7 de agosto 2016
En la Asamblea Nacional hay noventa y dos escaños que son electos para legislar a favor del pueblo nicaragüense. Pero el parlamento que se instalaría en 2017 —tras las votaciones del próximo noviembre—, sería un botín clientelista al servicio de la pareja presidencial, según analistas políticos y opositores, consultados sobre los candidatos inscritos para el proceso, en el que se ha conculcado el derecho a la observación electoral independiente y se ha excluido a la opositora Coalición Nacional por la Democracia.
“Es una merienda que ya está repartida entre orteguistas y algunos escaños que obviamente serán regalados”, afirma el sociólogo y estudioso de la cultura política nicaragüense, Oscar René Vargas.
Las alianzas y partidos políticos, que este martes concluyeron la inscripción de sus fórmulas presidenciales y candidatos para integrar la Asamblea Nacional y el Parlamento Centroamericano, guardan con celo sus listas, pero se han filtrado algunos nombres que por sus cuestionados antecedentes políticos no han pasado desapercibidos.
Los únicos listados que circularon a través de algunas cuentas de Twitter fueron las del gobernante Frente Sandinista (FSLN), según las que más del 85% de sus legisladores actuales en ambos parlamentos fueron inscritos en busca de un nuevo período.
En cambio, los representantes del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el Partido Conservador (PC), la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), la Alianza por la República (Apre) y el Partido Liberal Independiente (PLI) —que son las demás organizaciones participantes y están señaladas de actuar como satélites del oficialismo—, se rehúsan a revelar quienes son sus propuestos.
Luis Callejas, candidato presidencial de la Coalición opositora inhabilitado para la contienda, considera que el hermetismo con las listas se debe a que en ellas se podrán identificar “los compromisos que el FSLN habría amarrado con los partidos que le colaboran como cómplices de un simulacro o farsa electoral”, que a su juicio únicamente ha sido organizada “para perpetuar la dinastía familiar de Ortega”.
Candidatura de Jérez causa indignación
Dieciocho años después, el devastador impacto del huracán Mitch sigue fresco en la memoria de muchos nicaragüenses.
Casi dos mil personas fueron sepultadas por un deslizamiento de tierra en el volcán Casitas. Otras 1,800 fallecieron en el resto del país, el 70% de las carreteras fue destruido y 71 puentes colapsaron. La solidaridad mundial fue inmediata, pero un par de años más tarde, una investigación periodística de Confidencial y Esta Semana reveló que millones de córdobas de esa ayuda fueron desviados para la construcción de una terraza de lujo en Pochomil, propiedad del titular de la Dirección General de Impuestos (DGI) y tesorero del PLC, Byron Jérez. Años después, Jérez fue absuelto e incluso indemnizado, y ahora es candidato a diputado nacional.
Sin embargo, el antiguo brazo derecho del caudillo liberal, Arnoldo Alemán, no está en la lista del partido que antes integró, sino en el primer lugar de los diputados nacionales de Apre, un partido que originalmente se integró por la primera disidencia del PLC, durante el el gobierno de Enrique Bolaños, quien vale citar que coordinó las investigaciones por perjuicios al erario público en contra Jérez y Alemán.
El presidente y además inscrito como candidato a la Presidencia de la República por Apre, Carlos Canales, no contestó las consultas de Confidencial sobre porqué Jérez está en la lista de sus candidatos. También lo negaron en la sede de su partido, donde un equipo de esta revista y Esta Semana lo confrontó en ocasión de las elecciones municipales de 2012, tras confirmar que en aquella ocasión su lista de candidatos a alcaldes y concejales incluía a simpatizantes del FSLN e incluso muertos.
En las redes sociales, las muestras de indignación por la candidatura de Jérez han sido masivas. Y sentimientos similares ha provocado la candidatura de María Fernanda Flores de Alemán, esposa del caudillo del PLC, que también fue inscrita en primera posición por el partido que controla su esposo.
“Las votaciones de noviembre son un arreglo entre compadres hablados”, insiste Callejas. Vargas añade que “es previsible que el FSLN ceda algunos diputados a los otros partidos y dé algo para cada uno, utilizando a la Asamblea como un botín del clientelismo político”.
Alfredo César y Mejía Ferreti en posiciones “ganadoras”
Para el conservador Alfredo César Aguirre, la Asamblea Nacional no es un territorio desconocido. El empresario y político de 65 años de edad fue diputado y presidente del Parlamento a principios de los noventa y ha movido los hilos del Partido Conservador durante las últimas tres décadas. Ahora, Aguirre aspira a volver al hemiciclo, inscrito en la primera posición de la lista de diputados nacionales de su partido.
“La fórmula presidencial del PC que integran un par de desconocidos (Erick Cabezas y Virgina Montoya) no importa, sino la posición en la que Alfredo César pretende garantizar su escaño, sin duda como parte del precio que puso al partido para hacer bulto en la boleta”, critica un exmiembro del Partido Conservador que pidió guardar su identidad.
La Asamblea tampoco es desconocida para el actual presidente de la ALN, Alejandro Mejía Ferreti, quien fue diputado entre 2007 y 2012 y se ha quedado con el partido en el cual fue inscrito como el primer candidato a diputado nacional para el próximo período.
En el PLI que la Sala Constitucional arrebató a Montealegre, la inscripción de candidatos ha seguido el patrón zancudista. Tras la cesión de los sellos partidarios, la Corte ordenó a la organización realizar una nueva convención, que según los estatutos del partido debería de ratificar a sus candidatos. Pero sin noticias de quienes son sus estructuras nacionales ni de alguna convención, Reyes fue proclamado como candidato presidencial en el garaje de su casa e igual presentó a sus candidatos a diputados, entre quienes está como segunda candidata a diputada nacional su esposa Marlene Camacho.
Parlamento monocolor
En el 2007, la composición de la Asamblea Nacional fue de treinta y ocho diputados del FSLN, veinticinco del PLC, veintitrés de la ALN, liderada por Montealegre, y cinco del Movimiento Renovador Sandinista (MRS).
En el 2011, el FSLN inclinó a su favor la composición del Parlamento, con un total de sesenta y dos diputados, a quienes se aliaron los dos electos por el PLC y también disidentes de los veintiséis del PLI que entonces lideraba Montealegre, y de los cuales 16 propietarios, además de 12 suplentes, fueron destituidos la semana pasada.
“El Frente Sandinista ahora podría hacerse en la Asamblea con unos setenta diputados y dejar los otros veinte, o cuidado menos, para premiar a sus partidos cómplices. Una clara expresión de una Asamblea orteguista y zancudista”, valora Vargas.
El analista político estima que el partido de gobierno necesita pagar “lealtades”.
A principios de junio, el congreso del FSLN autorizó al comandante Daniel Ortega a definir las listas de candidatos a diputados. Según los listados inscritos esta semana, veintisiete de los treinta y seis diputados departamentales actuales optan en las primeras posiciones de sus circunscripciones para un nuevo período en el parlamento.
Además, doce de sus trece diputados actuales por Managua permanecen en la lista, a la que también se trasladó desde la posición diez de la lista nacional a la sexta posición por la capital a Guillermo Arce, hermano del asesor presidencial para asuntos económicos y además exdiputado, Bayardo Arce.
Igual la lista nacional conserva a nueve de los 13 escaños obtenidos en las elecciones pasadas y añade en las primeras posiciones al aliado liberal Wilfredo Navarro (tercera); la actual titular del Marena, Juana Argeñal (cuarta), quien es amiga cercana de la primera dama Rosario Murillo, y al dirigente miskito Osorno Coleman (nueve), un rival político de Brooklyn Rivera, presidente del partido regional indígena Yatama y exaliado del FSLN. Justamente por esa vieja alianza entre Yatama y el FSLN, hasta ahora la organización de Coleman era promovida como “Yatama no sandinista”.
A los noventa diputados nacionales y departamentales se sumarían por disposición constitucional el presidente o vicepresidente saliente, y el segundo candidato presidencial más votado. Con el sistema electoral al servicio de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, este último puesto podría ser ocupado por alguno de los candidatos presidenciales de los cinco partidos colaboracionistas: Maximino Rodríguez (PLC), Erick Cabezas (PC), Saturnino Cerrato (ALN), Carlos Canales (Apre), o Pedro Reyes (PLI).
Según el calendario electoral, el CSE debe publicar las listas de candidatos el próximo viernes 12 de agosto. Del 13 al 15 será el período de impugnaciones, el 16 ya se habría pronunciado sobre ellas, y al día siguiente —todo en menos de seis días— publicaría la lista definitiva.
“Zancudos” se integran con derecho a libres y salarios de C$100,000
Este martes, el reintegro de la actual Asamblea Nacional —tras su receso del medio año— estará marcado por la llegada de los diputados “zancudos”, que asumirán los escaños de los dieciséis propietarios, destituidos la semana antepasada por órdenes del tribunal electoral.
El nuevo grupo se ha negado a brindar detalles sobre su próxima labor. Sin embargo, fuentes ligadas al Parlamento afirmaron a Confidencial que los legisladores gozarán de todos los beneficios que la ley les concede, entre ellos la importación de dos vehículos libres de impuestos.
El FSLN también les habría garantizado a los nuevos legisladores que además de su salario (estimado en unos 65,000 córdobas, ya con deducciones de ley), también les pagarían el monto correspondiente por fracción de bancada (que son más de 30,000 córdobas, adicionales).
El presidente del PLI “zancudo”, Pedro Reyes, afirmó que los suplentes destituidos Hugo Ruíz (Granada) y Alfredo Gutiérrez (Managua), le solicitaron integrarse a la bancada. Ambos están inubicables desde la crisis.
La Coalición afirmó que el diputado Hugo Barquero (Boaco) también renunciaría voluntariamente, pero Barquero dijo a Confidencial que aún no lo ha decidido.
La nueva bancada del PLI estará a cargo de Adolfo Martínez Cole, quien se separó del grupo de Eduardo Montealegre justo un día antes de la destitución de sus colegas.