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Primera dama de Ucrania: “No quisiera conocer a Putin que ordenó matar a más de 480 niños”

Olena Zelenska revela a CONFIDENCIAL que ve poco al presidente, y relata el temor por sus dos hijos, y su sueño de conocer la Patagonia

Olena Zelenska, Primera dama de Ucrania.

Olena Zelenska, Primera dama de Ucrania. Foto: Confidencial | Anton Kulakowskiy, del Laboratorio de Periodismo de Interés Público (PIJL) de Ucrania

Yader Luna

/ Enviado Especial

11 de junio 2023

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Desde Kiev, Ucrania.- Olena Zelenska nunca imaginó que, al casarse con su marido, Volodímir Zelenski, este se convertiría en un cómico famoso en Ucrania. Mucho menos que llegaría a ser presidente ni que le tocaría dirigir un país que enfrenta una cruel invasión de Rusia. Tampoco soñó jamás con ser primera dama, ni convertirse en el foco de atención mundial. Ella, que durante muchos años fue escritora de comedias y siempre prefirió estar tras los escenarios, vio cómo su vida cambiaba desde el 24 de febrero de 2022.

Ese día —recuerda—se despertó con su esposo ya vestido. “Le pregunté: ¿Qué pasa? Me dijo: "Ya ha empezado", en referencia a la invasión rusa, y se fue. A las horas hablaron y la decisión de salir del país no estuvo entre sus planes. Permaneció oculta casi un mes fuera de la capital junto a sus dos hijos: Oleksandra, de 17 años, y Kyrylo, de 9.

Fueron días angustiantes en los que comprobaba que su marido estaba vivo porque lo miraba en la televisión. Hoy, más de un año después del inicio de la guerra, dice que no habla siquiera con sus amigos. “Tengo diez contactos en mi nuevo teléfono”, confiesa.

Zelenska —que adoptó el apellido de su marido en femenino como manda la tradición eslava tras casarse con él en 2003— atendió por primera vez a un medio de comunicación de Nicaragua y a otros seis medios de comunicación latinoamericanos.


Entre los medios participantes, además de CONFIDENCIAL están Infobae, de Argentina; La Silla Vacía, de Colombia; Reforma, de México; Folha, de Brasil; Radio Futuro, de Chile, y Semanario Búsqueda, de Uruguay. La primera dama nos recibe en uno de los patios del Palacio Mariyinski, que suele ser la residencia presidencial, pero no en tiempos de guerra. No se sabe en realidad donde vive.

Habla en ucraniano. Pero a diferencia de sus primeras apariciones en televisión, se le nota más confiada al hablar frente a las cámaras. Afirma que ni siquiera puede imaginar todavía cómo será la vida después de la guerra. “Solo soñamos con eso”, insiste.

“Hace poco, me imaginaba cómo me daría cuenta de que todo se acabó. Si la gente pudiera salir, por ejemplo, a las plazas y bailar como antes... si hubiera música, fuegos artificiales, algo así. Cuando vea multitudes de gente por las calles de Kiev, me daré cuenta de que todo eso ya se ha ido”, comparte.

Ucrania
Olena Zelenska, Primera dama de Ucrania. Foto: Confidencial | Anton Kulakowskiy, del Laboratorio de Periodismo de Interés Público (PIJL) de Ucrania

He pasado varios días en Ucrania y he visto el miedo de la población cuando hay ataques de Rusia. ¿Cómo vive usted ese día a día bajo ataques?

Esto puede ser raro, pero es probablemente una cualidad de la psique humana, la verdad es que ya nos hemos acostumbrado a esto, de alguna manera. Puedo hablarle de mis emociones de esta mañana cuando me desperté y no vi en mi teléfono que hubiera una alerta de ataque aéreo por la noche, ni ninguna noticia sobre el ataque de drones o misiles. Mi primera reacción fue no pensar que es genial, que hayamos tenido una noche tranquila, sino creer que había algo malo con mi teléfono.

Estamos acostumbrados a comprobar nuestros teléfonos, canales de Telegram a primera hora de la mañana para ver si ha pasado algo, y luego intentamos averiguar con nuestros amigos si están bien. De hecho, es humillante para una persona moderna vivir constantemente escondida en sótanos, y no puede seguir así durante mucho tiempo.

¿Cuáles son sus pequeñas acciones que le hacen sentirse bien, estar mejor y conectarse con la vida y no con el miedo?

Intento no estar en situaciones en las que tenga miedo frente a mis hijos. Esto es lo más importante para mí, que no tengan pánico. Incluso cuando hay avisos de ataque aéreo, pero mis hijos están cerca, me quedo tranquila, porque lo peor es cuando estás en algún sitio, por ejemplo, y no les coges de la mano y no sabes qué les está pasando ahora.

No creo que nada sea más peligroso o menos peligroso cuando estoy cerca, pero me siento más tranquila cuando los veo y los cojo de la mano. Todos tenemos nuestras propias formas de aferrarnos a la vida y mantener la calma de alguna manera.

Para mí, la rutina diaria ayuda, los deportes, el entrenamiento diario, realmente me ayudan, porque es algo tan constante que está conmigo todo el tiempo. En general, incluso los psicólogos dicen que, si empezás a sentir nervios y pánico, necesitas hacer algo tan familiar que mantengas tus manos ocupadas, como lavar los platos.

En los primeros días después de la invasión, muchas de mis amigas hablaban de que había que lavarse el pelo cuando tenías la oportunidad, porque no sabías dónde ibas a dormir mañana. Incluso hace poco hablaba con alguien de que lo más desagradable es cuando estás en la ducha o en el baño, y vuelve a sonar la alarma antiaérea, y todo el mundo piensa: “Dios mío, voy a estar ahora bajo escombros, y no estoy vestida”. Y estos son algunos pensamientos ridículos que vienen a la mente. Puede ser estúpido, pero es tan humano tratar de vivir. Al fin y al cabo, así es la vida en sus pequeños detalles.

¿Cómo ha enfrentado las campañas de desinformación de los rusos con respecto a usted? Por ejemplo, sobre noticias falsas de usted haciendo compras en tiendas lujosas, de paseo en la playa…

Tal vez sería, de alguna manera, doloroso y desagradable si fuera verdad, pero cuando se trata sólo de ficción, no tengo tiempo para reaccionar a eso y entiendo que sobre todo se trata de propaganda rusa. Nos llega muy fragmentada y no la veo en tal cantidad que me llega a chocar.

Hace poco escuché una historia interesante, como si yo estuviera en París y gastara una cantidad fantástica de dinero en una hora allí. Es interesante cuando ni siquiera salís del hotel durante los viajes al extranjero.

He leído en alguna parte que aparecí con un vestido que costaba 40 000 dólares. La verdad tenía curiosidad por ver ese vestido, por desgracia, no había ninguna foto. Era sólo un mensaje. Estoy intentando imaginarme en un evento en el que podría ponérmelo. ¿En un premio Óscar? No hay ningún evento en el que pudiera permitírmelo. Para ser sincera, me interesa la opinión de los ucranianos. Porque estoy aquí por ellos, por su bien, y quiero estar con ellos. Y no quiero que se sientan decepcionados conmigo porque eso es un completo disparate. Pero la reacción de ellos es que no le prestan demasiada atención a esas mentiras.

Hace unos meses tuvo usted una entrevista con un periodista británico y él le preguntaba qué pensaba sobre Vladimir Putin y usted fue muy dura diciendo que no se sentaría con él a negociar. ¿Ha cambiado de alguna manera su opinión? 

No existe ningún universo en el que pudiéramos encontrarnos con él. Incluso nunca querría conocerlo. En segundo lugar, no sé qué decirle a una persona que ordenó matar a más de 480 niños ucranianos. ¿Qué tiene que pasarme a mí o a él para que lo olvide y me siente a hablar con él? Vivimos en el mundo real, así que no pienso en ese tipo de conversaciones, no las planifico y, sinceramente, no me interesan demasiado. Honestamente no quiero ni mencionar su nombre.

¿Cómo describiría usted a su marido? ¿Cuando se casó con este comediante pensó que él tendría dentro si esta fuerza para liderar una guerra como él lo está haciendo?

Cuando me convertí en su esposa, él solo empezaba su carrera artística. Incluso entonces, nadie podía decir que se convertiría en un cómico popular y que tendría la oportunidad de crear una gran empresa en este sentido, y que tendría algún éxito. Así que yo no planeaba ser la esposa de un famoso, ni tampoco la esposa de un presidente, porque eso ni siquiera fue nunca una conversación. Todo sucedió tan rápido que, como he dicho varias veces, ni siquiera tuvo tiempo de avisarme de que iba a hacer una declaración sobre su candidatura presidencial.

Creo que lo único que sabía cuándo me casé con este hombre era que nunca habría estancamiento, ni en nuestra relación, ni en nuestra vida. Siempre habría diferentes sorpresas, pero nunca sería aburrido. Y hasta ahora, he tenido razón.

Algunos medios de comunicación publicaron notas mostrando cómo creció el rol de las mujeres en la sociedad de Ucrania. ¿Usted piensa que este cambio será duradero y se mantendrá después del fin de la guerra?

Yo diría que el cambio gradual de los papeles en la sociedad comenzó hace mucho tiempo y que la lucha por la igualdad de género en Ucrania lleva muchos años y que fue en los últimos años, antes de la invasión a gran escala, cuando conseguimos, en mi opinión, un éxito notable. Y ahora lo sentimos. 

Durante la guerra, esto no hizo más que continuar. Por ejemplo, hace unos años, se dio a las mujeres la oportunidad de ocupar un lugar en el Ejército, el lugar que se merecen. Antes, había una lista de determinadas profesiones que las mujeres no podían desempeñar en el Ejército, y era muy injusto. Por ejemplo, muchas mujeres ya habían servido desde 2014 y podían ser francotiradoras o exploradoras, pero según los documentos, eran secretarias o algo así y luego volvían a casa con sus amigos, con los que lucharon, y ellos eran considerados héroes y ellas solo secretarias. Era demasiado injusto. Afortunadamente esta discriminación no existe ahora, tenemos más de 30 000 mujeres en el Ejército. Tenemos una mujer coronel a cargo de una unidad de artillería... la igualdad no se gana rápidamente, desafortunadamente, pero aquí esta igualdad se siente muy fuerte. Estoy segura de que ya no hay vuelta atrás. 

Su hija tiene 17 años y está muy cerca de la edad en la que podría servir en el Ejército. ¿Querría verla en el Ejército? ¿Cómo se siente al respecto?

Es mi hijo el que planea enlistarse en el Ejército, ella no se ve. Tengo miedo de imaginar esta situación. Para ser honesta, tengo miedo por mi hijo porque tiene una pasión maníaca por el Ejército. No le puedo mostrar su foto, pero cuando no lleva ropa de colegio, siempre lleva algo militar.

Estaría muy preocupada si ahora tuviera 18. No podría quedarme con él, al cien por cien. Mi única esperanza es que, cuando crezca, quizá cambien sus planes, pero de momento no lo parece.

Varias personas con las que hemos hablado nos han dicho que les ha sorprendido la capacidad de resistencia de los ucranianos. ¿También le ha sorprendido eso?

Estamos orgullosos los unos de los otros. Creo que esto puede deberse al hecho de que muchos de nosotros tenemos la sensación de que esta es nuestra última oportunidad. Si no aguantamos ahora, puede ser que esto no lograremos. Porque 30 años de independencia restablecida resultaron ser poco tiempo para que Rusia nos recordara sus planes imperiales para Ucrania.

Quiero decir, la colonización es algo que se ha tratado de forma diferente en distintas partes del mundo, pero no encontrarás un solo país que haya sido colonizado o que haya formado parte de un imperio por la fuerza y que no quiera la libertad y la independencia. Los ucranianos llevan siglos luchando por esta libertad e independencia. Y una y otra vez, cuando tuvimos la oportunidad, la perdimos. Y esta vez, ha crecido toda una generación de personas que han nacido en la Ucrania independiente que tienen más de 30 años, que tienen sus propios hijos y que no conocen otra vida.

Rendirse significa morir para nosotros. No queremos morir, queremos vivir. No hay nada muy complicado aquí. La cuestión es cuánto tiempo podemos aguantar. Y aquí, también, nuestros socios tienen la palabra. Con un fuerte apoyo, podremos ganar muy rápidamente.

Miro alrededor, veo mucha gente, pero en particular hay dos soldados custodiando. ¿Qué es lo que más extraña de su vida anterior?

Ciertamente me gustaría vivir sin guardianes. Nunca lo he negado. Desde el primer día de la presidencia de mi marido, me he visto obligada a estar con ellos todo el tiempo. Intento no hacer de ello una tragedia, sino vivir en las circunstancias, intentar encontrar algo positivo en eso. Tengo suerte que con los chicos que trabajan conmigo, ya los conozco bien y son buenas personas. Y sé de sus familias, de sus hijos, nos comunicamos mucho y es genial tener gente en la que podés confiar a tu alrededor.

Ahora llevan uniforme. Antes de la invasión a gran escala, siempre llevaban traje y corbata. Y tuve una emoción muy interesante el primer día, el 24 de febrero (de 2022), cuando de repente aparecieron con uniformes militares. Saben, tuve la sensación de que se les quitó el hechizo y que esa era su apariencia real, me sentí tranquila de inmediato. Pero al poco tiempo me di cuenta que esto es lo que realmente eran siempre, solo estaban fingiendo ser civiles. (Sonríe).

¿Sabe algo de América Latina? ¿Alguna canción, alguna novela?

Creo que todos los que han vivido en Ucrania durante los últimos 30 años han visto telenovelas mexicanas y brasileñas... no se puede vivir sin esto. Por eso los recordamos todo muy bien. Por desgracia, por alguna razón, esta moda ha pasado. Y para mí, estos son recuerdos de mi infancia y juventud. 

De América Latina, sólo pude visitar México. Fueron unas vacaciones muy cortas y por desgracia, hacía muchísimo calor. Me hubiera gustado ir cuando la temperatura fuera más baja, para ver realmente algo. Lo único que conseguimos ver fue Chichén Itzá.

Pero también siempre soñé con ir a la Patagonia, no importa si en la parte de Chile o de Argentina, pero era un sueño. Pero ahora es algo en lo que no quiero pensar, porque no me imagino yendo de vacaciones a algún lugar. Intento no pensar en ello en absoluto. Esperemos que este sueño se haga realidad, porque significará de nuevo que todo va bien, que ya no corremos peligro.

Alguna vez ha declarado que sólo habla por teléfono con el presidente y en esta entrevista dijo que en los primeros días lo miraba sólo en la televisión. ¿Cuándo fue la última vez que se vio con él? ¿Son encuentros cortos? ¿Ha podido pasar una noche con él?

Hablé con él por teléfono hoy. Lo vi la semana pasada. Espero verlo, quizá a finales de esta semana. A veces podemos vernos en su oficina porque mi oficina está en el mismo edificio. Cuando nuestros horarios coinciden, podemos incluso almorzar juntos. Es mucho menos probable que vea a los niños y que estemos todos juntos, pero aun así a veces encontramos esas oportunidades. No voy a decirle en qué circunstancias nos encontramos. (Sonríe).


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Yader Luna

Yader Luna

Periodista nicaragüense, con dos décadas de trayectoria en medios escritos y digitales. Fue editor de las publicaciones Metro, La Brújula y Revista Niú. Ganador del Grand Prize Lorenzo Natali en Derechos Humanos.

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