12 de junio 2024
El general en retiro, Humberto Ortega Saavedra, cumplió más de 36 horas en una sala del cuarto piso del Hospital Militar, bajo total aislamiento, con el cuidado de especialistas en cardiología, confirmaron a CONFIDENCIAL fuentes vinculadas a ese centro médico.
"Su condición de salud es delicada pero estable y se mantiene bajo constante monitoreo médico", dijo la fuente.
El área del hospital en que se encuentra Ortega Saavedra está prácticamente bajo el control de la Contrainteligencia militar y la Policía Nacional, dijo la fuente. Además precisó que el personal que lo atiende maneja su información de salud con absoluta confidencialidad.
Aproximadamente a las siete de la noche del martes 11 de junio, un contingente de fuerzas policiales trasladó al general en retiro al Hospital Militar de Managua para enfrentar una emergencia médica, revelaron fuentes vinculadas a esta institución.
Fuentes del Hospital Militar indicaron que Ortega Saavedra, de 77 años, fue ingresado por la Policía con síntomas de haber sufrido un infarto cardíaco en su casa, donde se encontraba bajo arresto domiciliario desde hace más de tres semanas.
El pasado nueve de junio, fuentes vinculadas a la familia de Ortega Saavedra demandaron que se le brindara la atención especializada de parte de su médico del hospital privado Vivian Pellas, donde fue intervenido quirúrgicamente hace varios meses, pero bajo el régimen de casa por cárcel le impusieron un control de médicos del Minsa que únicamente llegan a tomarle la presión.
Además de la insuficiencia coronaria, Ortega Saavedra padece de otras enfermedades entre ellas llagas en sus piernas provocadas por problemas circulatorios, que requieren un cuidado especializado.
Las fuentes del Hospital Militar revelaron que Ortega Saavedra fue ingresado solo al centro hospitalario, sin la compañía de su pareja Angélica, quien lo ha estado apoyando en su casa, también sometida al régimen de arresto domiciliario.
Había advertido de sus problemas cardíacos
La medida coercitiva de casa por cárcel contra el exjefe del Ejército de Nicaragua se dio tras la publicación de una entrevista con el medio argentino Infobae, en la que aseguró que su hermano mayor, Daniel Ortega, no tiene sucesores.
Desde la noche del domingo 19 de mayo de 2024, la Policía estableció un cerco alrededor de la vivienda del general en retiro, a quien además lo despojaron de computadoras y celulares.
“También le suspendieron la libertad a su pareja, que lo acompaña en su vivienda”, dijo a CONFIDENCIAL la persona cercana a su entorno.
En la entrevista con Infobae, Humberto Ortega indicó que se atendía padecimientos médicos en el hospital privado Vivian Pellas.
“He tenido eventos cardiovasculares graves, en el contexto del tenso y polarizado conflicto político y social, el covid, del año 2018. Fui ingresado de urgencia en el Hospital Vivian Pellas, de Managua. Posteriormente, desde diciembre del año pasado, sufro nuevos eventos”, aseguró el general en retiro.
Denunciaron la falta de atención médica
Una fuente cercana a su familia, reveló a CONFIDENCIAL, el domingo nueve de junio, cuando cumplió 21 días bajo régimen de “casa por cárcel”, que permanecía totalmente incomunicado y sin atención médica especializada.
“Suspendieron cualquier ingreso de personas a su vivienda, incluso familiares cercanos y tampoco ha podido ser atendido por su médico privado”, denunció la fuente.
Esa misma persona afirmó que era “mentira” que estuviera recibiendo atención de su médico privado y por el contrario alertó que su condición de salud era precaria "lo que podría producirle un desenlace fatal”.
“Ha llegado un doctor del Minsa que lo único que hace es tomarle la presión y el general se queja porque siente que el doctor privado que lo atendía lo salvó de la muerte”, explicó.
La Policía indicó el 21 de mayo que especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) y médicos particulares “visitaron y valoraron” la salud del exjefe militar, de 77 años.
“Le han encontrado estable en su condición de paciente coronario, y otros padecimientos propios de su edad y enfermedades de base”, según el comunicado.
El ataque de Daniel Ortega
La noche del pasado 28 de mayo, su hermano, el dictador Daniel Ortega, compareció con Rosario Murillo en un acto ante oficiales del Ejército y la Policía, para anular una condecoración que entregó el exjefe del Ejército el 14 de enero de 1992 al agregado militar norteamericano teniente coronel Dennis F. Quinn.
Durante el acto, Daniel Ortega usó varios descalificativos contra su hermano, en presencia del alto mando del Ejército de Nicaragua, aunque en todo el evento se rehusó a pronunciar su nombre.
“¡Qué vergüenza! ¡Una traición al pueblo! ¡Una traición a la patria!”, exclamó el dictador Ortega antes de invalidar la condecoración por decreto presidencial. “Ya desde entonces el (entonces) jefe del Ejército tenía entregada su alma al diablo”, agregó.
Según la fuente cercana a la familia de Humberto Ortega, el general en retiro demanda su libertad y considera que “Daniel Ortega tiene en sus manos el poder dejarlo libre, para ayudar a salir de la crisis nacional”.
La entrevista de Humberto Ortega
En la entrevista con Infobae, Humberto Ortega consideró que su hermano mayor, que se encuentra en el poder en Nicaragua desde 2007, no tiene sucesores adecuados y que ante una eventual muerte quedará un gran vacío de poder y se debe convocar a elecciones.
“Si falta Daniel Ortega, para mí, Humberto Ortega, no hay posibilidad de que nadie de ese grupo de poder pueda ejercer la influencia frente a un proceso”, apuntó el general retirado.
Consultado que si tampoco la esposa del mandatario, Rosario Murillo, quien es vicepresidenta de Nicaragua, el exjefe militar sentenció que nadie.
“Nadie. Nadie. No quiero mencionar a nadie en particular. Sin Daniel no hay nadie, porque, con todo y todo, Daniel es el único líder, histórico, que aún conserva los créditos de esa lucha (política). Sin Daniel veo muy difícil que haya dos o tres que se junten”, indicó.
“Mucho menos uno en particular, y más difícil en la familia. Hijos que no han tenido el acumulado de una lucha política. Ni Somoza pudo establecer a su hijo. Con la ausencia de Daniel sería muy frágil sostener todo lo que hasta ahora ha logrado sostener con gran esfuerzo y con enormes complejidades”, razonó.
Afirmación cayó mal en El Carmen
“Humberto hace una afirmación que debe haber caído como una bomba en El Carmen: Ni Rosario ni sus hijos ni nadie del actual grupo del poder pueden ser solución. Si Daniel muere están perdidos y solo quedaría la incertidumbre y el peligro del caos”, escribió la comandante sandinista Mónica Baltodano, en un artículo de opinión publicado en CONFIDENCIAL.
“Para (Rosario Murillo) que viene trabajando desde hace diecisiete años en constituirse en el relevo de Daniel Ortega, que ha pasado a controlar la CSJ y la Policía, y viene proyectando a su hijo Laureano en la línea sucesoria dinástica, este planteamiento es mortífero”, sostuvo la exguerrillera y desnacionalizada por el régimen.