3 de agosto 2021
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La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) señaló este martes que “no reconoce como “legítimo ni legal” el proceso electoral que culminará en las votaciones del 07 de noviembre, por considerar que “no cumple con los estándares internacionalmente aceptados en materia electoral”. Advirtió que esta organización política inició “una nueva etapa de lucha cívica”, aunque no explicaron con claridad en qué consiste.
“Esta nueva etapa de lucha no se reduce a esta discusión de votar o no votar. La nueva etapa de lucha para empujar que el pueblo nicaragüense tenga un verdadero proceso electoral, en el que se le garantice el respeto a su voto”, expresó Alexa Zamora, del consejo político de la UNAB. Sin embargo, no brindó más detalles de las acciones que realizarán porque consideró que “sería contraproducente”.
Aclaró que el hecho de desconocer el proceso electoral y sus resultados, “no significa que la Unidad Nacional haya renunciado a su objetivo principal de salir de Ortega”.
“Continuaremos trabajando por la unidad de todas las fuerzas políticas y sociales, genuinamente interesadas en salir del orteguismo y conquistar la democracia. Continuaremos impulsando y organizando diversas formas de lucha y resistencia cívica en todo el territorio nacional”, indicó la organización en un comunicado de prensa.
Votar, decisión personal
Aunque la UNAB no reconoce el proceso electoral ni sus resultados, la organización dejó claro que no están llamando al “no voto” porque el sufragio es un derecho de los nicaragüenses y cada persona debe decidir su participación.
Según Alex Hernández, del consejo político de la UNAB, esta organización no pretende “cercenar o limitar” el uso de los derechos del pueblo nicaragüense.
“El votar o no votar en este proceso electoral es un derecho y una decisión ciudadana, lo que nosotros (la UNAB) estamos haciendo es hablar con la verdad señalando que este proceso electoral no es confiable”, subrayó.
Los directivos de la UNAB denunciaron también que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo “ya decidió el resultado de las elecciones”, situación que no cambiará si la población se abstiene de votar, o si por el contrario sale a votar masivamente.
“La absoluta parcialidad del Consejo Supremo Electoral y sus magistrados, junto a la grave opacidad en los procesos de depuración del padrón electoral, aunado a las reformas a la Ley Electoral, aprobadas el 4 de mayo, que anulan la observación electoral (nacional o internacional) y cancelan cualquier posibilidad de someter recursos a la Corte Suprema de Justicia, han acabado con cualquier oportunidad de competir en igualdad de condiciones en una justa electoral”, explicó Ariel Sotelo, del consejo político de la UNAB.
Régimen intensificó la represión
La decisión de la UNAB de no reconocer el proceso electoral y sus resultados se conoce un día después que ocho alianzas y partidos políticos inscribieron ante el Consejo Supremo Electoral (CSE), a sus candidatos a presidente, vicepresidente y diputados ante la Asamblea Nacional y el Parlamento Centroamericano. La mayoría de ellos desconocidos y sin experiencia política.
Desde que el tribunal convocó a elecciones el pasado 06 de mayo, el régimen de Ortega y Murillo ha intensificado la represión contra opositores, que ha dejado 31 nuevos presos políticos entre los que se encuentran siete aspirantes a la presidencia, defensores de derechos humanos, exfuncionarios públicos y periodistas.
A todos ellos, la Policía los detuvo para “investigarlos” por supuestamente “realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos”, conforme a Ley 1055 o Ley de Soberanía, y por supuesto “lavado de dinero”.
