18 de marzo 2024
El Ministerio de Exteriores de Panamá volvió a enviar este lunes a la Cancillería de Nicaragua una “nota de protesta” por la “actitud permisiva” del Gobierno de Daniel Ortega en la embajada nicaragüense en la capital panameña, donde está asilado el expresidente Ricardo Martinelli (2009- 2014), tensando aún más las relaciones entre ambos países.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores informa que en el día de hoy (lunes) entregó a la Cancillería nicaragüense formal Nota de Protesta, por la actitud permisiva del Gobierno nicaragüense en la sede de la Embajada de Nicaragua en Panamá, contraviniendo de manera abierta y desafiante el desarrollo de la función diplomática en el país receptor”, señala en un comunicado la Cancillería panameña.
Panamá “rechaza que, al amparo de una supuesta protección, el señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal continúe utilizando la sede diplomática nicaragüense, con fines político-partidistas, con el silencio de sus autoridades, lo cual, para los efectos, es una abierta intromisión en los asuntos internos panameños por parte del Gobierno de Nicaragua”, según el documento del pasado 14 de marzo, pero dado a conocer este lunes 18 de marzo.
Agrega que “Panamá exige a Nicaragua observar su obligación internacional de asegurar que su sede diplomática en Panamá preserve las funciones establecidas por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961”.
Esta queja se suma al llamado de atención de Panamá al Gobierno de Daniel Ortega el pasado 27 de febrero por la forma en la que el expresidente panameño busca incidir en la política desde la sede diplomática nicaragüense.
En concreto, la Cancillería panameña rechazó la “actitud permisiva”, como la que reitera este lunes, de la jefa de misión nicaragüense, “por las reiteradas declaraciones y otras acciones que de forma pública realiza su huésped” Ricardo Alberto Martinelli, desde la embajada en Panamá.
Niegan traslado contiguo de su sede
La misiva oficial anunció además que “no reconoce” el traslado solicitado el pasado 4 de marzo por la embajada nicaragüense para “iniciar funciones de un Consulado en una residencia contigua a la sede de esa misión diplomática en la ciudad de Panamá”, lo que ampliaría la sede diplomática.
Y explica que “dado que la modificación o establecimiento de una oficina consular exige el consentimiento previo del Estado receptor”, Panamá “no reconoce privilegios ni inmunidades diplomáticas en el inmueble 61B, por lo cual en este no se puede realizar ninguna actividad en nombre del Gobierno nicaragüense”.
El expresidente Martinelli está asilado en la embajada de Nicaragua en Panamá desde el pasado 7 de febrero tras la condena a más de diez años de prisión por blanqueo de capitales, en el caso New Business, que quedó en firme una semana antes. Panamá le negó el salvoconducto para viajar a suelo nicaragüense.
Martinelli alega que esa sentencia es una persecución política para impedirle participar en las elecciones del próximo 5 de mayo como candidato a la presidencia con su partido Realizando Metas, fundado en 2021, a las que ya está inhabilitado y a las que partía como el principal favorito, según las encuestas.
El exmandatario, de 72 años, ha agradecido al expresidente de Nicaragua su “noble y desinteresado gesto” de brindarle asilo, pero la polémica alrededor de la situación legal del expresidente ha salpicado tanto a las elecciones generales como tensado las relaciones diplomáticas entre ambos países.