1 de julio 2021
La crisis política nicaragüense, exacerbada con la captura de cinco precanditados presidenciales, líderes políticos sociales y gremiales, banqueros, empresarios y periodistas, a los que el régimen considera parte del liderazgo opositor, puede tener un indeseado e inesperado ‘efecto contagio’ en El Salvador, según dos economistas y una abogada de ese país.
Los economistas salvadoreños Luis Membreño, presidente de Luis Membreño Consulting; y Rommel Rodríguez, de la Fundación Nacional para el Desarrollo, (Funde), expresaron su preocupación porque el presidente de su país, Nayib Bukele, copie las lecciones de Daniel Ortega, para profundizar su deriva autoritaria.
“Estamos muy preocupados por lo que está pasando en Nicaragua, donde hay un gran deterioro democrático, se ve que van hacia una dictadura ya bien firme, y la persecución y encarcelamiento de opositores políticos, precandidatos a la presidencia, preocupa muchísimo por el mal ejemplo, por un lado, y por la situación misma de Nicaragua”, detalló Membreño.
“Desde el primero de mayo para acá, se ha deteriorado mucho la democracia de El Salvador. El martes 29 hubo otra elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, entre ellos, uno de los que había sido electo el 1 de mayo, al que se le vencía su período el día de hoy, y por lo tanto, siguen violando la Constitución”.
Siendo que hay actores políticos en Washington que han elevado sus voces para sugerir que se excluya a Nicaragua del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR Cafta, por sus siglas en inglés), Membreño advierte que “perder los privilegios que genera el Cafta, sería un golpe directo a la economía nicaragüense”.
De forma adicional, señala que “por el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y El Salvador, si a Nicaragua se le quitara el Cafta, El Salvador sería el siguiente en la lista, para poder presionar por el daño y la destrucción de la democracia que se está haciendo acá. Perder el Cafta sería un precedente bien negativo, que podría afectarnos directamente”.
Acomodo empresarial
Al comparar ambas realidades, Rommel Rodríguez, economista de la Fundación Nacional para el Desarrollo, (Funde) de El Salvador, dijo que desde una perspectiva geopolítica, “parece ser que los gobiernos autoritarios, o con tendencia autoritaria, (aunque en el caso de Nicaragua es un régimen que se consolida como dictadura, mientras el de acá solo pareciera tener tinte autoritario, pero muy decidido a avanzar) prefieren mantener un aislamiento de carácter político, en la medida en que eso da estabilidad y control a quien detenta el poder, a costa del bienestar económico de los países, y especialmente de los ciudadanos de más escasos recursos”.
Para que el presidente Ortega llegara donde está ahorita, “hubo cierto grado de complicidad del Cosep, y ese grado de complicidad no lo ha obtenido y no logra obtenerlo, el presidente Bukele de la ANEP (Asociación Nacional de la Empresa Privada) de El Salvador. Al contrario, tiene diferencias con ellos”, recalcó.
Hablando para el programa online FocosTV, la abogada e investigadora Claudia Umaña, presidenta de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), remarcó precisamente en el maridazgo que hubo entre la cúpula empresarial y el mandatario nicaragüense.
“Este líder [Ortega] proponía ‘habrá crecimiento económico, siempre y cuando ustedes no se metan en la vida política del país’, y si eso también daba espacio para que se abrieran graves atentados contra las libertades, violaciones a Derechos Humanos, pareciera que esas dos agendas nunca se juntaban… hasta que vimos que la realidad se imponía”, señaló.
“Nicaragua ha tenido una institucionalidad muy débil desde hace 20 años; en cambio, El Salvador sí contaba con una institucionalidad mucho más elaborada, desde la firma de los Acuerdos de Paz… pero están tendiendo a converger, y eso se ha debido a que llega un momento en donde hay un desencanto con la democracia”, advirtió Umaña.
El Salvador se acerca a Nicaragua
“Se cree que se pueden saltar procesos; que la democracia es muy complicada de manejar, y entonces las poblaciones, en una sed por resultados, deciden darle un voto de confianza a un líder que también concentra poder de unas maneras muy importantes, y ahí es en donde empiezan a hacer esa convergencia, tanto Nicaragua como nuestro país”, reiteró.
Rodríguez, de Fuden, señala que si bien Bukele no puede esperar el beneplácito de la ANEP, “es de conocimiento público que hay personas con gran poder económico, que no están en la ANEP, que sí están en sintonía con él. A través de estas personas se puede cautivar a la élite financiera. El poder político necesita del apoyo del poder económico para avanzar a pasos agigantados. Si no lo tiene, es más difícil alcanzarlo”.
En referencia a las sanciones que puede aplicar el Gobierno de Estados Unidos, admite que “no sé si vamos por el mismo camino, más que todo en el tema financiero”.
“Los bancos más grandes de El Salvador son internacionales, y ahora que al presidente se le ocurrió el bitcoin, puede ser que la región se vea afectada: Nicaragua en lo comercial, El Salvador en lo financiero. Creo que el Tesoro de Estados Unidos va a tomar medidas, y el GAFI también, en caso que el bitcoin se comience a utilizar con frecuencia en las transacciones financieras”, advirtió.
El economista Membreño, insiste en que “nos preocupa mucho la persecución a los opositores políticos que se está dando en El Salvador. Ver el mal ejemplo de Nicaragua, no genera buenos augurios para nosotros”.