Qué hacer para que no te boten tu cuenta en Twitter

La tensión política que se generó con las más recientes maniobras del régimen para continuar cerrando el espacio democrático provocó encontronazos y desencuentros entre las distintas comunidades tuiteras “azul y blanco” de Nicaragua. La conversación tuvo un ritmo frenético, y en algunos momentos les ha llevado a comportamientos inadecuados dando por resultado bloqueos masivos, lenguaje exacerbado, tonos muy irritados, acusaciones mutuas y, en algunos casos, la suspensión de cuentas por parte de Twitter.

Como suele suceder hay una correspondencia entre los embates del régimen en la vida física (off line) y el debate político en las redes sociales (on line) que eleva la participación de manera inmediata involucrando a casi todas las comunidades en torno al mismo tema. Esta vez, el hartazgo de los usuarios que resisten al régimen se volcó hacia sí mismos. Y en medio de todo, se observaron comportamientos de alto riesgo en el uso de la red social así como un debilitamiento del nivel del debate cívico y público.

A partir de esos comportamientos merece la pena preguntarse ¿qué hacer para que no te cierren tu cuenta en Twitter? Aquí hay diez ideas para fortalecer la participación en el debate público y para mejorar tu destreza técnica del uso de la red social:

1. Expresarte libremente

Las redes sociales proporcionan un espacio para la expresión libre de las ideas y eso nos gusta mucho. Hay que participar en ellas expresando las ideas usando todos los formatos que nos ofrecen (texto, videos, gifs, imágenes, audios). Como el río en Twitter nunca se detiene hay que estar prevenidos del contagio fácil de debates en los que redundan las ideas, o que son ficticios, en el sentido de que son organizados con una intención que desconocemos. Hay que ser más fuertes y con nuevos argumentos reconducir el debate hacia un puerto más enriquecedor.

2. Ejercer el pensamiento crítico

Cuando ocurren estos picos elevados de conversación es tentador el participar de manera activa. Precisamente es cuando hay que detenerse un momento para ejercer el pensamiento crítico, que es: evaluar las fuentes de información (aunque sean los tuits de los propios amigos), evitar los prejuicios, calibrar el contenido de los tuits, desarrollar los argumentos, respirar y solo así, tuitear.

3. Evitar la falacia ad hominem

En las redes sociales la gente expresa sus ideas y no necesariamente estamos de acuerdo con ellas, lo que detona una conversación. Pero en ocasiones se equivoca la manera de conversar y se cae en la falacia ad hominem (del latín: contra la persona, aquí podés leer más), que es: criticar a la persona que emite la idea para desacreditar la idea. Y no se consigue desarrollar el argumento contra la idea. Este modo de conversar en las redes sociales casi siempre lleva a expresarse con insultos, racismo, clasismo, pobreza intelectual.

4. Estar atentos a la propagación de bulos, mentiras y desinformación

Cuando ocurren estos momentos de tumultuosa conversación en Twitter es cuando se crea el espacio propicio para que campen a sus anchas los bulos, las mentiras y la desinformación. Ante esto lo primero que hay que hacer es usar el sentido común e ignorar la burda información, y después: acudir a los periodistas que generan credibilidad para saber cómo están observando la información, y también, acudir a los usuarios de la red que sin ser periodistas han desarrollado credibilidad por sus acertados análisis y lectura de la realidad política.

5. Súmate a la conversación pero no te sumés donde no te toman en cuenta

Hay gente que solo conversa con su grupo. Te siguen, pero no reaccionan a tus tuits. Quieren que les leás, pero no te leen. Quieren que les abultés con tus “Me Gusta” e ignoran tu aporte en la conversación. Una cosa es que lanzés tu tuit al mundo por puras ganas de expresarte y otra es que pretendan generar una conversación, pero no toman en cuenta el intercambio de ideas. Eso no es conversar. Selecciona aquellos espacios que genuinamente actúen como conversadores, en donde se desarrolle la interacción comunicativa.

Cómo mejorar la técnica y el uso de tu cuenta de Twitter

La red social Twitter tiene reglas claras sobre cómo usarla y ofrece variedad de herramientas para potenciar su uso. Y es muy clara también cuando advierte un uso inadecuado. Aquí presentamos cinco ideas para fortalecer tu destreza técnica de esta red.

1. Uso moderado de emoticones

Los emoticones son las figuritas que refuerzan el contenido y a veces bastan para expresar toda una idea. Pero hay que hacer un uso moderado de estos, porque no es lo mismo usar una vez el emoticono de excremento humano que usarlo por docena e ir dejándolo como respuesta en varios tuits. Hay emoticones que son considerados por la red y algunos usuarios como “uso alarmista”, como son los rayos, los fuegos… No hay ganancia por docena.

2. Evitar los tuits frenéticos

En otras palabras no tuitear muy seguido. El algoritmo de la red detecta como uso inadecuado cuando desde una cuenta se emiten demasiados tuits por minuto.

3. No te sumés a los linchamientos digitales

Algunos usuarios hacen invitaciones a “caerle” a alguna cuenta y allá van en molote, generando un auténtico linchamiento. El algoritmo de la red social detecta eso como comportamiento inadecuado y además considera que tu cuenta pertenece a una red específica que trabaja para tales fines, por lo que si alguno de los usuarios resulta con su cuenta suspendida esa mala fama te arrastra. Aquí un ejemplo: la comunidad del partido FSLN organizó una acción coordinada para “caerle” a una noticia de la agencia de noticias Associated Press que tituló el 8 de agosto “EE. UU.: Elecciones en Nicaragua perdieron toda credibilidad”. El comportamiento de las cuentas orteguistas fue de turba y es considerado abusivo por la red social.

EEUU: Elecciones en Nicaragua perdieron “toda credibilidad” https://t.co/JanDTKgfvY

— AP Noticias (@AP_Noticias) August 8, 2021

4. Qué hacer si te suspenden

Si te llega el aviso de “cuenta suspendida” y considerás que no has infringido las reglas, luchá por tu cuenta y reclamá (aquí) a la empresa aportando tus argumentos. Hay dos tipos de aviso: uno, cuando tu cuenta ha sido suspendida y tus fotos de perfil y portada ya no existen lo que significa que no hay vuelta atrás. El otro es cuando sí hay fotos de perfil y portada y el aviso dice que está suspendida “de momento”. Allí hay esperanzas. Con todo, si te la suspenden merece la pena reflexionar que no es mala idea volver a empezar. Algunas cuentas llevan muchos años sumando seguidores que quizá ya no existen y los vienen arrastrando como bulto, además que como usuarios de las redes vamos creciendo en madurez y hasta cambiando de status, de estudiantes a profesionales, por ejemplo. Así que hay que tomarlo como una oportunidad: vida nueva, cuenta nueva.

5. Poner atención a los nuevos cambios de Twitter

La red se está renovando y hay cambios que están en fase de experimentación (beta) como por ejemplo la posibilidad de crear tus conversaciones solo con “super followers”, “amigos de confianza”. Otra novedad es que vuelven las verificaciones para instituciones, medios de comunicación, periodistas, agentes sociales específicos, entre otros. Todo con el fin de contribuir a evitar las noticias falsas (desinformación, a veces llamadas también “fake news”). Otro cambio importante ha sido que desaparecieron los fleets, porque no cumplieron las expectativas que se tenían de ellos pues los usuarios no los utilizaron para aumentar su experiencia, y fueron las empresas quienes más se beneficiaron con ellos. En cambio, están funcionando bien las advertencias de “¿querés leer el artículo primero?” para evitar los retuits impulsivos y a su vez promover la lectura de información confiable. De hecho, cuando retuiteás sin leer la noticia el algoritmo no presenta tu retuit de manera destacada. Sigue siendo mucho más efectivo para conseguir notoriedad de tus tuits el retuit con comentario. Y para influir en el debate público sigue siendo muy útil la creación de los Momentos (aquí un ejemplo), que permiten crear un contenido que profundiza la información que querés aportar al debate.