por “retrógrados” que llevaron al país a un atraso del que espera recuperarse. “En el modelo de alianza participamos todos, ellos (los empresarios) ganaban, daban algún trabajo y aportan algo al crecimiento que teníamos, pero ahí es donde vino la debacle, el egoísmo, la codicia y el intento de regresarnos a un pasado funesto”, criticó.
Actualmente Ortega y Murillo mantienen más de 160 presos políticos, entre ellos algunos de los empresarios que participaron del modelo de consenso del régimen y que en 2018, tras la matanza de abril, rompieron con el Ejecutivo y demandaron elecciones libres. Familiares de los reos, organismos de derechos humanos y la comunidad internacional demandan su liberación inmediata, pero han sido ignorados por Ortega que, en cambio, recordó a las personas que fueron arrestadas durante las protestas en el Capitolio de EE. UU. en enero de 2021.
“Son 700 presos políticos (en EE. UU.), qué esperan para ponerlos en libertad, ahí están duros contra ellos. ¡Ah!, mientras por otro lado lanzan actividades terroristas, las organizan contra países hermanos como Venezuela”, acusó el mandatario nicaragüense. “¿Cómo habrían reaccionado los yanquis si se les dieran actos de terrorismo como los que enfrentamos en el 2018?, para ellos no eran actos de terrorismo, para ellos son ciudadanos que asesinaron a más de 40 policías y a más de un centenar, casi dos centenares de ciudadanos y que tuvieron paralizado el país durante varios meses”, agregó.
Aislamiento internacional de Ortega
A la investidura de Ortega y Murillo solo asistieron los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Honduras, Juan Orlando Hernández; y representantes de los Gobiernos de China, Irán, Rusia, y un vicecanciller de Bolivia.
El mandatario aseguró que el retorno de las relaciones diplomáticas con China le permitirá suscribir convenios de cooperación y acuerdos de comercio para “multiplicar” las capacidades del pueblo nicaragüenses y “avanzar más rápidamente”.
Al mismo tiempo, Ortega se quejó de las sanciones de Estados Unidos (EE. UU.) y la Unión Europea (UE) que en la víspera de su juramentación impusieron nuevas sanciones contra altos funcionarios del IPSM del Ejército, Telcor, y Eniminas. También fueron sancionados Camila Ortega Murillo y Laureano Ortega Murillo, ambos hijos de los mandatarios nicaragüenses.
Mientras tanto, los Gobiernos de Reino Unido y Canadá advirtieron que podrían tomar nuevas medidas contra el “régimen opresivo” del presidente Ortega y aplaudieron las nuevas sanciones anunciadas por la UE y Estados Unidos como forma de presión para que las autoridades nicaragüenses “restauren la democracia y respeten los derechos humanos”.
“¡Cobardes!, ¡cobardes! Los que se ensañan de esa manera, en las familias, no solo en las familias nicaragüenses sino en las familias de pueblos hermanos, como el pueblo cubano que es sometido a sanciones brutales o como el hermano pueblo venezolano, que son sometidos a sanciones brutales, donde incluso se lanzaron en un intento de asesinato contra nuestro hermano Nicolás (Maduro), eso no lo olvidamos”, expresó Ortega.
El mandatario nicaragüense, también, destacó el "coraje" del presidente Hernández de acudir a su acto de toma de posesión, después que recibió abucheos y gritos de "¡Fuera JOH", cuando fue presentado al público.
"Se quiere coraje para estar presente aquí en Nicaragua", señaló Ortega.
A la ceremonia de investidura también acudieron los expresidentes salvadoreños y nacionalizados nicaragüenses Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, así como el exmandatario guatemalteco Vinicio Cerezo.
Acuerdo de consultas políticas con China
Previo a la investidura presidencial, Ortega y Murillo se reunieron con una delegación de la República Popular China encabezada por el vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Legislativo chino), Cao Jianming, con quienes suscribieron cuatro acuerdos de cooperación, entre ellos un acuerdo de consultas políticas.
El acuerdo, que fue firmado por el asesor presidencial e hijo de la pareja gobernante, Laureano Ortega, y por representantes de China, lleva por nombre "Memorándum de Entendimiento entre el Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de la República Popular China y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Nicaragua, sobre el establecimiento del mecanismo de consultas políticas", según informó el Ejecutivo nicaragüense, que no divulgó detalles.
También fueron rubricados una Acuerdo Marco de Cooperación, un "memorándum de entendimiento" sobre la "cooperación en el marco de la franja económica de la ruta de la seda y la ruta marítima de la seda del siglo XXI" y otro referido a la exoneración mutua de visas para quienes porten pasaportes diplomáticos.
La firma de los acuerdos ocurrió un mes después de que Nicaragua restableciera relaciones con China tras romperlas con Taiwán, al que el gigante asiático considera como una "provincia rebelde".
“El presidente Xi Jinping otorga suma importancia al desarrollo de las relaciones con los nicaragüenses y aprecia su decisión de restablecer relaciones diplomáticas con la República Popular China sobre la base del principio de una sola China. Le felicita por ser reelecto como presidente de la República de Nicaragua y le da la bienvenida a visitar China en un momento oportuno para ambas partes”, expresó Cao.
Mientras tanto, Ortega manifestó que “siempre hemos estado totalmente claros y convencidos de que existe una sola China”, pero agregó que en la reunión se ratificaron “los principios del socialismo, con las particularidades y el pensamiento marxista leninista como la guía, el pensamiento del gran líder Mao Zedong, Deng Xiaoping y el pensamiento del presidente Xi Jinping".