5 de diciembre 2016
Al culminar una ronda de encuentros con todos los sectores políticos y sociales del país, incluido el gobierno, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, declaró a Confidencial que el diálogo entre la OEA y Nicaragua, no se limita a “temas electorales”. En una breve entrevista a través de correo electrónico, Almagro explicó que “el diálogo se centra en la identificación e intercambio sobre temas de carácter institucional en el sistema político, no solo el electoral”.
El diplomático indicó que las conversaciones que sostuvo en el país con sectores políticos y sociales que no son reconocidos por el gobierno como interlocutores, generarán “insumos para alimentar el diálogo” de la OEA con el gobierno, y se mostró optimista de que Nicaragua logre “restañar sus heridas y moverse hacia el futuro”.
En su primera declaración después de su visita a Nicaragua, Almagro respondió tres preguntas de Confidencial, en los siguientes términos.
¿Cuáles son los alcances de este diálogo político entre la OEA y Nicaragua? ¿Se limita al sistema electoral, a la forma en que se realizaron las elecciones del seis de noviembre y la demanda nacional de una profunda reforma electoral, o abarca el cumplimiento o violaciones a la Carta Democrática de la OEA?
El diálogo se centra en la identificación de intercambio sobre temas de carácter institucional en el sistema político, no solo el electoral. Es un diálogo que se aborda de forma constructiva, y aspiramos a que del intercambio surjan caminos de fortalecimiento institucional y la ruta crítica para dicho fortalecimiento en el corto y mediano plazo.
Hemos encontrado un terreno fértil para el diálogo y confiamos en que se puedan obtener resultados tangibles.
En los encuentros que realizó en Managua, usted recibió propuestas de sectores políticos, movimientos sociales, religiosos y de sociedad civil, cuya representatividad como interlocutores ha sido negada de forma sistemática por el gobierno. ¿Es este un diálogo exclusivo entre el gobierno y la OEA, o las propuestas de los sectores mencionados formarán parte del diálogo? ¿Podrán participar estos en futuros intercambios con el gobierno?
Mantuve extensos contactos con una amplia variedad de grupos políticos, movimientos sociales, sociedad civil, grupos religiosos, sector privado etc. En efecto, dichas conversaciones y los insumos generados, han de alimentar el diálogo que en estos momentos la OEA mantiene con el gobierno y que ha ido avanzando positivamente.
El intercambio entre el gobierno de Nicaragua y la OEA comenzó hace mes y medio. ¿Existe algún avance concreto? ¿De qué depende que se produzca un acuerdo o compromiso para restablecer la institucionalidad democrática y elecciones libres en el país?
No me quiero adelantar a las conclusiones de esta fase de diálogo. Lo cierto es que el presidente Daniel Ortega invitó a la OEA a desarrollar una activa participación de cara a las eleccciones municipales de 2017 y en el proceso previo, lo que considero muy positivo.
Nicaragua está en condiciones de restañar sus heridas y moverse con optimismo hacia el futuro. Seguiremos colaborando con ello.
[destacado titulo="Oposición espera 'un acuerdo no terminado'"]
*Seguirán demandando elecciones libres, en un movimiento que incluye fuerzas sociales.
Dentro de 45 días, la OEA y el gobierno emitirán un informe en conjunto que incluiría un plan de reformas políticas e institucionales, o bien dos informes separados evidenciando los desacuerdos.
El dirigente del Frente Amplio por la Democracia (FAD), Eliseo Núñez, espera que se llegará a “un acuerdo no terminado, con concesiones mínimas de parte del gobierno para abrir un espacio de tiempo adicional. Ortega necesita saber cuál es la política exterior de Estados Unidos, y entonces no va a estar definida”.
Mientras esto sucede, la oposición continuará demandando elecciones libres. “A través del FAD esperamos que se enchufen todo tipo de movimientos políticos y que busquen denominadores comunes”. Núñez explicó que la acción del gobierno dirigida a la destrucción de los partidos políticos más bien generó un liderazgo político más horizontal, alejado de la lucha por candidaturas porque el sistema electoral no funciona. “Ahora no hay discusiones sobre cuotas de poder, sino de restitución del sistema democrático del país”, afirmó,
Núñez brindó sus declaraciones junto al exdiputado Victor Hugo Tinoco, también del FAD, y el jurista Gabriel Alvarez, en el programa televisivo Esta Semana.
Tinoco destacó que en los últimos meses se ha logrado una inédita articulación entre sectores de la sociedad civil, campesinos y movimientos políticos que han sido ilegalizados por el régimen de Ortega y que más bien la oposición se ha fortalecido. “Por primera vez la vida política de Nicaragua, la contradicción entre el poder autoritario y la necesidad de democracia va a empezar a desarrollarse fuera de la institucionalidad deslegitimada”, considera el exdiputado.
El jurista Gabriel Álvarez considera que es inevitable reconocer los resultados del seis de noviembre, como un hecho fáctico que no se puede revertir, pero eso no conduce a concluir que en las próximas elecciones va a haber condiciones democráticas. El experto en derecho constitucional explicó que el concepto de “poder autoritario” de Ortega es incompatible con la Carta Democrática de la OEA y por lo tanto, “no puede resolver este problema, es una amenaza a la estabilidad y profundizará la crisis.
Almagro citó la Carta Democrática
Aunque en sus declaraciones públicas con el presidente Ortega el secretario general de la OEA no mencionó la Carta Democrática, si abordó el tema en el encuentro con las fuerzas políticas. Víctor Hugo Tinoco relató que en su breve intervención, el secretario de la OEA “dijo que no venía a resolver los asuntos internos de la oposición o los políticos, sino a ver si en Nicaragua se cumplían los compromisos del país con la Carta Democrática Interamericana”.
Eliseo Núñez destacó que hicieron ver a Almagro y la misión de la OEA que lo acompañaba la represión del gobierno contra las personas que piden cosas básicas como elecciones libres, libertad de expresión y libre movilización.“Ellos vieron que las marchas fueron reprimidas sin ningún argumento. Esto afecta lo que dice la carta democrática, en los artículos 3 y 4, donde se establece qué es democracia y a lo que tiene derecho la ciudadanía”, destacó Núñez.
Por su parte, el jurista Gabriel Álvarez manifestó que en la reunión de Almagro con sectores de la sociedad civil, participaron campesinos, mujeres, indígenas y defensores de derechos humanos, y lo que se pudo notar fue que cada vez estás demanda sectoriales se están vinculando a el problema central, que es el sistema antidemocrático autoritario. “El movimiento anticanal sabe que mientras exista el régimen de Ortega la ley que piden eliminar, estará ahí y saben que sus derechos estarán amenazados”, aseguró el jurista.
Tinoco calificó como una falta de respeto al movimiento campesino la afrimación del Obispo de Chontales, René Sándigo, obispo de Chontales, de que campesinos están siendo manipulados por el MRS y otras organizaciones. Los campesinos, dijo Tinoco, se oponen a que les expropien sus tierras y ahora se han dado cuenta que “su lucha por eliminar la ley del canal, no es posible si no hay un marco democrático básico. Esto es un tremendo logro y Ortega tiene una preocupación más grave entre manos”, advirtió.[/destacado]
(Con la colaboración de Maynor Salazar).