24 de junio 2020
Las elecciones internas del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), presuntamente descartadas por la pandemia de covid-19, desataron una batalla entre dos bandos: los que exigen una renovación de toda la cúpula de la organización, y los que prefieren mantener el statu quo y apoyan todas las decisiones del caudillo Arnoldo Alemán, expresidente de Nicaragua (1997-2001).
Las pugnas internas en el PLC vienen desde inicio de año. Las luchas han incluido acusaciones de espionaje telefónico, y han terminado en un proceso de impugnación ante la oficina de Atención a Partidos Políticos del Consejo Supremo Electoral (CSE).
La tensa situación del PLC era por todos conocida, cuando en febrero pasado firmó su adhesión a la Coalición Nacional. Por esta razón ha sorprendido a propios y extraños que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), argumente que no firmará los estatutos de la Coalición Nacional —acto previsto para este jueves 25 de junio— por la existencia de una pugna en la organización política liberal.
El último episodio de esta batalla política se librará en la CSE, donde cuatro directivos contrarios a los ‘arnoldistas’ introdujeron, el pasado 18 de junio, un recurso de “inaplicabilidad” contra tres estatutos del PLC, que, según Valmore Valladares, uno de los denunciantes, “están coartando el derecho de centenares de militantes de ser elegidos y elegir a sus dirigentes”.
Denuncian “dedazo”
Aprovechando el contexto de la pandemia, el pasado 8 de junio, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) —en su mayoría integrado por fieles a Alemán— dio un vuelco a las elecciones internas: descartó las asambleas municipales, departamentales, regionales y nacionales, en las que se elegirían a nuevos directivos en todas las estructuras de la organización política, y llamaron a un proceso de “reestructuración”.
Ese mismo día, el CEN quitó a la diputada María Haydée Osuna como presidenta nacional y nombró al también legislador Miguel Rosales. A la par se reeligieron en sus cargos María Fernanda Flores, esposa de Alemán; Martha McCoy; Miguel Blandón; Jamileth Bonilla y Silvio Américo Calderón. Todos son parte del ala dura ‘arnoldista’.
CONFIDENCIAL intentó, sin éxito, conseguir las versiones de Rosales y McCoy. El primero no contestó su teléfono móvil, y la última solo prometió una respuesta.
Valladares señaló a CONFIDENCIAL que directivos departamentales y municipales han interpuesto unas 57 impugnaciones ante la Junta Directiva Nacional (JDN), contra el nombramiento de Rosales y las demás actuaciones del CEN.
“(Arnoldistas) hacen caso omiso a las propuestas y reclamos que se hacen contra lo actuado. El grupo de Alemán va en su camino, sin importar a quién se lleva por delante. La única forma es recurrir a las instituciones que regulan el actuar de los partidos políticos, desgraciadamente esas instituciones están en mano de la dictadura”, manifestó Valladares.
Espionaje telefónico
En los varios enfrentamientos que se han dado desde inicio de año, un nombre ha sido constante: María Fernanda Flores de Alemán, exprimera dama y ahora diputada liberal. Ella es la extensión de su marido en todas las reuniones políticas. El caudillo es el presidente honorario del PLC, un cargo que se recetó de manera vitalicia.
Las desavenencias en el PLC fueron evidentes a inicios de febrero pasado, cuando el fiscal nacional del CEN, Alejandro Hurtado, fue suspendido por un año del cargo, por criticar vía telefónica a la diputada Flores, quien además funge como primera vicepresidenta nacional del partido.
Flores obtuvo copia de tres conversaciones telefónicas de Hurtado con otros dos miembros del partido, donde el exfiscal nacional criticaba a la esposa de Alemán, por querer “mostrar que por sus pistolas” es la que manda en el partido liberal.
En unas declaraciones al diario La Prensa, Hurtado manifestó que “el problema de fondo de todo esto (sanción) no son los audios, es porque hay una corriente muy fuerte que desea dentro del partido cambios en las estructuras nacionales, y en esa corriente estoy yo, que consideramos que se necesitan cambios en la estructura de todo el Comité Ejecutivo”.
Elecciones internas
El PLC ha vivido un atropellado y conflictivo proceso interno de elecciones primarias, para elegir a las directivas municipales y distritales. A inicios de marzo —un mes después de la sanción a Hurtado—, concejales y otros miembros del partido denunciaron “maniobras” de Flores para beneficiar a “personas obedientes a ella”.
La primera vicepresidenta del PLC propuso adelantar las elecciones en varios municipios de Managua. La moción fue aceptada por la Comisión Nacional Electoral (CNE). La propuesta de la diputada dejaba en desventaja, según los denunciantes, a uno de los grupos que estaba compitiendo.
Para Valladares, la actuación de los ‘arnoldistas’ demuestra que el PLC, “tal y como esta, no puede aportar nada bueno a un proyecto de unidad nacional”, como la Coalición Nacional.
En reciente comunicado, los liberales ‘antiarnoldistas’ señalaron que “ser parte de la Coalición Nacional, obliga al PLC a respetar y practicar la democracia interna. Por lo cual, en aras de democratizar Nicaragua demandamos que los otros miembros de la Coalición Nacional exigen el fiel cumplimiento al PLC de un verdadero actuar Democrático”.