18 de enero 2020
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Unidad Nacional Azul y Blanco presentaron la “Coalición Nacional N”, una instancia recién nacida que pretende erigirse como “una opción política” frente a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y que aglutinará a todos los sectores opositores de Nicaragua. De cara a un posible escenario electoral, la Coalición insiste en reformas profundas al sistema electoral, a la vez que apuesta a mantenerse en el tiempo como un “vehículo político para cambiar Nicaragua”, según sus integrantes.
“Es una plataforma para poder cambiar esto que tenemos: una dictadura que mantiene un estado de sitio policial. Es una opción política de poder”, dijo Azahálea Solís, integrante de la Alianza Cívica. “Pero pretende ser más allá. No queremos que al día siguiente de las elecciones la Coalición no exista. Pensamos en el día después, no solo como un vehículo electoral, sino un vehículo político para cambiar Nicaragua”, agregó.
A espera de lanzamiento oficial
La “Coalición Nacional N” fue presentada este viernes en un hotel de Managua, y en su declaración de intenciones sostiene que la reconstrucción de Nicaragua pasa por la no exclusión de sectores que enfrentan al régimen acusado por organismos de derechos humanos como autor de crímenes de lesa humanidad.
“El primer paso que estamos dando para esta reconstrucción es unirnos todos sin exclusión para repotenciar esta lucha. El segundo paso fundamental es impulsar reformas electorales que nos permitan una vida mejor para que cívica y democráticamente podamos acceder a comida, salud, educación y seguridad social”, precisó el líder estudiantil Lesther Alemán. “El tercer paso —dijo— es hacer un llamado a todos los nicaragüenses a sumarse a esta Coalición Nacional”.
La “Coalición Nacional N” no fue lanzada oficialmente este viernes, sino que tras su presentación lanzó una invitación para que otros sectores que adversan al régimen se adhieran. Según fuentes vinculadas a ambas agrupaciones, la “Coalición Nacional” podría ser lanzada el próximo 25 de febrero, cuando se conmemora la derrota electoral del FSLN y el triunfo de la Unidad Nacional Opositora (UNO) que encabezó la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro en 1990.
“Esto es lo que el país ha estado esperando y por lo que hemos estado luchando: un espacio donde quepamos todos los nicaragüenses para reforzar la lucha que tenemos que dar contra el régimen, que pasa por la restitución de nuestros derechos y la posibilidad de reformas y un proceso electoral creíble. Es un proceso muy sólido, serio, con mucha responsabilidad en el que hemos estado abocados”, dijo Violeta Granera, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional.
Enlace con partidos políticos
Los representantes de la “Coalición Nacional N” aseguraron que la “no exclusión” pasa por hacer un enlace con los partidos políticos tradicionales para que participen. Esto causa resquemor, incluso en sectores de la “Coalición Nacional N”, debido al colaboracionismo de algunos partidos con la dictadura. Sin embargo, Félix Maradiaga, de la Unidad Nacional, aclaró que cuando se refieren a partidos políticos es a sus bases y no a cúpulas y personajes viciados, como por ejemplo, el expresidente corrupto Arnoldo Alemán.
“Un auténtico cambio solo lo podemos construir si unimos todos los vigores dispersos; la tarea deberá asumirse con alto espíritu patriótico, sin exclusiones ni prejuicios ideológicos, pero advertidos de que existen ciertos límites ético-políticos que la Coalición no puede ignorar”, comentó por su parte el doctor Carlos Tünnermann, integrante de la Alianza Cívica.
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) e integrante de la Alianza Cívica, dijo que ya han sostenido reuniones con partidos políticos en la que han discutido la reforma electoral. “Tenemos que ser inclusivos. Las bases de los partidos políticos participaron en este proceso de lucha. Es el esfuerzo que se va hacer. Poner las condiciones y ver qué disposición tienen esos partidos de seguir en ese camino o no”, precisó.
Aguerri dijo que analizan todos los escenarios electorales posibles en caso de tener elecciones en 2021 o ante un adelanto electoral. En el caso de necesitarse una casilla nueva o tener que usar la de un partido existente.
“El proceso electoral requiere una reforma electoral, y una restitución de garantías y derechos para que los candidatos, hombres y mujeres, puedan ir a todo el país y hacer las campañas necesarias. ¿Qué significa? Como primer escenario planteado es que encontremos un espacio para una nueva organización política. Pero hay que entender que estamos prácticamente a finales de enero. Si un partido político quiere competir en una elección, tiene que estar autorizado un año antes de esa elección”, explicó Aguerri. “Entonces, solo veamos los escenarios. Si la elección es en noviembre del 2021, el partido político tiene que estar autorizado antes de noviembre del 2020. Si la elección fuera en el 2020, ya no hay partido político nuevo en este escenario”, agregó, especificando que esto solo son ponderaciones para estar listos ante cualquier eventualidad.
Sin embargo, el régimen de Ortega ha dejado entrever que realizará una reforma electoral bilateral sin tomar en cuenta a los opositores congregados en la “Coalición Nacional N”. Para estos opositores, que el régimen realice una reforma electoral a solas alargaría más la crisis, puesto que no tendría reconocimiento nacional ni internacional.
“Tenemos un acuerdo sobre las reformas necesarias para garantizar el respeto al voto ciudadano. Esa es la ruta para la salida del régimen y nos estamos preparando para ello”, añadió Granera.
Estructura diseñada
Granera precisó que la “Coalición Nacional N” tendrá su asamblea general, una junta directiva y un consejo político conjunto. “Ya tenemos los roles, acuerdos importantes firmados; cuál es la visión de nuestra lucha, qué es lo que queremos y por lo que seguiremos luchando… poniendo sobre todo la necesidad y la reivindicación del 18 de abril que es las del pueblo de Nicaragua”, dijo Granera.
Por su parte, Azahálea Solís explicó que han trabajado en distintos aspectos sobre el programa a seguir, un código de ética, otro de conducta, y el planteamiento de los principios que regirán a la “Coalición Nacional N”. “Hemos trabajado en el análisis de los distintos actores políticos, sociales y económicos del país. Tenemos dos equipos de trabajo directos. El cuatro más cuatro que se encargaría de la arquitectura de este asunto y luego los de enlace”, detalló la jurista y feminista.
“Es una Coalición inclusiva porque no puede haber una lucha contra la dictadura en la que no estemos todos los que nos oponemos al régimen. Retomamos el espíritu de abril. Fue un espíritu abierto, plural, diverso en el que cada quien se involucró sin pensar quién era la persona que tenía a la derecha o a la izquierda, simplemente nicaragüenses que queremos salir de esta dictadura”, insistió.