Yader Luna / Enviado especial
1 de junio 2023
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Presidente de Ucrania declara a CONFIDENCIAL: “los dirigentes de Nicaragua y los dirigentes de Rusia no tienen nada en común, solo el dinero”
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, conversa con un grupo de periodistas latinoamericanos. Foto: Oleksandr Popenko, del Laboratorio de Periodismo de Interés Público (PIJL) de Ucrania | Cortesía
Desde Kiev, Ucrania.- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, no solo se ha convertido en el máximo líder de Ucrania, sino también en un ícono global contra la guerra. Algo paradójico porque está librando una, pero él se defiende y afirma que solamente está respondiendo a la agresión de Rusia liderada por Vladímir Putin.
Desde su búnker en Kiev, la capital de Ucrania, Zelenski atendió por primera vez a un medio de Nicaragua y a otros siete medios de comunicación latinoamericanos, a quienes respondió diversas preguntas en una conferencia de prensa. Entre los medios participantes, además de CONFIDENCIAL, están Infobae, de Argentina; La Silla Vacía, de Colombia; Reforma y Televisa, de México; Fohla, de Brasil; Radio Futuro, de Chile, y Semanario Búsqueda, de Uruguay.
“Nos gustaría tener el apoyo de sus pueblos”, repite Zelenski.
El mandatario aparece por la puerta de repente. Cambió su tradicional camiseta verde con la que se le ve en la mayoría de fotografías por una negra con la palabra Ukraine (Ucrania en inglés). Saluda jovial y se sienta a responder a todas las preguntas sin dudar. Le gusta ver a los ojos y sonríe de vez en cuando.
Zelenski, un actor cómico convertido en presidente de una nación invadida, apuntó que entiende que actualmente no hay ningún lazo entre Ucrania y Nicaragua, pero espera que los haya cuando termine la guerra.
La reacción de los países de América Latina a la guerra ha sido variada, desde la condena firme a Rusia por parte de Chile y Uruguay hasta las posiciones más ambiguas como las de Brasil, Colombia o Argentina. Pero ningún Gobierno, salvo los intentos de Guatemala, ha aplicado sanciones a Rusia. ¿Qué opina de esa postura sobre la guerra que hay en América Latina y qué espera en futuro de los países latinoamericanos?
Quizás suene un poco cínico, pero creo que para entender la guerra en Ucrania, hay que estar aquí. Es decir, entenderla hasta el final. Por ejemplo, ustedes están aquí, y han recibido golpes de misiles y golpes de información, creo que lo han sentido, llevan aquí varios días. Quiero darles las gracias. No por el hecho de que los hayan atacado, sino por el hecho de que podamos hablar con ustedes, estar en el mismo espacio informativo, por así decirlo. Y creo que la cuestión de las sanciones, la cuestión de las reacciones a la guerra de Rusia… podemos hablar de todo eso en detalle, pero todo esto no es una prioridad. En primer lugar, se debe evaluar realmente lo que está sucediendo en Ucrania, evaluar qué tipo de guerra es, evaluar con absoluta justicia que Rusia nos ha atacado absolutamente y está destruyendo toda la vida, niños, hogares, escuelas, universidades, todos los días.
Por eso es que no se puede abordar la cuestión de las sanciones de esta manera. Hoy dicen: es la guerra de Rusia con Ucrania, y esto es un progreso, porque antes decían que era una guerra civil. Y ahora la gente está empezando a entender más, dándose cuenta de que no, no hay guerra civil... no, ni siquiera hay una guerra entre Ucrania y Rusia, Rusia atacó a Ucrania. Ucrania se está defendiendo y está llevando a cabo las acciones adecuadas. Son acciones de defensa de carácter militar.
Esto ya es un progreso, en comparación con los años anteriores, cuando, francamente, decían “algo está pasando en alguna parte, y lo solucionarán”. Y esta no es la idea correcta. No luchamos solo por la tierra, luchamos por los valores, luchamos por la libertad. Y se puede ver en nuestra gente, por qué estamos aquí, por qué no nos hemos ido todos, por qué estamos defendiendo, incluso aquellos que enviaron a sus esposas e hijos a otro lugar, han tomado las armas y están defendiendo su patria. No es que estén defendiendo sus cinco o seis hectáreas de tierra, tomates, pepinos; no están defendiendo los cultivos, están defendiendo su libertad, su elección, que una persona tenga su propia tierra y una persona elija vivir aquí, y ningún colonizador, ningún tirano, tiene ninguna influencia sobre ellos.
Nicaragua es un país con un presidente aliado de Putin. ¿Qué le diría a Daniel Ortega que ha declarado que “Rusia está librando una batalla por la paz” en esta guerra?
Ni siquiera sé qué decir. Bueno, sí. La historia con Nicaragua, por desgracia es que no tenemos nada en común. Pero puedo decirle que esto cambiará. Y no sé gracias a quién, pero cambiará de todos modos. Es igual con muchos países latinoamericanos ciertamente y Nicaragua no es una excepción, pero el tiempo pasará y todos se darán cuenta. Sólo me parece que su país debería saber con certeza que en el momento en que necesitábamos ayuda, estas personas estaban viviendo en una especie de espacio de información diferente. Y me parece que se necesitan socios y amigos cuando las cosas son difíciles. Aunque para ser honesto no sé qué es lo que une a los dirigentes de su país y a los dirigentes de Rusia, simplemente creo que esta gente no tiene nada en común excepto el dinero... ¿Qué tienen en común? ¿Tienen raíces comunes o Nicaragua tiene una proximidad histórica con la Federación Rusa? Para ser sincero, no creo eso. Creo que hoy tienen algún tipo de cercanía y algunos intereses comunes y eso es todo.
Pero lo más importante es que su pueblo no tenga intereses comunes con el agresor. Creo que esto es lo más importante. Cómo percibe esto la sociedad y que puedan entender lo que está ocurriendo. Y siempre hemos recordado una cosa muy simple: la verdad vencerá de todos modos. Pasaremos por este camino de todos modos. Vamos a pasar por esto con... siento decirlo, con o sin Nicaragua. Por supuesto, me gustaría estar del mismo lado de su pueblo. Eso es absolutamente seguro, porque creo que cualquier agresor debe ser absolutamente aislado, porque es un mal ejemplo para otros Estados. Y al pueblo de Nicaragua solo le deseo paz y si algún día, Dios no lo quiera, puede suceder, porque este no es un mundo adecuado, qué podemos decir si tiene alguna pena, Dios no lo quiera, no significa que Ucrania recordará que una vez que necesitamos la ayuda de Nicaragua, no nos ayudaron, y por lo tanto no lo haremos. No. Esta no es la visión correcta del mundo. Créanme, que si ocurre algo, verán cómo Ucrania siempre ayudará. Tenemos países que no nos apoyaron como queríamos, que no los nombraré, pero si tuvieran desastres naturales, incendios, haríamos todo para ayudarles. Y esto no es una comparación, porque la vida de las personas no es una comparación de yo a usted sí, tú a mí no. No es un negocio o un trueque.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, un líder de izquierda joven, ha sido uno de los mandatarios latinoamericanos que más enérgicamente ha condenado la invasión de Rusia a Ucrania. Sin embargo, el Partido Comunista y el Frente Amplio –partidos de coalición del propio presidente– no estuvieron en su alocución en el Congreso en abril pasado. Tomando este ejemplo en particular, ¿cuál es su reflexión sobre la postura de las izquierdas latinoamericanas en esta guerra?
Estamos familiarizados con su líder, y creo que tenemos una muy buena relación. Es un hombre joven, con ideas progresistas y apoya a Ucrania. Aunque hemos hecho peticiones a la mayoría de los parlamentos de América Latina, solo he tenido la oportunidad de exponer en dos. Después de la guerra hablaremos de negocios entre Estados, pero ahora hay que saber la verdad y apoyar a la justicia. Así es que con Chile nos va bien. Estoy muy agradecido. También expusimos en el Parlamento mexicano. Y Guatemala siempre nos ha apoyado. Pero no digo esto para acusar a ninguno de sus países. En Ucrania somos muy cuidadosos con la libertad que defendemos. América Latina puede elegir, apoyar a quien quiera. Pero cualquier partido, comunista o no, me da igual, nadie puede quitarte tus derechos.
¿Le gustaría tener una reunión bilateral con el presidente Lula da Silva, que se quería hacer en la cumbre del G7, pero no ocurrió? También me gustaría saber cuál es su opinión sobre las propuestas de negociaciones de paz del presidente Lula que promueven iniciar las negociaciones sin condiciones previas.
No es la primera vez que hablo públicamente y no públicamente a través de alguien, a través de los medios de comunicación y puedo reiterar que estoy interesado en reunirme con el presidente Lula. Estoy interesado en tener una reunión, y he ofrecido reunirme en cualquier formato. Lo he invitado muchas veces, le he invitado a visitar Ucrania. Estuvimos en contacto con el equipo del presidente Lula cuando yo estaba reunido con España y Portugal, él estaba en Europa, pensé en utilizar este tiempo porque la distancia es menor y quería que él encontrara tiempo. Luego estuve en varias reuniones del G7 e incluso alguien dijo que no lo habíamos intentado encontrar, pero eso no es verdad.
Para mí, es necesario conseguir que el mayor número posible de países apoyen a Ucrania o no apoyen a Rusia en esta situación. Si no están dispuestos a apoyar a Ucrania, por desgracia, para mí es muy importante que la gente entienda todos los detalles de lo que está ocurriendo.
Las noticias de la guerra en Ucrania son cada vez menos frecuentes en los medios de América Latina. Sin embargo, siempre se hace la relación entre la guerra y el alza en el precio de los alimentos, combustible, medicinas, fertilizantes, en fin. ¿Qué le parece esta narrativa?
Esto es lo único que Rusia puede difundir. En Crimea, cuando tomaron nuestra isla, Rusia declaró desde el principio que no eran sus tropas las que estaban en el territorio y celebraron una especie de referéndum en una parte de nuestro Estado, pero con armas. Y dijeron: “No somos nosotros. Es el pueblo”. Luego se apoderaron de una parte de nuestro Dombás. Y dijeron: “No somos nosotros. Es el pueblo de Dombás”. Pero después, Putin se cansó de mentir y reconoció que ellos eran quienes estaban en Crimea y en Dombás. Me parece que cuando mientes tantas veces, la gente se da cuenta. Y todo el mundo entiende que el Mar Negro está bloqueado por Putin. Tiene barcos de guerra con la bandera de la Federación Rusa. Ya no esconde nada. La gente debería saber que lo que está sucediendo con los precios de la energía, transporte y exportaciones de bienes, todo esto es causado por lo que Rusia está haciendo. No sólo la guerra que inició Rusia, sino el hecho de que bloquee unilateralmente rutas de transporte y logística. Creo que la gente que tiene Internet, puede entender lo que está pasando.
¿Cuál es la importancia de un tribunal internacional especial para juzgar el crimen de agresión? Brasil no manifestó apoyo al establecimiento de este tribunal, otros países de la región sí lo apoyan como Colombia, Uruguay, Chile. ¿Esperaría usted el apoyo de Brasil?
El presidente Lula, creo, quiere ser inusual. Y me parece debemos darle esta oportunidad. Hay que responder a preguntas muy simples: primero, ¿piensa el presidente de Brasil que los asesinos deben ser condenados e ir a la cárcel? Creo que si el presidente tiene la oportunidad, dirá que sí. ¿Encontrará tiempo para responder a esta pregunta? No encontró tiempo para reunirse (conmigo), pero tal vez para responder a esa pregunta, encontrará tiempo. Y entonces responderá, muy sencillamente, que los asesinos deben ser encarcelados, porque sí, hay miles de personas asesinadas en Ucrania, no estoy dispuesto a decir cuántos, pero son miles, porque en la parte ocupada de nuestros territorios, no sé cuántas decenas de miles de personas fueron torturadas por los rusos.
Lo hicieron siguiendo órdenes de un asesino en masa. ¿Debería estar en la cárcel una persona que dice que la gente debería hacer esto? Creo que dirá: ‘Bueno, probablemente, los asesinos en masa son sádicos. Y, por lo tanto, probablemente deberían estar en la cárcel. Y entonces, si el presidente Lula quiere ser particular, puede decir: ‘El tribunal que propone Ucrania no es adecuado. Pero sé —el presidente Lula dirá— sé cómo poner a los asesinos entre rejas más rápido, sin un tribunal’. Y Ucrania estará encantada de recibir este consejo del presidente Lula sobre cómo acelerar y poner entre rejas aún más rápido a los asesinos del Kremlin. Estamos siempre a favor de cualquier innovación en el sentido de la aplicación de la ley, estamos todos a favor.
Los presidentes de Colombia y México se han negado a la solicitud que les hizo Estados Unidos de mandar armamento a Ucrania. Han propuesto, en cambio, que este país y Rusia inicien una tregua inmediata de cinco años para negociar un acuerdo de paz. ¿Qué opina de esta propuesta de tregua?
Una tregua con Rusia no es una tregua. Cuando llegué a la presidencia, teníamos los acuerdos de Minsk. Durante varios años tuvimos reuniones semanales o una vez al mes entre las partes rusa y ucraniana, con mediadores. Todos esos años hubo disparos todos los días, heridos y muertos. Todos estos años. Y era una tregua.
Y fue exactamente lo que sugirieron nuestros colegas de México y Colombia: un conflicto congelado. En principio, esto era lo que más le convenía a Rusia. ¿Por qué? Un conflicto congelado significa que Rusia tiene tiempo, puede acumular tropas para una ocupación total. Lo que, en principio, hizo. Ucrania no tuvo ese tiempo porque cuando había un conflicto congelado entre Ucrania y Rusia no era un conflicto congelado en la frontera; era solo en el territorio de Ucrania.
¿Y cuál es la diferencia? La diferencia es que perjudica cualquier clima de inversión, cualquier negocio porque un inversor entiende que hay una guerra congelada en tu territorio que puede reiniciar mañana, pasado mañana. Es un volcán. Un volcán de origen ruso, que no está durmiendo, créanme, sino fingiendo ser un volcán dormido. Es decir, que va a empezar. Esa es la diferencia. Y por eso, el país no se desarrolla, la gente no sabe cómo tener una familia, cómo tener hijos, qué futuro tendrá en este territorio.
¿Entonces le parece una mala propuesta?
Esta es una propuesta muy mala. Y por eso no les daremos la oportunidad.
Hace pocas semanas tuvo un encuentro con el papa Francisco. ¿Cómo fue ese encuentro? ¿Usted se fue con la impresión sincera de que el papa apoya a Ucrania o más bien tiene una posición tibia al respecto?
En primer lugar, el papa apoya a los ucranianos y realmente apoya a Ucrania. Realmente él quiere que esta sangrienta guerra termine. Me he reunido dos veces con el papa, le llamé la atención sobre algunas cosas críticas y él trató de ayudarme. La primera vez que hablé con él le conté de los prisioneros. Yo realmente quería que él me ayudara con el regreso de nuestra gente. Es una cuestión muy complicada porque devolver gente significa encontrar ángulos desde los cuales presionar. Todavía hay alguna posibilidad entre los militares, entre los oficiales de inteligencia que se pueden intercambiar, pero cuando quieres pedir civiles, que no son militares, que fueron robados de nuestro territorio por los rusos, es más difícil de hacer. La primera vez que nos reunimos con él todavía no había sucedido la invasión a gran escala, y yo le pedí que me ayudara con los tártaros de Crimea, con los presos políticos, los ucranianos, los periodistas militares, etc. Me ayudó en algo, francamente lo intentó, y yo le estuve agradecido. Además de las oraciones, por supuesto.
Yo le dije al papa: “Le agradezco todas sus oraciones, pero no sólo estoy aquí para que usted una a todo el mundo en sus pedidos a Dios, sino también para que influya con su personalidad en aquellos ateos que no creen en nada, pero que mantienen cautiva a nuestra gente”. Y él trató de ayudar. En verdad. Y yo le estuve muy agradecido.
La segunda vez que me reuní con él fue recientemente. Quería que el Vaticano esté representado en una cumbre de paz, y quería que el papa apoyara mi fórmula para la paz. Y que nadie se aproveche de su personalidad política o como comunicador, porque a veces el papa habla de algo y los medios de comunicación, algunos medios —especialmente los rusos—, empiezan a tergiversarlo en su favor. Por eso era muy importante que habláramos. Él tiene una posición muy clara sobre el apoyo a Ucrania y sobre la paz. Le pregunté por la fórmula de la paz y por la deportación de niños. Él sabe que miles de nuestros niños han sido llevados a Rusia, y le pedí que utilizara sus contactos para influir en el proceso de devolución de algunos de nuestros niños. Estamos buscando esas herramientas, no es fácil.
El que usted haya sido un comediante genera mucha empatía en América Latina, donde el humor es un rasgo cultural muy importante. ¿Qué tanto le ha servido esa trayectoria de comediante para manejar esta guerra?
Me alegro de que sean empáticos. Bueno, es imposible vivir sin humor. Los ucranianos somos una nación que, en general, se toma todo muy en serio, pero también nos gusta bromear.
Llevamos tanto tiempo en guerra contra “el segundo Ejército del mundo”, que incluso ahora que digo “el segundo Ejército del mundo” ya me estoy riendo. (Sonríe). Y si no tuviera sentido del humor, entonces me tomaría estas palabras.
¿Ha pensado alguna vez en dejar la presidencia? Ahora o más adelante.
Es difícil imaginar lo que será después... Estoy tan profundamente metido en este proceso. Para mí es muy difícil entender lo que será después, e igualmente difícil entender que hubo una vida antes. Así que vivo en este periodo de tiempo. Soy una persona de este período de tiempo. Para mí lo que pasó antes de la guerra fue en otra vida, en otro todo. Y creo que después de la guerra habrá nuevos retos, una nueva vida, y creo que esta será una pregunta para la gente. Creo que dependerá de cómo termine la guerra. Yo realmente creo en la victoria.
En algún momento, al inicio del conflicto, usted ha dicho que no quería acostumbrarse a la guerra, no quería verla como algo normal. ¿Todo este tiempo sigue sin acostumbrarse?
Soy una persona normal, entiendo que estamos en una guerra y qué es lo que estamos viviendo. Estamos acostumbrados a vivir en esto, estamos acostumbrados a luchar, y simplemente creo que las personas normales no pueden acostumbrarse a la guerra hasta el final. Y creo que esa es una de las motivaciones para ganar, el hecho de no acostumbrarse a la guerra, al sufrimiento, a la matanza, a la pérdida de personas, de hogares, etc. La guerra no tiene nada de hermoso. No puedes acostumbrarte a ella. Una persona sensata y normal no puede acostumbrarse a esto. Una persona normal no puede disfrutar matando. Creo que los rusos que vinieron, y lo vimos en todos esos videos de ejecuciones, cómo enterraban a la gente en masa y disfrutaban de eso. La cuestión no es que sean rusos, la cuestión es que son sádicos y son anormales. No puedes acostumbrarte a esas cosas.
La contraofensiva ucraniana es algo de lo que se habla mucho en estos días. Usted no dice cuándo va a empezar, si mañana, en una semana, en un mes. ¿Cuál sería la situación ideal posterior a la contraofensiva, cuánto territorio pretende recuperar?
Estamos preparando una contraofensiva. No puedo decirles cuándo será. No puedo decirles los detalles. Si me hubiera preguntado si he hecho todo lo necesario como presidente para que suceda, le habría respondido que sí.
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Periodista nicaragüense, con dos décadas de trayectoria en medios escritos y digitales. Fue editor de las publicaciones Metro, La Brújula y Revista Niú. Ganador del Grand Prize Lorenzo Natali en Derechos Humanos.
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