15 de marzo 2021
Los ocho precandidatos presidenciales jugarán un rol “vital” en la búsqueda de unidad entre los dos principales bloques opositores —Coalición Nacional y la Alianza Ciudadana—, que han comenzado su carrera por elegir un candidato único para disputarle la Presidencia de Nicaragua a Daniel Ortega.
En la Coalición Nacional han oficializado sus candidaturas: el politólogo Félix Maradiaga, de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB); el periodista Miguel Mora, del Partido Restauración Democrática (PRD); el excomandante contra Luis Fley, de Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN); mientras que el líder creole de la costa caribe George Henríquez se postula como precandidato independiente, y Medardo Mairena cuenta con el respaldo del Movimiento Campesino.
La Alianza Ciudadana iniciará el próximo martes 16 de marzo la inscripción de precandidatos presidenciales, en torno al partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). El académico Arturo Cruz adelantó hace unos días que estaría dispuesto a someterse “a un proceso democrático de elección de candidatos como el que anunció Alianza Ciudadana”.
Mientras, el economista Juan Sebastián Chamorro, exdirector ejecutivo de la Alianza Cívica; y Cristiana Chamorro Barrios, expresidenta de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, han indicado que esperan la unidad de los bloques opositores.
Durante una entrevista en el programa Esta Semana —que se transmite en el canal de Confidencial en YouTube—, el exdiputado liberal Eliseo Núñez aseguró que “la tradición en Nicaragua es que la gente sigue un nombre, una persona, no siguen siglas e instituciones, básicamente los candidatos van hacer los que encabecen esta lucha y la elección de ellos es lo central”.
Voluntad “política”
Miembros de la Coalición Nacional han advertido que el proceso de inscripción impulsado por la Alianza Ciudadana, más bien contribuye a levantar barreras que obstaculizan la unidad de las principales fuerzas opositoras.
José Pallais, miembro de la Coalición Nacional, dijo —también en el programa— que el proceso de la Alianza “apunta a consolidar la división, ya que establecer candidatos de cada bloque aleja la posibilidad de un entendimiento muy bueno”.
Recordó que, en 2006, los liberales seleccionaron por separado José Rizo y Eduardo Montealegre, para competir contra Ortega. “Cuando ya se eligió a Rizo y Montealegre se hizo más difícil lograr unificar en una sola plataforma”.
Sin embargo, para Núñez la elección de la Alianza Ciudadana, no es un “obstáculo insalvable”, aunque para esto la presidenta del partido CxL, Kitty Monterrey, debería de comprometerse que la inscripción es “un paso previo a un proceso unitario, donde participen más candidatos de otros sectores”.
“La unidad es alrededor de un candidato que sea popular, que tenga potencial y capacidad de crecer en votos”, apostilló.
El exdiputado del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Víctor Hugo Tinoco, dijo —también en el programa— que “la unidad todavía tiene una posibilidad, si hay genuinidad política, si realmente están pensando en patria (…) pero si tu voluntad es ser segunda fuerza, si tu voluntad es un acuerdo con Daniel Ortega, entonces no hay posibilidad”.
Alertó que la oposición tiene que estar unida “haya electo candidato a presidente o no. Creo que los candidatos pueden jugar un papel importante”.
“Si vos tenés voluntad de unirte, no importa que cada bloque seleccione un candidato; es más complicado, pero no imposible. Vos haces selecciones en un bloque y en otro bloque, y después competís entre ellos, y se hacen otras encuestas, otras consultas”, explicó Tinoco.
Plazo de la OEA
Para Núñez, la unidad es importante también para “presionar” por las reformas electorales que demanda la resolución de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que, en octubre pasado, dieron mayo de este 2021, como plazo para realizarlas.
“Tener un frente común de cara a las reformas, incluso podría ser el vehículo inicial para mantener un acercamiento entre los distintos grupos” de la oposición, según el exdiputado liberal.
Delegados de la Secretaría General sostuvieron la semana pasada un encuentro virtual con miembros del Grupo Pro Reformas Electorales (GPRE) de Nicaragua, a quienes les sugirieron mantener una “presión” interna para exigir los cambios en el sistema electoral, y que “es necesaria una voz unificada” de los sectores opositores.
Pallais lamentó que la oposición no se ha unido entorno a las exigencias de la OEA. “La mejor forma de presionar a Ortega es una sola fuerza, una sola voz. Hay gente en la oposición que está proponiendo una convivencia con Ortega; dialogar con Ortega; no es malo, en principio, pero se niegan a dialogar con la misma oposición”, aseguró.
La resolución de la OEA hizo especial énfasis en la necesidad de modernizar el Consejo Supremo Electoral (CSE), controlado por el orteguismo, y por ello instó a que el Gobierno nicaragüense “acepte el despliegue amplio y efectivo de las misiones de observación electoral que comprenden observadores internacionales independientes y acreditados en el proceso electoral”.