27 de septiembre 2022
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo negó el ingreso a Nicaragua al sacerdote Guillermo Blandón, párroco de la Iglesia Santa Lucía, en Boaco; quien regresaba a su patria después de un viaje por Israel, en un vuelo con escala con Miami, Estados Unidos.
La medida del régimen contra padre Blandón fue dada a conocer a través de la página de Facebook de la parroquia Santa Lucía, perteneciente a la diócesis de Granada. Donde, además, solicitan a la feligresía católica que continúen orando por la Iglesia.
"La Parroquia Santa Lucía-Boaco comunica a su feligresía que el Gobierno de Nicaragua le negó el reingreso a su país a nuestro párroco, el padre Guillermo Blandón. Pedimos sus oraciones para que Dios proteja a nuestros obispos, sacerdotes y a su Iglesia", dice el comunicado.
También el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, quien permanece en el exilio desde el año 2019, señaló que el sacerdote fue notificado de la situación cuando ya se disponía a tomar su vuelo hacia Managua.
“La dictadura de Nicaragua niega la entrada al país a otro sacerdote nicaragüense. Acabo de hablar con el P. Guillermo Blandón, párroco de la Iglesia Sta. Lucía de Boaco, diócesis de Granada. Venía de Israel y en el aeropuerto de Miami le comunicaron que no podía viajar”, denunció monseñor Báez a través de sus redes sociales.
⛔️ ¡La dictadura de #Nicaragua niega la entrada al país a otro sacerdote nicaragüense! Acabo de hablar con el P. Guillermo Blandón, párroco de la Iglesia Sta. Lucía de Boaco, diócesis de Granada. Venia de Israel y en el aeropuerto de Miami le comunicaron que no podía viajar. pic.twitter.com/ALFUqBe3Z7
— Silvio José Báez (@silviojbaez) September 27, 2022
El destierro del padre Blandón ocurre en un momento en que la Iglesia católica sufre persecución de parte del régimen orteguista. El pasado 13 de septiembre también fue impedido de ingresar al país el sacerdote nicaragüense, Juan de Dios García quien regresaba de Miami, EE. UU., después de visitar a su familia.
El padre García, que es vicario de la parroquia Santo Cristo de Las Colinas, en Managua; salió de Nicaragua en una fecha aún no precisada y su regreso al país estaba previsto para el martes 13 de septiembre, pero las autoridades de Migración le notificaron en dos ocasiones por correo electrónico que tiene prohibido volver a su patria.
Una fuente de la Iglesia católica indicó entonces que el sacerdote —que en 2018 se desempeñaba como párroco en la parroquia Santiago, de Jinotepe, y que fue trasladado a Managua por las amenazas del régimen— estaría regresando de unas vacaciones en Estados Unidos pero no pudo abordar el avión.
El 2022 ha sido un año especialmente convulso para la Iglesia católica de Nicaragua con el régimen de Ortega. Una escalada represiva en contra de los religiosos mantiene en prisión a un obispo, seis sacerdotes y dos seminaristas.
Este año, el régimen sandinista también expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta, mientras que varios sacerdotes optaron por el exilio.
Adicionalmente cerró nueve estaciones de radio católicas y sacó de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.
La Policía además ingresó por la fuerza y allanó una parroquia, impidiendo a los feligreses recibir la eucaristía dentro del templo y sitiando a otros sacerdotes en sus iglesias, prohibió procesiones con imágenes de los santos, entre otros actos de hostigamiento.
Ocho sacerdotes cambian de sedes
Ocho sacerdotes fueron cambiados de sedes este domingo en Nicaragua, en medio de los roces entre la Iglesia católica y el régimen de Daniel Ortega. Los movimientos del clero ocurrieron en la jurisdicción de la Arquidiócesis de Managua, que preside el cardenal Leopoldo Brenes y quien esta semana encabezó un retiro espiritual arquidiocesano.
Entre los sacerdotes que cambiaron de parroquia está Juan Antonio Calero, cuyo templo en la ciudad de Masatepe, fue profanado el 28 de diciembre pasado por personas desconocidas, y Félix Herrera, quien servía en Niquinohomo, municipio natal del héroe Augusto C. Sandino.
Otros religiosos que cambiaron de parroquias fueron Julio César Porras, Henry Antonio Calero, Carlos Aguirre, Melvin Gutiérrez, Jerry Gutiérrez y Brayan Chamorro.
Los movimientos alcanzaron parroquias establecidas en las ciudades de La Concepción, Mateare, Masatepe, Masachapa, Masaya, Santa Teresa y Tipitapa.
La Arquidiócesis de Managua no informó las razones del cambio de sedes de los sacerdotes, ordenados una semana después que la Policía Nacional prohibió actividades religiosas fuera de los templos, como procesiones, fiestas patronales, romerías, pago de promesas, entre otras.