18 de diciembre 2018
El dictador Daniel Ortega afirmó que Nicaragua tiene ahora una Policía Nacional "más consciente, más digna y más solidaria", durante un discurso en ocasión de la XXI graduación de cadetes de la Policía Nacional.
El mandatario llovió en elogios a esa institución, fundada en 1979 y que ahora dirige su consuegro, el comisionado general Francisco Díaz, en medio de la crisis sociopolítica del país, en la cual la Policía ha actuado como el brazo represivo, con un saldo de 325 muertos confirmados y más de 600 presos políticos.
Organismos nacionales e internacionales de derechos humanos han cuestionado la labor policial y han demandando el cese de la represión y uso de fuerzas "parapoliciales", que junto con la Policía impusieron el terror y muerte durante la sangrienta Operación Limpieza en la segunda de cuatro fases de represión de la dictadura, tras las protestas cívicas que estallaron en abril.
"Le han cumplido al pueblo, le han cumplido a su familia y le han cumplido a la patria bajo la conducción del comisionado general Francisco Díaz y toda la Jefatura Nacional", señaló Ortega.
Por su lado, el jefe policial indicó en su discurso que este año han fallecido 24 oficiales, 22 de ellos "en el intento del golpe de Estado", a como el Ejecutivo se refiere a las manifestaciones antigubernamentales que se iniciaron en abril.
Sostuvo que los agentes fueron atacados en las calles y en sus unidades policiales durante las protestas y que "jamás atacamos a nadie", sino que hicieron el uso legítimo de la defensa "para proteger la vida y la integridad física".
Díaz anunció que continúan investigando y buscando "a los delincuentes golpistas para que respondan por los delitos cometidos" y que "no pudieron ni podrán" derrocar al Gobierno de Ortega.
La XXI promoción de cadetes, que graduó a 24 nuevos oficiales, fue dedicada al sacerdote sandinista español Gaspar García Laviana, asesinado hace 40 años por la guardia somocista.