La reforma a la Ley Electoral que traslada las funciones del presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, al vicepresidente de ese Poder, Lumberto Campbell, “es ilegal e ilegítima”, pero de una u otra manera anticipa su salida del CSE, tras 23 años como magistrado, según abogados y analistas políticos.
El Parlamento aprobó este miércoles la reforma que resta a Rivas sus atribuciones, pero lo mantiene en el cargo con su inmunidad, salario y privilegios, justo a 48 días de las sanciones del Departamento del Tesoro, de Estados Unidos. Rivas ha sido cuestionado por una vida opulenta, que crece paralela al colapso del sistema electoral.
“Es una manera de salir o sacar a Rivas del problema en el que está, e igual al Gobierno de Daniel Ortega”, analiza la experta en Derecho Constitucional y miembro del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD), Azahálea Solís.
Sin embargo, Ortega no ha dado un paso firme contra el magistrado. “Se tiene que dar una respuesta a los gringos, pero no puede dejar a un socio de la mafia sin protección. Si lo destituye es un mal mensaje para otros que están en la misma situación de hacer marrulla y manejar las instituciones a su gusto, entre fraudes electorales, corrupción y todo lo demás. Perdería frente a esas personas, que al sentirse desprotegidas quizá no dudarían en hacer trato (de colaborar en denuncias) con Estados Unidos”, estima Solís.
El exdiplomático y excandidato a alcalde de Managua por el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), Mauricio Díaz, coincide en que el objetivo de la reforma es no dejar sin protección a Rivas. “Es el comportamiento del sandinismo. No los lanzan a los leones, no hacen leña del árbol caído”, afirma tras recordar la protección a Orlando Castillo ante las denuncias por corrupción en el Aeropuerto, reveladas por Confidencial en 2016.
Cualquiera renunciaría, dice expresidenta de CSE
La expresidenta del CSE, Rosa Marina Zelaya, asegura que “no se entiende porqué hacer este cambio”, dejando a Campbell como el presidente real y a Rivas solo de nombre.
“Hay una destitución de hecho, porque el presidente está sin poderes, y no se ve en otro lugar del mundo que el vicepresidente tenga más facultades”, cuestiona.
Zelaya, a quien Rivas relevó al frente del CSE en enero de 2000, estima que cualquier otro presidente en su lugar renunciaría al cargo.
La comandante guerrillera y líder del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Dora María Téllez, cree que la reforma fue la salida más simple de Ortega. “Rivas quedó sin vida legal por las sanciones, su papel estaba liquidado y el CSE paralizado”, pondera.
En la exposición de motivos de la reforma no se citan las sanciones de Estados Unidos. Solo se argumenta “la búsqueda de la eficiencia administrativa en el proceso de modernización del Estado”.
El abogado y exdiputado liberal, Eliseo Núñez, estima que con la reforma, Ortega se está cerrando a cualquier concesión. “Es una señal de que no destituirá a Rivas y hace un parche legal con el fin de que los bancos puedan aceptar las firmas del CSE”, valora.
Téllez increpa “¿cuánta información tiene Rivas de Ortega, para gozar de semejante protección? Nadie lo está investigando, nadie le está quitando la protección. Él está cubierto bajo el manto de la familia Ortega – Murillo”.
El abogado y expresidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asamblea, José Pallais, sostiene que el procedimiento de aprobación de la reforma que protege a Rivas “es inconstitucional y por lo tanto ilegal e ilegítima”. Núñez, sin embargo, afirma que “eso ya dejo de interesar al régimen”.
“Roberto Rivas –resume– queda como un icono de la Resistencia del Régimen al Imperialismo”.
El papel de Campbell
El vicepresidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Lumberto Campbell, ahora fungirá como representante oficial y legal del Consejo, podrá proponer al secretario de actuaciones, secretario general y directores generales del CSE y su presupuesto.
Campbell (Bluefields, 1949) llegó al CSE en abril de 2014 y tiene una larga trayectoria dentro del Frente Sandinista. Es físico-matemático de profesión, ha dirigido empresas vinculadas al partido y las relaciones del FSLN con organizaciones y líderes políticos y religiosos de la Costa Caribe.
También tiene vasta experiencia en materia electoral, pues de 1990 a 2006 estuvo a cargo de las estructuras electorales del FSLN.
Su hermano, Francisco Campbell, es el actual embajador de Nicaragua en Estados Unidos.